Si me ves solo es porque así yo lo he elegido.
Elijo con exquisita exquisitez mis pocos amigos.
Rindo pocas cuentas, porque poco pido.
A mi corazón difícilmente el dardo alcanza.
Solo me daña quien consiento que entre en mi casa.
Es la daga de la mano amiga la que si me ves llorar desgarro mis entrañas.
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