Que poco se cosecha en los renglones farragosos. En los renglones encriptados del miedo. Escribir con el último velo. Con el velo de la protección. Casi desnudo, casi indefenso. Confesiones de laberinto. Casi sin secretos, solo con los justos. Con solo aquellos que me permiten enamorar y vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario