miércoles, 14 de noviembre de 2012

Un placer de colisión

Esta en boca de todos tu nulo dominio sobre tus apetitos y tu carácter. 
No hay nada que descontrole mas a la hidra que la insatisfacción en la satisfacción de las básicas pulsiones.
El ansia por comer te nubla la mente.
Mente incapacitada para la sublimación y la empatía.
Dime de que presumes y te diré de que careces.Ni una mota de polvo hay en tu casa, tampoco hay mucho mundo, ni mucha cultura.
Viajar no significa tener una mente viajada.
Y la aculturación es una de las muchas manifestaciones de la incultura.
No subestimes, lo que te dije es poco, en tus entrañas hay mil defectos más, que sacados a la luz te dolerían en extremo.
Necesitas tropa para enfrentarte a mi, bravo por mi, porque eso significa que para rendirme o intentarlo necesitas aliados.
Si yo fuera tu único choque estimaría que quizás la culpa es mía, pero dado lo tendente que eres a la erráticas colisiones, y tu talante protestón y picajoso, se que la colisión a ti se debe. 
Intentaste ofendes y fuiste ofendida, necia virgen cuya virginidad no tiene merito ante la ausencia de deseo. 
Ser tan fea y permanecer célibe no tiene ni gracia,  ni esfuerzo, ni valía.
No seré yo ya quien apuntale tu torcida zarza, plantón de cardos, necedad supina encaramada a la cúspide de algo, que ni tu misma sabes que.
Termino me encanta, escribir entre lineas es fascinante, nadie se entera, pero quien tu quieres que se entere, se ofende y duele, adiós y ha sido un placer de colisión.......................

lunes, 12 de noviembre de 2012

De vino tinto y budas


Sé que no terminarás vistiendo santos.
Pero si Buda necesita ser vestido, te llamarán................
No es más rica la que más dinero tiene, si no la que menos acomplejada está.
Vino tinto abocado a servir para cocinar callos..................

En una mástaba



Las últimas voluntades nunca a todos complacen.
Con mi sangre litigaré, porque mi sangre me estafó.
Legado de expolios.
Legado expoliado.
La suerte de tus tesoros tu bien la sabes.
Hienas moteadas y heredipetas.
Idolatráis la carroña y el anhelado botín.
No dormís soñando que es vuestro, lo que al que todavía no a muerto continua perteneciendo.
Es artificiosa vuestra dicción.
Engolado gimiqueo, relato bucle con profundidad de charco.
Seres de ausente belleza, que ajáis postrimerías encerrando familiares en sórdidos cubiles.
La importancia de estar enterrados en una mástaba.
Damas bobas del séquito de una segundona cortesana.
Brillo de chacha, maquillada con los cosméticos robados a su señora.
Cantaros de barro con ansias de ser porcelánico jarrón.



Las urticantes camelias

Condenado, sepultare las urticantes camelias que un día en el pelo lució mama.
Lo haré en la tierra parda que abonan mis ancestros, los bellos seres que me dieron la vida.
Las lluvias ácidas lo asolaran todo con su torrente torrencialidad.
Almas negras vuelan en círculos sobre la catedral que mutilo el rayo.
Pende inestable, la araña herida, del dañado cimbórrio.
Tiempo de rosarios en la tormenta de hambres, que no sacian ni el cuerpo del hijo de Dios.
Mundo enconado de extremos, donde solo los seres extremófilos, tienen papeletas para el cada vez más azarístico futuro.
Torres de perdición, altares, aras de suicidios.
No quiero ser yo quien ponga fin a mis días, dejare que la inclemencia de lo incierto y postrimero me rinda.
El crismón que tatué en mi pecho ni siquiera es un freno para la voracidad del aberrante mal.
Mi escritura siempre ha desobedecido al pautado papel.
Letras torcidas y tumbadas que vaticinan el vulcano supurar, del ultrajado y ya nada azul planeta.
Alucinar para que la realidad supere a lo alucinado.
La carroña sera un exquisito manjar en nuestra dieta.

domingo, 11 de noviembre de 2012

La daga de la mano amiga

Si me ves solo es porque así yo lo he elegido.
Elijo con exquisita exquisitez mis pocos amigos.
Rindo pocas cuentas, porque poco pido.
A mi corazón difícilmente el dardo alcanza.
Solo me daña quien consiento que entre en mi casa.
Es la daga de la mano amiga la que si me ves llorar desgarro mis entrañas.

