domingo, 11 de noviembre de 2012

El cortafuegos

Han sido tres años, se que no erais conscientes de mi labor de desmonte.
Siempre estime como conveniente depender poco y si es posible nada.
Hoy pensáis que me habéis repudiado y no es así.
Soy yo el que entorno a mi bosque he creado un gran cortafuegos. 
Ansiáis, no hacer leña de mi árbol caído, sino hacer cenizas mi bosque que esta en pie. 
No os disteis cuenta que todos los martes se ausentaba de vuestra mesa el garbanzo negro.
Que poco reparáis en los pequeños y lentos pasos, que os digo son los que más alejan.
Enquistado estoy a vuestros daños, rodeado de este cíngulo vasto de cautelas, páramo ancho por el que puedo ver acercarse a la zorra.
No os atribuyáis merito alguno, ya nada de vosotros me sorprende y daña. 
Lejos de vuestras manos, ni siquiera acertaríais catapultando lanzas.
Duro fue el invierno, pero hoy en mi cálido y nuevo seno descanso tranquilo.
Mi ausencia fue comiéndose a mi presencia, y vosotros no presentisteis mi falta hasta que mi falta era tan completa que ya de nada os valían vuestras absurdas tretas.
Lejos estoy ya de vuestro dañino fuego amigo.




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