Besos contenidos de amante descontento.
Lagrimas reprimidas para no mostrar dolencias.
Limpio el almíbar de mis labios para no atraer moscones.
miércoles, 8 de enero de 2014
Flores añiles
Me curte la lluvia.
Me curte el sol.
Me curten los años.
Maduro entre penas, castaños y flores añiles.
Me curte el sol.
Me curten los años.
Maduro entre penas, castaños y flores añiles.
Ladrones de lana
Si hacer ruido en calle, puedes robar en silencio en el interior de la casa.
Sorprende llorar por la oveja robada, cuando reías cuando tu y los tuyos robaban del rebaño toda su lana.
Islas de costas acantiladas
Se lamenta la ola al morir frenada por la áspera roca.
Es la suerte de la orografía de nuestra costa.
Envidia entre espumas, la muerte ligera de las compañeras que mueren en la suave arena.
El destino nos manda escoyos contra los que bravos fenecemos,y nos rompemos en bella y efímera espuma.
Espuma de corrientes y oleajes, de puertos cerrados y destinos forzados.
Islas acantiladas a las que su aspereza lamemos, con el fin de poseerlas en el fundente amor de la muerte en la arena.
Es la suerte de la orografía de nuestra costa.
Envidia entre espumas, la muerte ligera de las compañeras que mueren en la suave arena.
El destino nos manda escoyos contra los que bravos fenecemos,y nos rompemos en bella y efímera espuma.
Espuma de corrientes y oleajes, de puertos cerrados y destinos forzados.
Islas acantiladas a las que su aspereza lamemos, con el fin de poseerlas en el fundente amor de la muerte en la arena.
Estrellas de una noche sin firmamento
Todas las furcias son iguales, cantaros seriados, operadas en la misma clínica taxidermista.
Obsesionadas por la vulgaridad, por el
exceso de formas, por la voluptuosidad de la silicona, adherida a chasis
esqueléticos, fruto de las desordenadas ingestas y el tabaquismo.
Todas se remedan, en las inoculadas
tendencias, vendidas por cirujanos carniceros y desaprensivos que llenándolas
de costuras hacen su agosto.
Vulgar y previsible es su vida, del jergón
a la temprana sepultura, sin haber sido amadas. Solo usadas como muñecas de plástico,
de plástico vivo.
Les ciega la euforia del piropo del hambre del camionero, el
halago a media luz y los billetes que les posibilitan un nuevo retoque, un paso
más hacia el esperpento, el ideal circense del lupanar, la atracción más buscada
del momento, ansia de torturador star.
Un costurón más en sus recosidos cuerpos, carne de cañón de una
moda que para nada, en la obscuridad del cubil sirve. Pero que contenta al
proxeneta, que las explota y presume de mercancía en la barra de los
tugurios de alterne, en los que las degrada por una protección que no
necesitarían si no hubieran decidido ser estrellas de una noche sin firmamento.
Al final siempre escampa
Todo al final escampa, al final siempre sale el sol, tras el cautiverio de nubes y barrotes finísimos de agua.
Sale el sol y aparcas a los necios y a sus necedades y olvidas la lluvia y solo te quedas con su vivificantes efectos, todo esta verde, todo esta fresco.
Sale el sol y vuelves a ser tras el forzado retiro la misma rutilante estrella, con más brillo aun, el brillo almacenado en los días de constructiva tristeza.
martes, 7 de enero de 2014
Con voz muy baja
Se tramitan con urgencia los quebrantos.
Pero con que lentitud se tramita el resarcimiento del daño.
Se oye la soflama de calumnias con mucha atención.
Se lee el libelo en grandes titulares.
Se piden disculpas en un rincón con letra minúscula.
Con la voz muy baja se pide perdón.
Pero con que lentitud se tramita el resarcimiento del daño.
Se oye la soflama de calumnias con mucha atención.
Se lee el libelo en grandes titulares.
Se piden disculpas en un rincón con letra minúscula.
Con la voz muy baja se pide perdón.
Manotazos al aire
Salen a los balcones a airear trapos de otros los que siempre esperaron la caída.
Se frotan las manos los que divulgan cacareos.
Anuncian rayos de esperanza los que corren pesados cortinajes en las pocilgas de sus casas.
Casas cuya prioridad es enseñar a ladrar a la prole.
Casas donde se esconden botines.
Casas de remiendos y parches,
Corren por el aire las maldades exageradas en los cañonazos de la ocasión.
Ruido de cacerolas, de aullidos y de manotazos al aire.
Espanta el circo, cuando se exhibe tan poco el circo de la propia casa.
Se frotan las manos los que divulgan cacareos.
Anuncian rayos de esperanza los que corren pesados cortinajes en las pocilgas de sus casas.
Casas cuya prioridad es enseñar a ladrar a la prole.
Casas donde se esconden botines.
