viernes, 2 de mayo de 2014

Me hiere el reproche

Me muerdo la lengua.
Me ato las manos.
Me paro los pies.
Freno mi ímpetu.
Freno mi furia.
Me desordena el susurro de la boca importante.
Me hiere el reproche de la boca a la que he dado relevancia.
Sofoco la cólera para evitar más cólera.

Sólo los verdugos se tapan la cara

Es signo de verdugos llevar tapada la cabeza.
Mareas de delincuentes amparados en el anonimato de los verdugos.
Asombra el descaro del que se tapa la cara y arremete contra el transparente.
Temo la corriente de las aguas revueltas.
Temo la virulencia de las aguas turbias.
Malvados malhechores que intentan acobardar, en la marea de embozados, al claro y meridiano.

Mayo de tormentas

Quebradiza dulzura. 
Delicadas azucenas.
Flores de mayo.
Flores en cruces.
Flores de María.
Mayo florido.
Mayo de tormentas.
Mayo de aromas.
Me nubla la mente el olor de mi amor.
Me aturden las flores de la pasión.

Las taras del denostado

Nada es totalmente perfecto.
Nada es totalmente imperfecto.
A veces la imperfección del otro es la proyección de nuestros defectos.
Chirrió por tu roce, tu roce me hace chirriar.
Si yo me voy solo lo mio me llevo.
Acarreo al exilio solo mis taras.
Las tuyas contigo se quedan.
Las tuyas para ti son.
Acarreo al exilio todas mis virtudes.
Las tuyas para ti y lo venidero son.
Quien no piensa fácilmente tropieza.
Fácilmente se arrepiente.
Y se sorprende a solas, que todos los vicios allí están.
Están en su casa porque son suyos y el denostado por tanto no los acarreo. 

Desquiciante silencio

Como salvaré mi alma si no soy capaz de mantener a salvo mi cuerpo.
Me embriaga el olor a yerba luisa, antesala del patíbulo.
No se controlar la pasión.
No se rendirme al silencio.
Hablo solo y confieso crímenes.
Crímenes de imaginación calenturienta.
Crímenes de amor.
Crímenes de madre loca.
Como voy a salvarme si mi salvación es su condena.
No puedo partir solo.
No puedo partir sin ellos.
Atado por el latido abnegado de los que me velan.
Sin sus blancas velas no hay viento.
Sin sus ladridos todo es desquiciante silencio.

Algunos mueren en las lunas sin haber nacido

Se fue el limonero de luna en el largo invierno.
Algunos mueren en las lunas sin haber nacido.
Es un cuerpo sin alma, un cascarón.
Se cuela el sol por sus ramas hirsutas.
Nada más nacer ya estás muriendo.
Nada más morir tus despojos otros se están comiendo.
Todo lo repartirán, todo se lo irán repartiendo.

jueves, 1 de mayo de 2014

Están cansadas mis manos

Es ya tarde y tengo cansadas las manos.
Cansadas de urdir misterios, de tejer mis sueños.
Son mis dedos el color.
Está el color en mis dedos.
Nunca es suficiente,
Nunca es bastante.
Traigo hijos al mundo.
Al frío mundo que diezmará a mis hijos.

El virginal azahar

Sinfonía de zumbidos es el naranjo.
Polinizan las abejas el virginal azahar.
Laboriosas hacedoras de sol.
Laboriosas hacedoras de miel.
Dulce patio de casa amarga.
Amargo encierro de creatividad.
Torturador sino de artista loco.
Laborioso constructor de torres en el indolente pantano.

Soy las manos que reparten

Corral de discordias.
Encierro en la cerrazón del hambre.
Caudillos del desprecio.
Me someto al chantaje y al dolor por mi pueblo.
Soy la cabeza que sufre.
Soy los ojos que lloran.
Soy las manos que reparten.
Soy el que se atormenta a solas. 
Para no compartir tormentas

Amor a los ángeles que como yo están caídos

¿Qué es lo importante?
¿Qué tiene importancia?
Para mi mi vida es importante.
Para ti mi vida no tiene importancia.
Es importante la paz de mis días.
Vivir en paz.
Sin el ruido de la reprobación.
Sin el reproche constante.
Sonsonete hiriente que socava mi confianza.
Tus palabras son metralla.
Tus palabras son dañinas.
Tus palabras son causticas.
Me hiere el hielo de tu desprecio.
Me duele el vació de tu aprecio.
Me siento solo en el vendaval de frases de dolor.
Me entumece la retahíla de tus improperios.
Solo quiero vivir.
Vivir mi vida, mi única vida. 
Y hacerla rendir a mi antojo.
Y crecer con el desorden que dicte mi locura.
Mi locura de amor.
Amor al perdido.
Amor a la perdida.
Amor a los ángeles que como yo están caídos.

miércoles, 30 de abril de 2014

Verbasco

Como se exalta el ignorante.
Como se bufa y se quema el violento.
Ruidoso vació donde las campanas de fuego retumban.
Superioridad de desequilibrado mental.
Mediocres radiadores de discursos de verbascos.

Mis niños lindos

No duerme en mis brazos un humano.
Duerme en mi regazo un ser divino.
Duerme un ángel que no me ha dejado solo ni un segundo.
En los días de lluvia.
En los días sin sol.
En las tormentas de mi frágil alma.
En el asedio.
En el castillo de mi retiro.
En el hambre de humano amor.
Solo me han sido fieles mis canes.
Solo me han acompañado mis defensores.
Solo me han consolado mis niños lindos.
Que con infinito amor han lamido mis lagrimas.
Y han sanado la herida sangrante de la traición.

El helador cielo

Mi inaccesibilidad me hace odioso.
Mi superioridad me hace ser odiado.
Solo por arriba.
Solo por debajo.
El helador cielo.
El helador suelo.
Como envidio ser vulgar.
Como lamento no ser corriente.

Pieles blancas

Camino perdido entre altas y resinosas jaras.
Es bello ver el campo desde la barrera.
Es duro sentir los envites de la maleza.
Áspero es el mundo, intemperie donde la vida transcurre.
Perdido rey sin reino. 
Perdido gobernante en el desgobierno.
Somos resistentes en el parapeto.
En el hogar del confort.
En la burbuja de extrañamiento.
En las ciudades, cánceres de la empatía.
Pieles blancas que no toca el sol.
Pieles finas que no han tocado la dura tierra.
Pieles insensibles que no han sudado sus alimentos.

Si estás lleno me puedes probar

No soy plato para hambrientos.
No soy vianda para la voracidad.
Soy manjar para saciados.
Para los que sin ansia me quieran saborear.