Fatiga el camino de brumas, entre los húmedos helechos de la ascendente cuesta de sierra.
Si supiera retroceder, volvería para refundirme y desechar idioteces y cabezonerías.
El peso de la falsa moral, del rasero y la clase.
No ennoblece la farsa, sino el claro andar disipando las cansinas brumas, que ocultan traspiés.
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