En la sinfonía del chapoteo.
Del ruido del agua en los charcos.
Pesa el plomo del cielo.
Pero no termina de vaciarse de agua.
Se empapa todo de verdín.
Y no hay ni yesca para encender el fuego.
Se sostiene con alfileres nuestro estado del bienestar.
Ni las alfileres son nuestras, las hemos alquilado.
Hasta cuando podremos seguir pagando este estado que se deshilvana.
¿Cuando se derrumbará este castillo de naipes?
Donde ir que no haya humedad.
Donde ampararse que no llueva.
Con que colores pintar si solo tengo gris.
Gris invierno de humedad y lluvia.
Todos los días doblan, a ver cuando doblan por ti.
Tierras de validos.
De merodeadores de favores.
Halagos para comprar plazas.
Plazas rendidas con halagos.
Lo más básico compra a las altas instancias.
Escritores de régimen.
Pintores de régimen.
Actores de régimen.
Gobierna el firmamento el régimen.
Y uno no es una estrella mediática si el régimen así lo decide.
Las dificultades curten y te preparan para venideras contiendas.
Pero también tantos roces laceran y hay heridas que se infectan y matan.
Líbrame Dios mío de tanta calamidad, que me da fiebre tanto traspié.
Cortejan la corruptela fieles lanceros, mercenarios de régimen.
En todo mete la mano el poder y con nada se sacia.
Tentáculos que manosean leyes para salvar del merecido castigo correligionarios.
Como vencer al vencedor si traza impune las reglas de la batalla.
Balanza que pesa delitos según a que bando estas adscrito.
Subdivide el salario de subsistencia el gobernante.
Priorizando en fanfarrias que gustan a su corte.
Ejercito de representantes, rémoras, parásitos de los representados.
Tanto lobo para tan poca carne.
Subsiste el famélico rebaño en las tierras de los hipotecados pastos.
Lluvia que solivianta espíritus delicados.
Es tu tesón en estos días inundar el mundo.
Llora el cielo lo que el hacedor de desgracias e indolente hombre no quiere llorar.
Sinfonía de grises para velar malas acciones.
Torrencialidad para lavar la sangre de las especies que cada día a la extinción empujamos.
Soliviantado, cada día siento ser menos humano.
Piso charcos de amapolas.
Mientras extraigo espinas de mis manos.
Es el daño colateral de tener un corazón abierto.
Siento tanto lo que siento, que sentir me duele.
Adivino el daño en los ojos esquivos.
Adivino en daño en el estrechar las manos.
Espinas en mis ojos, que tras enjugar mis lagrimas pasan a mis manos.
Hacen las impurezas inaccesible el alma.
Nos corrompemos en los emplazamientos malditos.
Nos corrompemos con las amistades malditas.
Todo ello nos genera costra y dolencia.
Y entramos en el circulo de los desordenados balbuceos.
En el circulo de la apariencia conveniente.
En el malestar donde se cuecen los rechazos.
Por las impurezas nos separamos.
Por las impurezas nos separan.
Rótulos de neón que en realidad ni dicen lo que ofertamos, ni dicen lo que pedimos.
Vendemos equívocos.
Nos pagan con errores.
Transacciones calamitosas.
Cuanto agota el silencio.
Percibir el silencioso ruido del aire.
Recorrer las paredes vacías.
Sentir que de aquí está todo ya ausente.
Viajaré para buscar el ruido.
El ajetreo de la vida del mundo.
La plenitud de las paredes borrachas de descriteriados graffitis.
Todo lo que haces el mundo lo ve.
No existen las siete llaves.
Nada es impermeable a la propagación.
El mundo ve el fingido ser y estar y el fingir poseer.
No seas quien no eres, porque el mundo ve quien realmente eres.
Que no caminen de la mano padecer y parecer....
Hoy pasan inadvertidas las tragedias en el charco que es este valle de lagrimas.
Siento el rocío en la sequedad de mi rostro.
En la confusión del tumulto que coagula la circulación de la calle.
Paraliza la vida este oscuro día de orines y colores grises verdosos.
Hay silencio tras los petardos y los perros recuperan el sueño.
Mientras en las hileras de macetas llueve a cantaros.
Hoy no obran milagros las vírgenes de palo, llenas de lamparones de cera.
Hasta Dios descansa los días que llueve tanto.
Año nuevo de niebla, lluvia y ahora de campanas que doblan.
Siempre hay quien empieza al año a lo grande, con grandes cambios, cambiando de reino.
Día de año nuevo de frió y muerte.
Corren las calles ríos de agua.
Estrena el año, entre la niebla, la guadañadora.
¿Para qué tener en cuenta algo que ni puedes cambiar y además sabes que mañana se volverá a repetir?
Uno es libre de forma muy, pero que muy entrecomillada.
Ser libre no excluye caer en la red del mi.
Siempre se es de alguien, siempre te debes a alguien.
Es la red de servidumbres y renuncias que uno asume al ser parte de un todo.
O asume con el vinculo de sangre previo a nuestro alumbramiento.
Somos de mama, mama ordena y manda en tu vida como si nunca hubieras sido destetado.
Mama hace lo que le da la real gana pero lo hace por ti.
Y tu no puedes hacer casi nada sin su beneplácito, aprobación, recriminación o reproches
Ellas viven proyectadas en tu vida y máxime si eres soltero, porque en ese caso no tienen rival.
Mal que nos pese, somos de MAMÁ y estamos sujetos a sus caprichos, lagrimas y chantajes...........