El cortafuegos

Han sido tres años, se que no erais conscientes de mi labor de desmonte.
Siempre estime como conveniente depender poco y si es posible nada.
Hoy pensáis que me habéis repudiado y no es así.
Soy yo el que entorno a mi bosque he creado un gran cortafuegos. 
Ansiáis, no hacer leña de mi árbol caído, sino hacer cenizas mi bosque que esta en pie. 
No os disteis cuenta que todos los martes se ausentaba de vuestra mesa el garbanzo negro.
Que poco reparáis en los pequeños y lentos pasos, que os digo son los que más alejan.
Enquistado estoy a vuestros daños, rodeado de este cíngulo vasto de cautelas, páramo ancho por el que puedo ver acercarse a la zorra.
No os atribuyáis merito alguno, ya nada de vosotros me sorprende y daña. 
Lejos de vuestras manos, ni siquiera acertaríais catapultando lanzas.
Duro fue el invierno, pero hoy en mi cálido y nuevo seno descanso tranquilo.
Mi ausencia fue comiéndose a mi presencia, y vosotros no presentisteis mi falta hasta que mi falta era tan completa que ya de nada os valían vuestras absurdas tretas.
Lejos estoy ya de vuestro dañino fuego amigo.




sábado, 10 de noviembre de 2012

Heredipeta

Ebria depravación de heredipeta.
Brusca es al ofensa, y lenta la cura.
Henchida y locuaz ponzoña de vieja acicalada.
Arpía curtida en malas mañas.
Odre, pellejo, fardo de cardos.
No espantas al tiempo, el tiempo te espanta.
Y los espejos del brillo de manteca de tus afeites se espantan.
Herida larga y sufrida.
Condena perpetua.
Hondo dolor.
Rémora.
Mala calaña.
Infértil estiércol.
¿Por donde vas?, para contigo no volver a tropezar.




Sangran mis plantas

Diseminados, dispersos, perdidos, desperdigados están los daños por mi salón
Mil cristales diminutos y punzantes sobre los que obligado camino descalzo.
Bella cristalería que un día cuide en le vitrina de mis afectos.
La habéis roto, y habéis esparcido con inquina los cortantes vidrios por mi morada. 
Zahorra de ofensas, de desaires, de desprecios, de criticas que han precipitado punzantes en el arabesco borracho del suelo de mi casa.
Nada me turba, nada me espanta, solo los finos cristales hieren y hacen sangrar mis plantas.

Lo que más desgasta

Vendaval de recorrido corto y dañino, que te alias al frió extremo para resfriar mi alma.
Nada ya me ciega, nada ya me frena, nada ya me impide cerrar la puerta y dejarte fuera.
Fuiste clave de soberbio arco triunfal.
En ti cimenté mi gloria.
E hice descansar sobre tu antaño regia dovela todos los empujes de mis afectos e irredentas furias.
No soportaste nunca bien la atmosférica meteorización, ni la metralla de las malintencionadas palabras, verbos de dolor, que azuzaba la envidia.
Ya no tengo clave, pero tengo arco, he diseñado un nuevo y equilibrador sistema de empujes y sigo en pie.
Nada es imposible, pero es cierto hay cosas que son insoportables.
Fina arena que destroza con la caricia de su arremetida, complicadas edificaciones.
Nada esta a salvo en el laberintos del desgaste, pero no creer y desconfiar es lo que más desgasta.

