En la vigilia tras el encantamiento, flanqueado por grutescos a candelieri, trofeos de escayola.
Necesitaré maromas para atar el amor.
Bravuconadas de tahúr.
Secuestrador que en parihuelas portan al rehén, desencadenando el fatídico síndrome.
miércoles, 20 de marzo de 2013
Dianas de esgrima
Tesoros de chatarreros.
Es de borregos encontrar un brillante en una corona.
La astucia descubre brillos en las salas obscuras de Diógenes.
Rojos corazones, dianas de esgrima.
Taimados buscadores de prosperidad.
El triunfo no solo es azar.
El tesoro de las entrañas.
El trabajo de desentrañarlo.
Empeñaré al palabra.
Palabras empreñadas de esfuerzo.
Necesitados de creer.
Habidos de crecer.
Es de borregos encontrar un brillante en una corona.
La astucia descubre brillos en las salas obscuras de Diógenes.
Rojos corazones, dianas de esgrima.
Taimados buscadores de prosperidad.
El triunfo no solo es azar.
El tesoro de las entrañas.
El trabajo de desentrañarlo.
Empeñaré al palabra.
Palabras empreñadas de esfuerzo.
Necesitados de creer.
Habidos de crecer.
En la zorrera
Siento zozobra en la zorrera.
La poca fiabilidad del converso.
Velas de sebo.
Que te quedan a obscuras pronto.
Zumbido dolor de voces deshonestas.
Lúcido te amarga la vida el avaricioso.
Ventarron
En los presagios del viento.
Milagros de barbasco.
Novio traído por el temporal.
Sin rifas, sin disputas de plebe.
Amores solteros comprados en ultramar.
Ventarrones que a la mañana amainan.
Y dejan ver los destrozos.
Milagros de barbasco.
Novio traído por el temporal.
Sin rifas, sin disputas de plebe.
Amores solteros comprados en ultramar.
Ventarrones que a la mañana amainan.
Y dejan ver los destrozos.
Febril torpeza
Burlador de poder..
¿Quien puede alzar más la voz.?
Arrieros somos y obligados a salir a los caminos estamos.
No se elige la necesidad.
La necesidad rige el mundo.
Hambre de sol.
Febril torpeza que ignora la jerarquía, y se enreda en la epidemia de creerse sol.
Sopor
Vaho de penas.
Dolores rancios que empiezan a fermentar.
Sin protección en los bordados terciopelos.
Sopor de naftalina y almidón.
Designio de poder
Querer es designio de poder.
Te desestimaré en el rubio de los arribistas.
En el manchado botín de los vencedores.
En al soledad de tu no elegido desierto.
En tu interesado modo de ver.
En tu egoísta dolor, que choca diametralmente con el mio.
En el entumecimiento de tu sensibilidad.
Todo le exigirías a los queridos.
Todo le pedirías a los amados.
Y tu por salvarlos nada harías.
martes, 19 de marzo de 2013
Tarde
Desmedido precio para mi pecado.
Días melancólicos.
Fina llovizna.
Niebla plúmbea.
Blanco de años perdidos.
Para ahora ajados retomar.
Extraña salvación in extremis.
Necesidades postrimeras mutuas.
Tarde, simbiosis que llega muy tarde.
Un jirón
En ambas orillas.
Vengando y siendo vengado.
Soportaré los golpes.
Me harán ver ráfagas de luz.
Humo que el azar del viento orienta.
Complacer en el sacrificio.
Magulladuras de infante.
Magulladuras de madurez.
Silencioso azul de agrias envestidas.
Evocador, decidir no llorar más.
Resuellos últimos.
Violáceo espectral.
Casi póstumo.
No se si vengado pero si duro y sudado.
Arremetidas de desolación, ira y no perdón.
Por ti me entrego y arranco del vil un jirón de si zafia alma.
Mi no victoria es el camino de la victoria de otro, ya llegará.
Pastos con dueño
Corazón amable que pones en pie los sillares de mi desplomada casa.
Llora en la niebla el bosque.
Sabedor de que la mala suerte acaba tarde o temprano.
El duro cilicio del orgullo.
La santidad no se obtiene a base de purgar el alma con la miseria.
La obcecación se convierte con frecuencia en algo denigrante.
Deja marchar, deja escapar, asume perder.
Mal de mis bienes.
Grato destructor de mi felicidad.
Sin abrigo en los fríos amaneceres.
Sin los edificantes cuidados, no temas, algo sera de ti.
Ser victima es un aprendizaje.
Pobre sangre azul.
Que termina olvidan gritar y sufrir.
Enmohecidos nombres.
Brillos de hambre.
Fincas muradas.
Pastos con dueño.
Descansar
Campañas de ultramar.
Crestadas olas lapislázuli.
Verde sal.
Hipocampos anacarados entre nervios de coral.
Alimentado por las cumbres.
Todo va aparar a la mar.
Los grandes como grandes.
Los pequeños como pequeños.
Para tras la evaporación descansar.
No tropiezo
Olvido tan fácilmente que casi he olvidado el daño tan grande que me has causado.
Olvido pero no tropiezo.
Olvido pero no tropiezo.
Afán desmedido
Ambición.
Nada es suficiente.
Todo es envidiable.
Pisoteándolo todo.
Arrasándolo todo.
No frena ni la sangre , ni el afecto.
Las primeras filas.
El poder absoluto.
Absoluto y desmedido afán.
Ondas obsesivas en un estanque.
Nada es suficiente.
Todo es envidiable.
Pisoteándolo todo.
Arrasándolo todo.
No frena ni la sangre , ni el afecto.
Las primeras filas.
El poder absoluto.
Absoluto y desmedido afán.
Ondas obsesivas en un estanque.
Voces rotas
Graznan las canallas.
Anunciando el día.
Es su diario.
Oficio de tinieblas al amanecer.
Voces rotas que rompen ilusiones al alba.
Bichas avernales de cacareos desmedidos y bruscos y mondongos ademanes.
Ya llego el día.
Ya llego el alba.
Ya abrieron la puerta a las gorrinas de la corrala.
Anunciando el día.
Es su diario.
Oficio de tinieblas al amanecer.
Voces rotas que rompen ilusiones al alba.
Bichas avernales de cacareos desmedidos y bruscos y mondongos ademanes.
Ya llego el día.
Ya llego el alba.
Ya abrieron la puerta a las gorrinas de la corrala.
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