domingo, 14 de octubre de 2012

Gloriosas ruinas

El fin de los tiempos esta próximo, como próxima esta tu cabeza de tu cuello, arrepentíos y caminad por la senda recta, o lo lamentareis. Eso dijo el profeta desde lo alto de las un día gloriosas ruinas.

Caer es solo empezar

La vida es turbia como el virado sepia de las fotos antiguas.
Turbia.......................................como las aguas estancadas repletas de larvas de mosquitos............................. 
Turbia como el alma de los mezquinos,........................ turbia como sus patéticas estrategias.................. 
Y en la turbiedad, estableceréis una nueva escala de colores don de los grises cenicientos serán ahora los blancos níveos.
Esta proclamado desde las altas torres os conformareis con todo, y haréis de lo raso vuestra nueva cúspide.
Caer es solo empezar a rodar.

Los vientos catabáticos

Seré fiel a mi nido.
La especialización nos aniquilara.
No seré yo el estratega de la batalla, me abandonare a tus movimientos.
Tu jugada delatara a tus huestes, y esa sera mi ventaja, el estar prevenido y conocer la posición de mi rival.
El que inicia la partida en este mundo extremófilo, y de vientos catabáticos, pierde.
Serán estas visiones las que me hagan evolucionar.
En el transito sobre el gélido alabastro la cautela mi pilar.
Mas las frustradas expectativas incorrectas ralentizan mi decisión.
Cuando estés en el cadalso entornare los ojos para ver solo medio
dolor.
Ruego y espero que sea fundente el abrazo de tu testa con el barro primigenio de diatomeas.


sábado, 13 de octubre de 2012

Por unas horas

El destemplado alarido de la verraca, me devolverá al mundo.
Las iniciales bordadas ricamente en mi almohadón, estigmatizaran mi mejilla por unas horas, recordándome en los espejo que soy de mi propiedad.

Verde laurel

Ellos no ven tu extremo emergente.
Se pierden en la visión de lo abstracto.
No perciben la atemporalidad de una narración exquisita.
Ni les duele el corazón cuando en cuchillo corta un tomate.
No aprecian las mil costuras de tu túnica, ni el rico bordado de tus diestras costureras.
No ven como brota la sangre de un agujero en una pared verde laurel.
No perciben la niebla de la perdida.
Ni las esclusas por las que se desembalsa el dolor.
Reconfortate en las lagrimas de los que catárticamente han realizado cien visionados.
A veces entre los aplausos se es un maldito, y los aplausos a veces no son una bendición.

viernes, 12 de octubre de 2012

De sed y hastió

Esperando la lluvia, embalso deseos, todo se me antoja fútil, desentrañaré el enigma, mas no sera fácil, se agolpan las pulsiones ante el exiguo aliviadero, las venceré, no me desordenaran, el deseado llanto no llega y mi tórrida piel agoniza en el bravo mar de las insatisfacciones, priorizar, pero cual sera la jerarquía que ponga en pie, no se si pensar o satisfacer, Dios mio sálvame, de esta selva de ruidos extraños, de sed y hastió.

Títere

La piedra tropiezo, dirá de si misma, en un alarde de usurpación que es la piedra clave de un arco triunfal. Y recitará en sus soliloquios que la tierra es bipolar. Y proclamará al mundo a un módico precio, que descubrió la pólvora y la penicilina. Será tal su petulancia que los iniciados, no darán crédito. Y pensarán que el mundo está mal, ya que no puede reconocer e identificar la farsa del usurpador, será el títere de los títeres, pero el sabio reconocerá con dolor que es un burdo títere aplaudido, desazón de desazones en este momento, todo es desazón.

Existencia infinita


Pasamos más tiempo muertos que vivos, y con frecuencia lo olvidamos, nuestra existencia en el infinito ciclo de la materia, estamos más tiempo en los engranajes del cosmos que dando forma y sustancia a nuestros efímeros cuerpos. Pero con frecuencia, todo lo olvidados y de este modo construimos un olvido y desdén generalizado hacia esa existencia infinita y fértil que es la muerte y el entrar en la cadena de los nutrientes que conformarán otras formas, otros cuerpos, otras vidas, que también morirán en un ciclo irredento de roturación y nuevas formas de vidas.



Y detras

Y los murciélagos que habitan tus sueños intentarán que no te despiertes, y así en baldía sucesión pasarán tus noches y tus días. Mas allá de las sombras, existe lo que las produce. Y detras de ese objeto esta el sol.

