Mi cautela nada cierra con llave.
Todo se vislumbra de par en par.
Sin miedo al robo o al ultraje.
Lo que está más al alcance es lo más difícil de ver.
Cuantos están perdidos sin saber lo que quieren.
Con lo cerca que tienen en el pecho su corazón.
Manos que no saben robar.
Corazones que no se hacen oír.
Las fiestas atronadoras solapan latidos.
El exceso de luz ciega a los necios.
Guardaré el diamante entre la pacotilla.
Y solo el experto lo encontrará.
Ser criticado e insultado por algunos es un halago.
Si de tu mano viene la maldad, la agradeceré como un logro.
Te duelen mis acertados pasos con punzadas de envidia atroz.
Empapado de libros, de secretos poco o nada guardados.
Tesoros enterrados o desenterrados tesoros.
Fácil parece todo, pero nada es fácil.
Días de gloria con poco publico, poco publico tiene acceso a la gloria.
Es mudéjar el cielo ganado por nuestras bellas obras.
Es seguro que llegará la inseguridad.
Es grande el esfuerzo en desestabilizar.
Con lo cual se desestabilizará.
Si muchos tiran piedras al estanque provocaran en las tranquilas aguas un cierto oleaje.
Las amistades podridas, esas que pudren al grupo entero.
Esas aviesas y celosas mentes que odian a todo el que despunta.
Segada la rosa, ya no produce sombra.
Campar vándalo de inferiores que agitan en los susurros al oído y en el grito de calle.
Sollozos muy lejanos, con una angustia muy atenuada.
El clamor de ultramar importuna tan poco.
Sello mi apaciguada capsula de aguas tranquilas.
Cerrado a las olas.
Cerrado a los vientos.
Cerrado a los reproches.
Cerrado a el cruel invierno.
Charcos que sueñan con ser océanos.
Océanos que fingen ser charcos.
En aras de la aceptación uno hace de todo...........
Buscando el inoculado ideal de belleza.
Porque querer ser lo que por natura uno no es.
Mercado de la imagen que inocula necesidades que luego hay que satisfacer.
Correr para alcanzar al que no somos y en la carrera al que somos perder.
Nunca llueve a gusto de todos, pero quien nos gobierna en politica es una lluvia consensuada.
No llueve para todos, pero si por elección de la mayoría.
Ofuscarse criticando eso es no ser demócrata, y pretender imponer la sequía, opción no votada con tanto apoyo en esta legislatura es entrar en una dinámica totalitaria que no quiere asumir las reglas con las que concurrió al juego democrático. Si quieres imponer tu opción concurre y gana..............
Como un chicle pegado al pelo, solo se despega cortándolo.
Que complicadas son las maniobras.
Y la resistencia que ofrece la garrapata.
Que chupa sangre pegada a la oreja.
Algarada en la plaza mientras se roba en la alcoba.
Distraer, de hacer desaparecer y de hacer ruido para solapar.
Las dobleces de la demagogia.
Forzar la calle y forzar la caja.
Es el único delito que cometí, confesarte mi amor.
Abrir mi pecho a tu cruel lanzada.
Es querer una guerra sin armas.
Es una batalla sin coraza.
Amar mata si tu amado así lo estima.
Si en ti y tu correligionario perdonas tan fácilmente la debilidad.
Porque no la perdonas y eres tan inflexible con tu adversario.
Todos somos humanos, todos somos igual de débiles.
Y las faltas son faltas independientemente de donde se den.
Siembra improperios y extralimitaciones y a la larga eso recogerás.
No creas, ni pienses nunca que eres el único que sabe impartir justicia.
Todos tenemos manos y en ellas podemos blandir espadas.
Y es sabido que no rinde el número, rinde la fuerza.
Pero el grueso bien azuzado puede inferir mucha, mucha y brutal fuerza.
Y el grueso no es tuyo aunque así lo creas, el grueso es del mejor postor.
Manos amadas que entre caricias te invitan a morir.
La más dura carga hace a veces pensar en la huida.
La huida de un sufrimiento entre esperanza, que son los duros momentos de una enfermedad.
Atendemos por amor y corresponsabilidad, él tambien lo haría por nosotros.
Y desatendemos y nos desentendemos por egoísmo.
Solo se muere una vez y hay que dejar morir, no precipitar la muerte en el enredo de los cómodos paliativos y las sedaciones.
El último suspiro debe ser vivido, con la mayor lucidez posible y haciendo balance y despedida.
Querer es soportar el dolor del otro y su adiós.
Morir dignamente no es precipitar la muerte, sino esperar la muerte entre caricias de amor.
El zarzal que es acusar.
Sin pruebas, sin nada.
Y el acusado enredado en el desmentir.
Se esparce la mancha y ahora te toca lavarla.
Pena previa, pena sin juicio.
Dañar es tan fácil en nuestro diabólico sistema de justicia.
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