viernes, 26 de septiembre de 2014

Vendado, que no vendido

Soy un ser vendado, pero no vendido.
Soy un ser que se pone en pie, tras haber caído.
Soy un ser zancadilleado, pero que nunca ha zancadilleado.
Si mi ideal no renta, sin renta camino con mi ideal.
Es mi meta mi camino, pero no vale para mi fin el corto atajo.


Uno ve un fruto y sabe como es el frutal

Si el camino de la gloria fuera la maldad.
Sería malo a rabiar.
Pero no es ese el camino.
Por eso estoico aguanto los empellones del zafio.
Por eso aguanto la zancadilla.
Por eso soporto con desdén incluso el plagio.
Lo que el mediocre se lleva entre las manos de mi corazón ha salido.
Y el cielo sabe que del mezquino solo salen mezquindades.
Por eso duermo tranquilo porque lo que de mi corazón brotó ayer, brotará mañana y siempre.
Uno ve un fruto y sabe como es el frutal.

Aunque viva diez veces, el miserable solo atesora miseria

Que miedo tiene el mediocre a la muerte.
Que miedo tiene a abandonar este mundo con un equipaje de miseria.
A llegar ante el altísimo con las manos vacías.
Aunque en su interior él sabe.
Que aunque viviera diez veces.
Con las manos vacías llegaría.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Sin pudor

Ciega la pirotecnia de la baratija.
El cascabeleo de la rima fácil.
El chisporroteo colorista de la cromática del photoshop.
Brilla lo mínimo, mientras se opaca lo máximo.
Ningún pudor tiene el ramplón.
Lleno de recato está el primero y mejor.

Murmullo

Murmullo de trinos en el bosque.
No cruje el suelo húmedo, en el que se descomponen las hojas.
Embruja la sombra espesa del dorado follaje.
Todo es fragor sin rumores, sin cacareos.
El campo no miente.
El pueblo si.

Altar de pajarucos

Deliciosa astucia.
Deliciosos agresores heridos.
Árboles de fuego.
Rezan los traidores en las primeras filas.
Las argucias del sebo. 
El bélico posar de la rabia.
Embriaga el hedor de cadáver, tapado con afeites de sarasa.
Es un parecer de fisuras.
Es un star de maquillados chancros.
Vale tan poco la verdad, que nadie la aplaude.
El pueblo se tira a los brazos del embaucador.
Brazos de grasa y tocino.
Besos de grasa y frite.
Astuta miseria de altar de pajarucos.

El pasajero talento

El pasajero talento.
En la desnudez rendimos imperios. 
Pero no es duradera la furia.
No dura siempre la gracia.
La fresca lozanía de los inocente años.
Hoy nos desean.
Mañana desearemos nosotros.
Desearemos en otros nuestra perdida frescura.

Sin viento nada hondea

Cuando no hay viento nada hondea.
Hagamos que no haya viento.
Hagamos que enmudezcan las banderas de discordia.
Solo existe lo que se le da existencia.
Solo insiste el que ve que se le abre la puerta.

Solo y a solas

Sorbo el café para despertarme y salir ala calle a saciarme de ruido.
No perseguiré conversaciones, solo algarabía y estrépito.
Demasiadas horas solo y a solas.
Para apreciar el silencio hay que empaparse de ruido.

Don dinero

Detrás del dinero no esta la felicidad.
El que persigue la felicidad no acumula dinero.
Con los medios precisos.
Pero sin hacer del medio un fin.
La belleza es estrella de la mañana.
Es luz de conciencia tranquila.
Tiene el día horas para trabajar para vivir.
Y horas para vivir sin trabajar.
Que tu hacienda no le quite horas al sueño.
Que tu hacienda no te quite horas de felicidad.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Seres de hielo

Es la confianza una esencia que en los principios entregamos a cualquiera.
Es la decepción una respuesta a la derrochada confianza.
Hoy muchos llaman a mi puerta, pero en el interior de mi casa casi ninguno entra.
Ya no doy calor a las alimañas.
Porque son seres de hielo que dejan fría mi alma.

martes, 23 de septiembre de 2014

Las cenizas del Condado

La llama es el chantaje, el viento la cesión.
En las berrendas palabras de amenaza crepita el odio.
Luminiscencias de fiera combustión.
Como conceder al que amenaza.
Como rendirse sus demandas.
Si en esa pira todo fenecerá.
El fuego solo genera cenizas.
Y en los Condados, el fuego solo eso generará.

El confort del egoísmo no da la felicidad

Soy el centinela de occidente.
El que nunca duerme.
El trastornado de la perenne vigilia.
El que no puede desenredar lo enredado.
El que persigue los idealizados brillos pretéritos.
A sabiendas de que no volverán.
A las flores solo agua fresca.
Pero el otoño, aun con agua, marchita el color.
Triste es el sino de los altos ideales.
Triste es el valle de los traidores.
El valle de los intereses espurios.
El valle de la vendida ley.
Si siembras odio, solo odio recogerás.
Un mundo que no sabe rezar y no sabe mirar al cielo.
Está abocado a devorarse asimismo, en la espiral de Saturno.

Duele la ofensa

Cuando uno cambia tanto, termina por no ser reconocido.
Sin cimiento que ancle, se va a la deriva.
Ofende la deriva al bien pensante.
Duele la ofensa.
Duele la herida.
Duele la traición en el alma del cristiano.
Muere el humanismo en las siglas que mutan.
Salvar vidas es delito.
Se jalea hoy el acabar con la vulnerable vida.
Duele ver que hoy los ideales son carne picada.

San Lino de Volterra

San Lino de Volterra o San Lino Papa fue el sumo pontífice de la Iglesia católica entre el año 67 y el año 76.
Según las listas episcopales más antiguas de la Iglesia de Roma, Lino habría sido el primer sucesor de San Pedro, al frente de la comunidad romana, por los cual la Iglesia católica lo considera el segundo Papa de los obispos romanos.
Se engalana la plaza de la portada románica, con el color de la gente.
Color de solsticio de otoño.
Color de fiesta en la agria atmósfera de los bagazos de las viñas.
Amarillean los castaños en el ámbar premonitorio del fuego.
Y llega al atrio el olor a tierra fresca.
Rumbosa va la mayordoma cuajada de volantes, más siempre es más.
Y mucho más en los festivos de estilismos imposibles.
Pueblo diezmado en las partidas del hambre de ciudad y progreso.
En la vejez no repuesta.
En los lutos recientes.
San Lino el Grande y San Lino el chico, y su algarabía de gritos y tracas.
Pueblos de piedras más nobles que sus gentes.
Pueblo de fiesta antes de que las noches largas lleguen.