domingo, 28 de octubre de 2012

Dos

Nos hemos abandonado.
Los dos viales de la carretera.
Los dos lados de la cama.
Nuestras dos manos.
Siempre hay una segunda opción.
No te sorprendas.
Tu también habías decidido que tenias otro interés.

El raro precio

Todo en mi despertar es un desaparecer.
La jaula vacía me contó ayer tus execrables cuitas.
Condenado a morir, en el sueño, en la vigilia, día a día.
En la porfía se gasta el azogue de mi vulgar brillo.
Entre claveles y geranios.
En medio de.
Esperando el oportunismo.
Perdido por la necesidad.
Todo peca de salado o de carente de sal.
Cierra cuando entres.
Cierra cuando salgas.
Que al atmósfera que nos da la clase no puede escapar.
Cocinas de lumbre donde todo se quema porque todo arde.
Donde hozan los jabalíes están los restos del festín.
El raro precio de la deseada libertad.




Me reharé

En el laberinto alambicado de interconexiones, fingen desconocerme.
Es tan fácil hacer leña del árbol caído.
Me abandonáis en mis demandas, cuando mi mano regalaba dones, siempre tuve el favor del vil vulgo.
Todo esta tintado, sera la tinta, sera el tinto.
Sin clase, desclasado.
Cualquier color puede estar manchado.
Boca negra.
Mano negra.
Peste negra.
Negro oro.
Negro inmaculado.
De todos los daños e impactos me reharé.
Abandonado de la mano de Dios.
Se que no me vas a ayudar.
Todo es corto.
Todo esta desplazado.
Me siento desheredado.
Desubicado.
Decolorado.
En el infierno hay vida, quizás sea mas gratificante vivir allí.




viernes, 26 de octubre de 2012

Morir o estallar

Orada mi corazón la víbora dolor.
No se desahoga mi pecho.
Lo encharcan las reprimidas lagrimas.
Y es morir o estallar.

Limitado e infinito


En el abrazo que ya nadie profanara, me dormiré y contigo me iré.
En los envolventes y níveos copos mortales, en la eufórica cúspide, todo lo abandonare.
Liado y libre estoy.
Nublado y claro.
Lucido y ofuscado.
Pendiente del tiempo y desnortado por el.
Limitado e infinito.
Trascendente y apocado.
Muerto y vivo.
Ávido de plantar batalla y estimando la paz de la rendición.
Aúllan los lebreles a la puerta de la casa de mi Dios.
He renegado de El, debido a su indolencia.
Y no quiere que entre, yo se que he pecado, pero donde esta su perdón infinito.
He abandonado tan poco la senda recta.
Si hubiese sabido que con algo tan nimio sacrificaba mi vida eterna, me hubiese desviado mucho, mucho mas.
Tanto que temblaría Dios ante mi desvió.
Solo mi Dios que lee mi pensamiento, de mi treta se percató.

jueves, 25 de octubre de 2012

Dolorosa y atroz


Vuelvo a estar endeudado y enredado por la cinta color magenta.
Dios me ha tocado con su dedo y es soberbio.
Tomaré café para soportar el velorio de rezos.
Todo lo pido y nada se me concede.
Siento los delirios de la altitud.
Me preparo para recibir el golpe valioso, me asestaran el certero tajo, y nada, nada brotará.
Me nombras para que yo te nombre y en la cadena de alegaciones existir.
Desisto, insisto, persisto, me desordeno en el devaneo estéril de soportarte.
Sin ti no existo, sin mi no existes.
Rebaño de zafios, que moráis a mis pies.
Nos lo contaremos todo, en un debate a muerte.
¿Eres tú el que deseas, la mía?.
Miasma, limaron, mucilago, fragmento de seta mortal que he vomitado sin que entrara su toxina en mi rojo torrente.
Me miras y te miro, seremos imágenes especulares que se remedan en las acciones.
Isocefalia, bicefalia, tormentos de bello can.
Has caído en la trampa, en tu trampa, en mi trampa, en la espiral de alegaciones.
Solo se salvará el fruto de tu ruin preñez, para que de turbio y ponzoñoso testimonio de todo.
Eres alacrán al que me gustaría rodear de fuego para que tu veneno tu solo te inocularas.
Te deseo la muerte, mil muertes y todas ellas las imagino de forma dolorosa y atroz.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Interesada transacción

El corazón no se entrega se vende al mejor postor en justa e interesada transacción.

Ametrallado


Ametrallado por los que acogí en mi seno como amigos del alma.
Las mayores traiciones son las de los seres a los que amas como iguales, y desde la igualdad y la corta distancia, a quema ropa te ametrallan con la indolencia de un troyana que ha franqueado el umbral de tu casa.
Ver para aprender y en el aprender llorar amargamente.

Cómica impostura

Flotare sobre el sermón de vulgarismos.
No me encandilaras.
No anhelas de forma sincera la verdad.
La verdad inmutable, primera y subyacente.
Eres el adverso y narcótico bienestar.
Mil felicidades por querer arruinar mi corta existencia.
Es inútil, mentir es disimular y disimular es mentir.
Laberinto de cómica impostura.




