Para ti es el obelisco de miserias.
La obra del hombre a el le supera, pero al tiempo nadie le ignora.
En el punto de embarque, hacia la isla de la gran duna, la voraz.
En el pequeño habitáculo, con la frente pegada al crismon.
Sentiré la delicada labor en la fría dorelita.
Dura orilla de llanto y sudor.
Se que no eres tu el que demanda esta ofrenda, es la alcurnia de tu sumo sacerdote y su celo en pasar a la historia.
Seré el moscóforo que acarree para tu loa, los sillares, las dovelas, los capiteles, los dinteles y las jambas.
Todo sera poco para ti , aunque se que mi entrega anónima en los años se diluirá, solo los tiempos futuros recordaran la vanidad de los jerarcas que ofician hoy tu culto.
Dura orilla de llanto y sudor.
Se que no eres tu el que demanda esta ofrenda, es la alcurnia de tu sumo sacerdote y su celo en pasar a la historia.
Seré el moscóforo que acarree para tu loa, los sillares, las dovelas, los capiteles, los dinteles y las jambas.
Todo sera poco para ti , aunque se que mi entrega anónima en los años se diluirá, solo los tiempos futuros recordaran la vanidad de los jerarcas que ofician hoy tu culto.
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