lunes, 5 de noviembre de 2012

La estela de la celebridad

Me vuelvo contra ti porque el sino así lo quiere.
Vendemos nuestras destrezas al mejor postor.
Y es la siniestra quien compra destrezas.
Trágica obra de arte en movimiento.
Pavesa de lo que un día fue refulgente llama.
Agonía y belleza van de la mano por el inhóspito jardín.
Nunca son suficientes facetas.
Siempre es insuficiente el brillo.
Nunca se esta lo suficientemente alto.
Nunca uno es lo suficientemente inalcanzable.
La soledad del brillo.
La soledad de la altura.
La tristeza de ser inalcanzable.
La maldición de la estela de la celebridad.
Todo esta enturbiado por el turbio deseo.




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