Yo

El espacio soy yo.
El tiempo soy yo.
El baluarte soy yo.
Soy el fuego tórrido.
El claro saturado de oscuros.
El mirlo blanco.
La clave del éxito.
El viciado aire de las alcobas donde fornico.
Gema rara, embudo, marro silíceo.
Alcantarilla e hipócrita y encopetado salón.
Soy principio y fin de mi desorden.
Soy bucle de mi mismo.

La casa del Dean


Untare la rebanada de pan con melancolía y la mojaré en el frió café de la tristeza.
Tras la retícula de hierro del ventanal, en el corral muere el limonero de luna y la higuera se desnuda para que  la lave la llovizna.
La hierba luisa de Caridad, continua frondosa en el gran parterre.
Ya coloniza el suelo el verdín.
En la autarquía de la casa del Dean, reniego de mi fin.
Respiro hondo y me diluyo en la vida de los míos.
Soy parte de estas salas de pétreos dinteles y gruesos portones.
Desván de manzanas y baúles.
En el corral Bernarda aúlla al esquivo sol.
Frió solariego de recuerdos y fotografías sepias.
Bodegas de cruel velocidad.
Sois tantos los que sin estar, estáis.
Casa limbo, donde acumulo y atesoro, en al estanqueidad de los arcos férreos, que cierran a la luz el paso y ocultan el dolor al indiscreto pequeño mundo.
No tengo amistades permanentes, solo el interés permanente de la obsesión por mi llena de espíritus, casa.

martes, 23 de octubre de 2012

Tantos traidores


Tus soflamas incendiaran el monte para cazar al desangelado conejo.
Cuando yo duermo ¿quien me vela?
Diatribas espeluznantes, que vician los postrimeros aires.
Tras expurgar la cizaña, que claridad.
Las amistades obsolescentes.
Todo es caduco en la viña del señor.
Torres de envidia, que no envidiadas.
Expúreas traiciones, de raquíticos frutos.
Ya no tienes sombra, ¿brillas ahora?.
¿Quien vela mis sueños entre tantos traidores?


Narciso es mi mentor


La súbita sospecha me mece en torturadora pesadilla.
Amor que reverencias en misteriosos rituales el mito gozado entre símbolos falaces, nostalgias y melancolías.
Tras la profunda aventura regresare a casa, con la esperanza de ser reconocido.
Te antepuse a todo, y ahora todo esta ante ti interpuesto.
Hoy prodigo vuelvo insatisfecho, hambriento y defraudado.
Desconsiderado interés que castigas mis ruegos.
Imploro tu afecto en la tormenta de desdenes, trasfondo de la descomposición.
Me separo para librarme de tu entristecedora influencia.
Y veo tras retirarme un paso, tu ausente apego y lealtad.
Goce efímero que nublas el mundo, dilúyete.
Esfera imprevisible de reajustes, por compasión se propicia en los largos días de oscuridad otoñal.
Las tres cruces en el Gólgota no representan solamente el triunfo de la virtud sobre el vicio.
El blanco es mas blanco al lado de la tiznante mancha.
No soy dueño de mis actos, el desamor maneja mi mano y sin pulso hago borrones.
No creo en la casualidad de mi pecado, es culpa de Dios.
Me reconfortare en la impunidad de los antihéroes.
Los amedrentadores, me obligaran a ser un funambulista.
A la DIESTRA Y A LA SINIESTRA ESTA EL VÉRTIGO.
Espeluznante y favorito es mi pecado, Narciso es su mentor.

lunes, 22 de octubre de 2012

Tu voraz culto

En el fondo de la zanja contentare a mis Dioses.
Para ti es el obelisco de miserias.
La obra del hombre a el le supera, pero al tiempo nadie le ignora.
En el punto de embarque, hacia la isla de la gran duna, la voraz.
En el pequeño habitáculo, con la frente pegada al crismon.
Sentiré la delicada labor en la fría dorelita.
Dura orilla de llanto y sudor.
Se que no eres tu el que demanda esta ofrenda, es la alcurnia de tu sumo sacerdote y su celo en pasar a la historia.
Seré el moscóforo que acarree para tu loa, los sillares, las dovelas, los capiteles, los dinteles y las jambas.
Todo sera poco para ti , aunque se que mi entrega anónima en los años se diluirá, solo los tiempos futuros recordaran la vanidad de los jerarcas que ofician hoy tu culto.




Pusilánime indolente

El arado temor, arara la duna y la regaras con mi sangre.
Mi arrastrado honor por la yerma arena dará frutos, frutos de hiel.
Sera la sugestión, mi autoengaño el que haga que te perdone.
Y lo mas grave, sin que tu me hayas pedido a mi perdón.
Virgen negra de pena negra, perdóname tu mi desatino.
Tropiezo de nuevo en el minimizar.
La asesina imposición de la sectaria razón, urde estrategias al amparo de mi complacencia.
Mis mejillas mil veces abofeteadas, se duelen en el esclavo bucle del soportar.
Libre albedrío de vanidades, que en quimeras ahogas tropeles de tontos y de pusilánimes indolentes.