Mis salvíficos canes

En un océano de plata surcado de caballitos de hojalata, estuve descansando ayer.
En la finísima arena de brillantes diamantes.
Me lamían canes con soberbias cornamentas de ciervo, espectaculares ramificaciones de color coral.
Me sanaban de las llagas que me habían causados mis traidores amigos, los que en treta injusta creyeron que podían hacer leña de mi árbol caído.
Y ya bajo la expectante mirada de los gatos alados de cabeza corazón me recuperaba confortado por los mil besos de mis perros oníricos, que eran como Tirma, Heliogábalo, Claris, Pepe, Dámaso, Liberto, Bernarda, Budy, Kuki, Saritísima, Ludivico, Alarico, Tadeo, Bruto, y mil, mil más.
Medusas como complejas arañas de cristal de trece luces surcaban las alturas, cabalgando olas con los bellos peces mariposa de tonos opales, verdes malaquita, azules turquesa, y brillos cegadores de berilo.
Bellísimo el Salón de la rocalla del palacio del rey pez espada, que nada belicoso, me recibió enfundado en su plateada armadura.
En los arrullos del oleaje, en el encopetado salón, en un trono de perlas barroquísimas, en la presencia del complaciente rey pez espada, y sanado ya por los besos de mis fieles ángeles que me acompañan donde quiera que voy. Me dormí, y volví a despertar en la vida real, donde estaban también para quererme y adorarme mis canes salvíficos, mis incondicionales canes, presentes, ausentes y venideros, corte de cálidos afectos que me envolverá por eternidad de eternidades.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Malo soy mejor

Garbanzos negros.
Es la inteligencia la fuerza capaz de levantar las más altas cimas y las más hondas simas.
No te preocupes no hablo de ti.
En este barbecho de perdón.
Ni lo puedo pedir.

Ni lo puedo dar.
Si soy la Más pura iniquidad.
Si soy la más pura bondad.
En mi juventud mi cauce lo arrastraba todo.
Ahora los cantos lesivos los voy depositando en el lecho fangoso.
El sitio propicio para los dañinos personajes de miseria.
Extravagante taxidermista, el que te frunció el ceño.
No lo aplaudo, pero si te arreglo y ahora estas mal, imagino que antes estarías peor.
Cuando soy bueno soy muy bueno, pero cuando soy malo soy mejor.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Jarrones chinos

La complicada estética que nos imponía mama.
Eramos muñequitas en sus manos.
Los chillones colores, pero exquisitamente combinados.
La ambigüedad de nuestro estilo.
Pajes, reinas, príncipes de otro tiempo.
Personajes de los cuentos que ella de pequeña leyó.
Fuimos seres diferentes, atormentados por ser siempre el foco de todas las miradas.
Eramos bellas porcelanas de vitrina.
Raros y coloristas jarrones chinos.
Las muñequitas de porcelana de mama.
Ha pasado el tiempo y lo recuerdo con nostalgia.
Mama nos hacia brillar.
Perfecto, estanco y envidiado pasado que ya nunca volverá.




La fría caricia

Tan próximo que puede ya tocarme.
Esta ya aquí con su fría caricia.
El desestabilizador invierno.
La soledad de los días cortos.
Los húmedos charcos.
La llovizna gris.
Y la estremecedora sensación de abandono.
Si ya no estoy en tu vida.
Si ya no estas tu en al mía.
Vació que hoy es más grande.
Largo pasillo a oscuras.
Las lagrimas enfrían mi rostro en las primeras mañanas de la antesala del invierno.........................


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Fin de nada

Iniciando o finalizando.
No hay inicio sin fin, ni fin sin inicio.
Una cerveza sucede a otra.
Bucle sin fin.
Aturdido para no sentir la decepción.
El humano lamentablemente tarde o temprano te defrauda.
Ebrio lo llevo mejor.
Mi gran amiga la dipsomanía me ciega, para no ver la mugre de mi sobrepasado entorno.
Herido, dolido, pero no hundido, continuo en pie.
Ya sin fuerzas por hoy me dispongo a rendirme en el narcótico y reparador sueño.
Mañana sera otro día, quizás mas atroz que hoy.............................




El festín de las alimañas



Miserable sigilo.
En la más alta rama.
El amplio desierto.
El confín de tu reino.
Buitres planean en círculos.

El oportunismo del comerciante de cadáveres.
Esperar el último suspiro.
Evaporada el  alma.
Comienza el festín de las alimañas.
Nada han pagado por al sabrosa transacción.
Nada deben.
Solo la espera les debe.
Esclavos de gratuitos vicios.
No es la belleza la que os hace medrar.
Es la adaptación al fin.
Fin de otros, principio vuestro.
La vida frágil y efímera a vosotros os da la vida.
Lastima que no devoréis almas.
Nunca alcanzareis la perfección.
Planeareis sobre ella y esperareis que tropiece.
Vulgar, muy vulgar sino.