Entre afeites

Te has despertado, tras el sueño reparador y tras beber un negro café como tu alma, has abordado la extrema tarea de parapetarte tras los afeites, las sombras, los iluminadoras, los delineadores y los correctores ,pareces bella, pero yo se que cuando descansas en la soledad de tu alcoba y te desprendes de todo lo añadido, de todo lo que oculta y todo el artificio, eres una ramplona y vulgar hutía.
Bella murciélaga de labio verrugoso, reina de pretéritas fiestas, bella ruina bellamente apuntalada, por los cosméticos modernos, a mi que no me engañas, te digo te prefiero monstrua y reina de tortuosas callejas, cuajadas de tropiezos y luces pobres que desdibujan atroces verdades, fingir, sufrir, gemir, y después entre afeites morir.

El último suspiro

Y tras vivir llegará nuestra disección, y analizarán nuestra muerte, como si eso nos importara, como si desentrañando nuestro último suspiro solucionaran el drama de nuestra vida. Que paradójico es todo, es necesario morir para que alguien se entretenga en verte, en saber de ti. Cuidemos y escuchemos a los vivos, que los muertos, entre ellos se entienden.


El sucio botín


Y la sifilítica matrona, ajada y marchita, torturada por la demencia y la locura, contará una y mil veces los escondidos talentos, que en la recóndita guarida, no fructificaran. Los estragos de la desconfianza, le impedirán descansar y la torturará el miedo a perder lo poco ahorrado. Y en este desorden terminará olvidando el escondite del sucio botín, e incluso olvidará su manoseada vida, y que una vez tomo la cautela de guardar plata para el por venir. La sífilis que martirizo sus entrañas, en la última batalla, le arrebatará la razón, el recuerdo de quien fue, de que hizo e incluso de cual es el dolor que la postra.

Gris y plúmbea

NO SOLO CREO EN DIOS, SE QUE EL CREE EN MI.
NO HE SIDO CREADO PARA LA MOLICIE Y LA INDOLENCIA, NI PARA LAS PAGINAS EN BLANCO, NI PARA LLEVAR UNA EXISTENCIA GRIS Y PLÚMBEA.
HE SIDO CREADO PARA VOLAR, SER CHIRRIANTE, PROTESTATARIO Y CONSTRUCTOR. NADA DE DÍAS EN BLANCO, MIS DÍAS SON DÍAS DE BATALLAS, CONTRA LO INJUSTO, CONTRA LO NUCIENTE, A FAVOR DE LA EMPATÍA, DE LA BENEVOLENCIA, Y DE EL DESEAR Y CONSTRUIR PARA EL OTRO, EL HERMANO LO QUE PARA NOSOTROS DESEARÍAMOS O CONSTRUIRÍAMOS...............

Localismo

Tu localismo impedirá que medres en el amplio planeta.
Sabes que la membrana que separa tu mal llamado reino, es osmótica, seguro que no sabes lo que es, búscalo y de paso leete un libro de objetiva historia.
Te pierde un delirio mortal, construido en un pantano aislado y nada rico en nutrientes, y sofocado en el vicio de los dinamitadores de sistemas. 
Rastro de sangre de cioanótico azul mortal esas son tus estrellas, chisporroteo al final del tunes. Cierra los ojos y descansa que Bruto te va a dar la estocada. 
Es monumental el vendaval que hace ondear la bandera de Aragón en tu plaza.

jueves, 11 de octubre de 2012

No quiero tropezar

Tengo sed mas no quiero saciarla, con una esponja empapada en vinagre e hiel. 
La razón construye, la sin razón destruye.
Dime ahora que te pregunto, en que bando te encuentras, para que no me pierda yo en la fragilidad y el desconsuelo de los castillos de arena.
He puesto mis cartas sobre la mesa, y me dices que ya iremos viendo, que hay que dejarse llevar. Mi reina no opina lo mismo, y no esta dispuesta a sacrificar peones en un estéril campo de batalla.
Y yo vuelvo a preguntarte, cual es tu orografía, para que sin tropiezos transcurran mis aguas por tus tierras.
Soy consciente del poder erosivo de mi tesón, pero no me gusta fluir violento. Si no ir placido, lamiendo llanos, acariciando valles. No quiero tropezarme, con escarpadas montañas, que estanquen mis aguas, y en la quietud de los embalsados deseos se descompongan.
Dime lo que quieres y moderare mi caudal.
El fruto de tus tierras se lo debes a mi vivificantes aguas. Soy paciente, esperare tus insolentes barbechos, pero no olvides que la cosecha con sus réditos la espero recoger.