Esquiva la pequeña presa el enorme zarpazo.
Y tiene un día más de vida pues hoy no será alimento de la fiera.
Bajo los errores del grande.
Bajo la magnanimidad de los desatinos del gobernante.
Quien maneja mi barca que a la deriva me lleva.
No me ciegan los ojos verdes.
Me ciega el seguir vivo mañana.
Gobernados por las cortas miras.
Acobardados por las cortas metas.
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