lunes, 23 de junio de 2014

Todos los hijos son pocos

Encierro de brisa.
Brisa de relámpago.
Lloroso horizonte de indómita maleza.
Otra tarde funesta en la rutina de mis días.
Trinos y trinos, atronadores trinos de voraces gorriones.
Dardos furtivos que diezman los platos de mis saciados canes.
¿A quién le importa el fruto de mis manos?
Acaricio mis yemas en el suave lomo del felino que en mi regazo dormita.
Todo es poco, nada es suficiente. 
Lleno paredes con el ansia del que sabe que llega el invierno.
Cálido barroco, barroco protector que anula el blanco.
Blanco en las sienes del que ve, que todos los hijos para vencer el olvido son pocos.

A las alimañas no se les da amor

He criado al calor de mi pecho a las viboras.
Las cuide creyendo que dar amor devuelve amor.
Que dar caricias obliga a dar caricias y calor.
No creas en regenerar alimañas.
Es el sustrato de su ser la perversidad.
No se rinde a la fiera en la concesión.
Saciada hoy dormita, pero mañana volverá a demandar con el desafuero de ayer.
Nada le importa tu satisfacción, nada le importa que para darle tu te quedes insatisfecho.
No prodigues tu calor, ponle coto a tu amor.

Bandas, bandos, bandidos

El mañana existe y llega muy temprano, al alba mañana por la mañana.
Perdedores que en la hiel buscan su luz.
Se rompió la capsula del perdón y salieron los pestilentes odios.
Que trabajo cuesta perdonar, que fácil es esparcir el odiar.
Manos de confín, manos de hurto.
Reclaman pasados inexistentes.
Confunden levas con un falsario presente.
Hay obligaciones que parecen favores.
Hay obligados que caminan agradecidos.
Falsos constructores de torres.
Falsos desarrapados.
Falsos hambrientos.
Verdaderos sedientos de poder.
Todos tenemos en nuestra parentela manchas nefandas.
Pero para el que socava el firme del mañana solo las tiene su opositor.
Bandas, bandos, bandidos.




domingo, 22 de junio de 2014

La lozanía mellada

Desdentada está la que se comía el mundo.
Prisas que hacen en la lozanía mella.
Intacta mirada de cielo a pesar de los estragos.
Las lluvias lavan.
Las drogas socavan.
Mártires de la demandada belleza.
Fiestas de vírgenes perfectas.
Amores de vueltas sin noche.
Sacrifica efebos el negocio de las luces de colores.
El circo de los lucrativos placebos.
Se pierden los orientes de las perlas soberbias.
Ajadas flores que ya no lucen en los jarrones de plata.
Que ya no adornan las fatuas fiestas del alba.
Ya nada proclama la boca sin brío.
La boca de miel que rindió tanto amorío.
La boca que hoy en fiestas de barrio liba terribles alcoholes de olvido.

Ver, amar y olvidar

En el bulevar del calor.
Bullicio rojo.
Magnético magma de pasión.
Calle de sombra y vicio.
El placer de las miradas.
Las miradas que buscan placer.
La mirada del igual.
Cruzar la mirada con el furtivo amor.
Hoy su cuerpo me obsesionará.
Mañana ni rastro de ese placer existirá.
El hambre no sabe de reglas.
Las reglas las marca el hambre. 

sábado, 21 de junio de 2014

Saber perder nos permite poder ganar

La mirada perdida en la eternidad nos hace minimizar lo perdido.
Hay amores que no por perseguidos son logrados.
Amores de requiem.
Amores deseados.
Amores sin caricias.
Amores de epitafio y duelo.
No todo lo que está al alcance es alcanzado.
No todo lo alcanzado está al alcance.
Todo es nimio, todo es mínimo.
Saber perder es prepararse para saborear el triunfo de lo que si podemos ganar.

Agapanto de diamantes

Pasto seco humedecido por la llovizna.
Fina lluvia que de la parra aviva el verdor.
Finos diamantes sobre la violácea floración del agapanto.
Flor del rendido amor.
Amor que al amado corona.
Amor que al amado proclama.
Amor que al amado con virtudes ideales engalana.

viernes, 20 de junio de 2014

Corpus Domini

Corpus Domini entre potencias de oro.
Corpus Christi sobre alfombras de rosas.
El amor mueve montañas.
La fe crea el universo.
En lo visible, en el inmenso invisible.
En lo profundo, en el presencial somero.
Está la salvación en lo sencillo.
Para el sencillo está tan cerca la salvación.
Mi Dios no vive lejos.
Mi Dios vive muy cerca.
Mi Dios vive en mi corazón.



De sentido, brillo y placer

Buscar el placer no da sentido a la vida.
Buscar el placer convierte la vida en un sinsentido.
Es el esfuerzo privación.
Es el trabajo un esfuerzo.
Crecer no es en si placentero.
No es la perfección un camino de rosas.
Es la negación el camino de la perfección.
Brillar es placentero, más el camino para lograr el brillo no.

El que los renglones ordena

Vuela la pluma insolente lacerando con su caligrafía indecente.
¿A quien  complace el libelo?
¿A quien satisface la ofensa?
Busca y encontrarás al que la infamia de esos renglones ordena.
Busca y te sorprenderás de su interés.
Busca y hayaras al que persigue tu casa, tu sitio y tu interés. 

Espuma de luna

Espuma de luna que se ahoga en un charco.
Tímido amante que tiembla ante el cuerpo amado.
Noche de tibias caricia, de besos ardientes.
Voz de cristal que se rompe en el húmedo aire.
Sangre valiente que late como paloma que se acurruca silente.
Resbaladizos segundos que golpean las sienes en fríos sudores que duelen eternos.

El escarnio no disgrega


Empeñados en exterminar estirpes.
Nada, que se pretende hacer desaparecer, desaparece.
Todo lo que se persigue, se fortalece.
El escarnio no disgrega, une y aglutina con fuerza de mortero.
En la debilidad nace la fuerza.
La fuerza paciente, que reza en los escombros del derribado altar.
El pueblo que hoy tienes rendido, te dominará mañana.
El esfuerzo, elije anidar en el débil.
La debilidad, termina anidando en la fuerza.
Nada, siempre está en las mismas manos.
Los mismas manos, no están en este mundo siempre.

El futuro lejano es nuestro próximo segundo.

A veces el futuro muy lejano está a la vuelta de nuestro siguiente segundo.
Más pronto que tarde todo llega.
Todo ocurre, más pronto que tarde todo ocurre.
Nada es eterno y la eternidad muy pronto nos llega.
Somos libros de pocas paginas, numeradas y en blanco.
Somos presente en blanco que escribe en los más próximos segundos.

jueves, 19 de junio de 2014

Se desvanecen

Se llevo el río de los segundos los cuerpos jóvenes.
Segundos que no volverán.
Frescura que se fue a la mar.
Carcoma fiera que devoras ricas tersuras.
Ni los tréboles de cuatro hojas frenan dolencias.
Ni las velas al Rey de Reyes.
Mariposas que tras bello batir de alas se desvanecen.
Se extingue el día y llega a tenebrosa noche.

Demasiado néctar, demasiadas flores

Dando tumbos.
Vagando.
Buscando el tranquilo amor.
Amor que se hace de rogar.
Amor rogado.
He libado néctar de demasiadas flores.
Demasiadas flores solo me han dado efímero néctar.
Rodar por los caminos con las manos ya ajadas.
Que de paz trae.
Que de guerras provoca.
Amor de fuego.
Amor de hogar.