Un canto se hace rodado no por propia voluntad, si no por que lo arrastra y acaricia un rió.
Vida que domas y pules.
Vida que obligas y fuerzas a estar en un cauce, a vivir en un río.
Nacemos en la torrencialidad, entre caricias domadoras de agua.
Nacemos en sociedad.
Nacemos insertos en una imperante corriente.
Nacemos para ser domados o nadar contracorriente.
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