Casas de remiendos y parches,
Corren por el aire las maldades exageradas en los cañonazos de la ocasión.
Ruido de cacerolas, de aullidos y de manotazos al aire.
Espanta el circo, cuando se exhibe tan poco el circo de la propia casa.
Entre brumas ocho puntos de luz titilan
En la negrura de la prematura noche solo veo ocho puntos diminutos de luz, que me indican que en este rincón de lluvias no estoy solo.
Ya solo siento llover, es impenetrable la obscuridad, cerco de brumas en el que titilan las presencias de mis más cercanos vecinos.
Solo, frente a otra inmensa noche, en al que bullirá mi mente en este forzado y fértil aislamiento.
Ya solo siento llover, es impenetrable la obscuridad, cerco de brumas en el que titilan las presencias de mis más cercanos vecinos.
Solo, frente a otra inmensa noche, en al que bullirá mi mente en este forzado y fértil aislamiento.
Puertas entreabiertas
Extraños que no pasan del inicial interés.
Extraños que uno presupone interesantes.
Es urgente la toma de contacto y se va con rapidez al desenlace.
No sabe uno bien si en esa prisa pierde baratijas o diamantes.
Sensaciones extrañas en esta desorientadora toma de contacto.
Fiesta y decepción duermen juntas y uno no sabe cual será el paladar al levantarse.
Agrio final de proceso nada dulce.
Extraños que uno presupone interesantes.
Es urgente la toma de contacto y se va con rapidez al desenlace.
No sabe uno bien si en esa prisa pierde baratijas o diamantes.
Sensaciones extrañas en esta desorientadora toma de contacto.
Fiesta y decepción duermen juntas y uno no sabe cual será el paladar al levantarse.
Agrio final de proceso nada dulce.
Tendencias de calle
La calle no sigue tendencias.
Son las tendencias las que siguen a la calle.
Reyes de anónimas pasarelas.
Visionarios que de los desvanes sacan el futuro.
Con humor y frescura rendís a los emperadores.
Pero vosotros no sacáis el rédito, ni la gloria merecida.
Son los furtivos caza tendencias que visten a las pijas sin gracia.
Son las tendencias las que siguen a la calle.
Reyes de anónimas pasarelas.
Visionarios que de los desvanes sacan el futuro.
Con humor y frescura rendís a los emperadores.
Pero vosotros no sacáis el rédito, ni la gloria merecida.
Son los furtivos caza tendencias que visten a las pijas sin gracia.
Sin ataduras
La tensión rompe ataduras, pero también sume en complicadas derivas.
Claro que para desorientarse hay que ser un pájaro o un navío.
Lamentablemente no se sume en derivas un vulgar peñasco.
Capacidad para perderse, capacidad para volver a encontrar e incluso para rodear y vadear.
Claro que para desorientarse hay que ser un pájaro o un navío.
Lamentablemente no se sume en derivas un vulgar peñasco.
Capacidad para perderse, capacidad para volver a encontrar e incluso para rodear y vadear.
La gotera
Vivo en un abuhardillado como los antiguos pintores, el techo es de madera y sobre la madera las tejas y como llueve tanto, que sobre mi escritorio cae una gotera................
Solo los cierra la muerte
Hay ciclos que no se cierran si no los cierra la muerte.
Es el temperamento de la bestia, joder hasta morir.
Ni ciegas las alimañas dejan de envidiar.
Es el temperamento de la bestia, joder hasta morir.
Ni ciegas las alimañas dejan de envidiar.
Remansos de paz en el infierno
Algunos hemos decidido dedicar nuestra vida a crear paraísos.
Burbujas donde se protege la vida, pequeños remansos de paz en los que descanse el perseguido.
Pero hay tantos infiernos, tanto diabólico personaje y tanto tibio que en el no hacer ruido benefician al malhechor.
Yo he logrado frenar el mal en las fronteras de mi mundo, pero fuera de el estan los desvalidos ángeles que lloran a mis puertas y no les puedo abrir.
Parches ante la inactividad y el placentero no querer ver, gente que pasa de puntillas por la vida, pero por inactividad destrozando con idénticas zarpas, si fuerais mendigos a las puertas de mi reino a pesar de vuestra zafiedad se que os abriría.
Burbujas donde se protege la vida, pequeños remansos de paz en los que descanse el perseguido.
Pero hay tantos infiernos, tanto diabólico personaje y tanto tibio que en el no hacer ruido benefician al malhechor.
Yo he logrado frenar el mal en las fronteras de mi mundo, pero fuera de el estan los desvalidos ángeles que lloran a mis puertas y no les puedo abrir.
Parches ante la inactividad y el placentero no querer ver, gente que pasa de puntillas por la vida, pero por inactividad destrozando con idénticas zarpas, si fuerais mendigos a las puertas de mi reino a pesar de vuestra zafiedad se que os abriría.
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