domingo, 9 de junio de 2013

Quintales

Guijarros, cantos rodados de cuarzo blanco, lechoso que vara el arroyo.
Dulce escorrentía que creas surcos y domas las aristas de los cortantes cantos.
Si domaras las cortantes palabras en las aguas de tu lecho como alisas y pules el cuarzo.
Que de llagas, que de heridas nos evitaríamos.
Palabras que propináis mil caricias, cuando el humano quiere hacéis tanto daño.
Entre los anaranjados alcornoque heridos por el descorche, para rendir quintales me devano los sesos retorciendo tus frases.

viernes, 7 de junio de 2013

Esclavo de sus lagunas

Son tantos los que caminan sin retrovisor.
Son tantos los que aturdidos creen al oportunista copiloto que les relata el inventado ayer.
Son tantos los que se abandonan a la desinstrucción.
Son tantos los que delegan pensar por si mismos.
Iletrados de la velocidad que atropelláis la imborrable historia.
Necios que a manos de volantes de autos locos no sabéis donde vais y lo único que hacéis es dar vueltas ciegas en el aprisco.
No os creáis libre porque no sois libres.
No hay peor esclavo, que el esclavo de sus lagunas.
Ciegos de soberbia.
Ciegos en la vileza de denostar al igual.
Al igual que ve y quiere ver y no se deja alienar.

Huestes del cannabis

Lanzan alaridos las huestes del cannabis.
Voceros apoltronados desde la cuna.
Desdibujan en el hipismo el estatus burgués.
Palos al agua.
Lluvia de palos.
Revoltura de chiquillería fina que juega a ser populacho.
Tanto ruido para zafarse del estrepitoso fracaso.
Malos estudiantes.
Estudiantes malos.
Sin hueco, hay que hacerse hueco.
Y luego a la poltrona.
Uno elige camino, para llegar de nuevo al sitio de papa.
Pródigos titiriteros de maquillada mugre.
Vacía bolsillos caprichosos y altaneros.
En vosotros no es creíble el deseo de cambio, a no ser que montaseis el campamento en la puerta del chalet de papa.

Hastiado de los verbos

No hay peor cárcel que la cárcel de las palabras.
No es fácil burlar el dardo del verbo.
No es fácil desandar el camino del alcahuete.
El vicio de la corrobla.
El vicio de la sentencia.
La ausencia de clemencia.
El exceso de maledicencia.
Uno habla y es sentenciado.
Uno dice y es atado.
Esposas de acero.
Visionarias voces.
Quejumbrosos reproches.
Por la boca morimos, aun así ligero hablamos.
Como mantener palabras.
Como pesan y anclan.
Esclavos de los sustantivos.
Prisioneros de los adjetivos.
Antes de mentir, procura contar.
Sin conjugar verbos para vivir.
Conjugando verbos para morir.
Hastiado de los verbos.
Verbos de hastió.

Preñez que fuerza el perdón

Se fajan las mujeres para no reconocer la tacha.
En la postrimera aculturación del sin delito.
Quien recluirá en mazmorras la sangre nueva del asesino.
Preñez que fuerza el olvido, el perdón.
Nuevos vástagos ya en la perdida tierra, que no soporta mas hipotecas.

Otear

Ausencia de presencia.
Presencia de ausencia.
Sigilo en el páramo sin ruido.
Prodigo vuelvo y ya no hay nadie.
No estuve para defender y ahora vuelvo a buscar defensa.
Si derrochas tienes todas las puertas abiertas.
Si escatimas y racaneas, no por carácter si no por ruina, todos se cierran.
¿Para que otear el vació.?
¿Para ver el vació del confín.?
Cigarra a las puertas del invierno.

Remordimiento

Será el nuevo líder el que sustituyendo al viejo linaje, intente rememorar el imperio.
Tirano que tirara del bocado encabritando al corcel.
En tus manos todo se aglutina.
El ordeno y el mando.
Necesaria etapa, tras los viciantes prolegómenos y las cuadrillas de parásitos.
Es imposible enmendar la plana hoy pero mañana la firmeza otra cosa dirá.
Que culpa tiene quien quiere de nuevo alcanzar la gloria del águila de San Juan, de los cinco reinos y ultramar.

jueves, 6 de junio de 2013

Río revuelto

Serán los que mejor se fajen, los que mejor engañen en las alharacas de la propaganda.
Lacra alojada en el noble y crédulo corazón.
No los escuchéis porque son capaces de convenceros.
Tienen púlpito para difundir sus mentiras.
Y calan hondo en el desarraigo del momento.
Ruido de sables para enfervorecer desnutridos.
Nada pierde quien el rió revuelve.
Todo esta inventado.
Todo esta ya vivido.
Antes otros con estas estrategias ya se han enriquecido.

Entrelazadas iniciales

Entre los macizos de calas.
En el estanque dorado.
Junto al bosque que fue el laberinto.
Y donde ya es imposible perderse por impenetrable.
He estado allí.
Intentando ver en el fondo las entrelazadas iniciales.
Esas que marcan todas las mañanas mis mejillas, recordándome en el amanecer tu ausencia.
Nuestras promesas son hoy verdes limarones.
Compañías efímeras.
Campañas efímeras.
Caminos en soledad y en compañía.
Naturaleza que un día domamos y hoy vuelve a ser salvaje.

Nubes negras

En el desierto de torres desmochadas y guerras de condados.
Agoniza en los graves síntomas.
¿ Quien tipificara con claridad la enfermedad.?
Ranas que ansían ser príncipes.
Príncipes que los batracios enlodan para que el ojo del necio solo vea ranas.
Nubes negras que ennegrecen el firmamento de España.

Quien no teme....

La nueva miseria.
La miseria moral.
La nueva degradación.
La degradación del alma.
Sin humanidad.
Deshumanizados.
En el frío amanecer de los mañanas extraños.
Sin fe.
Sin muertos.
Sin temor.
Quien no teme fácilmente hierra.

También de rosas

No solo vive el hombre de pan, también vive de rosas.
Son las bagatelas las que alegran el alma.
El salario, el aplauso y las palabras de animo.
Hasta un perro muere sin caricias.
Las fuerzas que uno tiene para vivir son las fuerzas que uno tiene para perseguir el amor.
Rosas de caricias.
Pétalos de abrazos.
Salario de besos.
Aplausos de animo.

miércoles, 5 de junio de 2013

Clientelismo

Redes de favores.
Favores para las redes echar.
Formas de pescar.
Una de las forma de las bocas de los comprados cerrar.
Clientelismo.
Red clientelar.

Libelistas

El vicio es una escalada que no tiene cúspide.
Libelistas a sueldo de uno y otro bando.
Bosque de verticales calumnias.
A vuestros pies la verdad ni reverdece.
Fagocitas pureza con la indolencia de los curtidos verdugos.

Si yo puedo también

Día tras día me repito que la venganza es inútil y que intente ser feliz.
Pero siento también que me equivoco al reprobar mi leit motiv.
Si hacer justicia me hace feliz, porque razón debo dejar sin castigo un crimen.
Construyo más allá del valle de lagrimas, aunque camino en el.
Veo sus manos manchadas de sangre inocente todos los días, recordándome su atroz crimen.
En el otro mundo pagará, pero en este si yo puedo también.