En la vorágine dramática en la que tus días se desenvuelven, llorarás pesadas lágrimas, que plomizas caerán al vórtice oscuro de la defección. Y el dolor endentará tus traiciones, y te construirá un agrio y endevotado féretro, a quien rezarán por ti y quienes asistirán a tus misas .Ni tu zalamero perro, ha soportado el pobre rezago de tu afecto. En la rapiña que sucederá al revuelo de tu nada seguido luto, se fundirán tus joyas, se destejerán tus trajes, se desmontará tu casa y tus palabras escritas arderán en pira, que te borrará. Llora hoy, porque mañana, dada tu siembra, no existirás.
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