lunes, 21 de septiembre de 2015
Sauvásticas
Enraizará el empoderamiento de la subversión.
Enraizará en el tajo de las discordias.
En el circo de los vagos.
En el talud donde gimen las motosierras.
No solo soy yo, el que siente zozobra.
El que siente ansia ante el tiempo que huye.
Ante el tiempo de viento que lleva repiques de incendio.
Repiques de duelo, de muertes necesarias para sanear.
Para aliviar un mundo preñado en esceso de demandas.
La subversión Ángel Exterminador recorrerá el valle.
Y se cebará en las casas marcadas.
Vuelven las esvásticas.
Las cruces gamadas.
Las estrellas de David.
Borregos marcados que se arremolinan en los precipicios.
Corren las cunetas con la sangre del mártir.
Con la sangre del visionario que ayer vocifero la catástrofe.
domingo, 20 de septiembre de 2015
El acicate de la euforia
EL RECUERDO DEBE ESTAR MUY PRESENTE.
"En la guerra se juega con el acicate de la euforia, pero en la posguerra no hay euforia, solo división y balance de perdidas."
Irsia Carolain Sprimbol
"En la guerra se juega con el acicate de la euforia, pero en la posguerra no hay euforia, solo división y balance de perdidas."
Irsia Carolain Sprimbol
La peor tumba
" No hay peor tumba que la que uno asimismo se cava.
Esclavos de nuestros recuerdos, señores de nuestro olvido. "
Yoransel de Omatog
Esclavos de nuestros recuerdos, señores de nuestro olvido. "
Yoransel de Omatog
sábado, 19 de septiembre de 2015
Pobres pensadores
"Para pensar es necesario liberar tiempo y eso significa permitirse pocos caprichos. Darse el capricho de vivir para pensar, es vivir de un modo muy austero. Pobres pensadores, ricos en pensamientos."
Yoransel de Omatog
Envidiados laureles
No hay virginales placeres.
No hay disfrute sin vicio.
No hay cándidos corceles, que para acercarse no demanden azúcar.
Cristales eternos, cristales de eternidad.
Fulgor de corona para la vejez.
Para el invierno marchito.
Invierno en el que deberemos pagar.
Para saborear la tersura.
El cuerpo turgente.
La bravura de los ojos de berilo.
Laureles envidiados que solo se venden por los menguantes brillantes.
Nada es ya virginal en este caduco invierno.
No hay disfrute sin vicio.
No hay cándidos corceles, que para acercarse no demanden azúcar.
Cristales eternos, cristales de eternidad.
Fulgor de corona para la vejez.
Para el invierno marchito.
Invierno en el que deberemos pagar.
Para saborear la tersura.
El cuerpo turgente.
La bravura de los ojos de berilo.
Laureles envidiados que solo se venden por los menguantes brillantes.
Nada es ya virginal en este caduco invierno.
Maniatados
Maniatados soportamos la burla.
Soportamos como ultrajan a nuestra Reina.
Sacrificio inútil es soportar estoico.
No forcejear con el agresor.
Insultante lascivia de amedrentadores profesionales.
No es profundidad, es solo defensa.
Defenderse para salvar el futuro.
Todo pivota sobre la mentira y el sectario desconocimiento.
Sobre el miedo a morir salvando al vástago.
Soportamos como ultrajan a nuestra Reina.
Sacrificio inútil es soportar estoico.
No forcejear con el agresor.
Insultante lascivia de amedrentadores profesionales.
No es profundidad, es solo defensa.
Defenderse para salvar el futuro.
Todo pivota sobre la mentira y el sectario desconocimiento.
Sobre el miedo a morir salvando al vástago.
Corset
Presos de la jaula que nos da forma.
Cerco de esbeltez.
Cárcel que estrangula por placer.
Placer que busca amor.
Cerco de esbeltez.
Cárcel que estrangula por placer.
Placer que busca amor.
Arquitrabado
Arquitectura externa.
Domados por un sistema que nos exige perfección.
El placer de las torturas.
Torturas para dar placer.
Acercándonos al inoculado ideal.
Domados por un sistema que nos exige perfección.
El placer de las torturas.
Torturas para dar placer.
Acercándonos al inoculado ideal.
Lirios de las cunetas
Lirios de las cunetas.
Lirios nacidos en las regateras.
En los margenes de los ríos de asfalto.
Caminos en los que el calcinador sol derrite afeites.
Humos de coléricos cigarrillos.
De urgencia satisfecha entre trabajo y trabajo.
Tajo de fiebre que devora inocencia.
Zanja que se cobra gacelas en el meridiano ajetreo de saciar la acuciante hambre.
Cadenas de mercadeo.
Jornales prolongados a destajo.
Sol de opiáceos y brillantes psicotrópicos.
Volando sobre el skay.
Volando sobre el vértigo.
Sed de flores que sin haber florecido, ya están ajadas.
Lirios para los tiempos sordos.
Lirios de la velocidad y el burdo sexo.
Lirios nacidos en las regateras.
En los margenes de los ríos de asfalto.
Caminos en los que el calcinador sol derrite afeites.
Humos de coléricos cigarrillos.
De urgencia satisfecha entre trabajo y trabajo.
Tajo de fiebre que devora inocencia.
Zanja que se cobra gacelas en el meridiano ajetreo de saciar la acuciante hambre.
Cadenas de mercadeo.
Jornales prolongados a destajo.
Sol de opiáceos y brillantes psicotrópicos.
Volando sobre el skay.
Volando sobre el vértigo.
Sed de flores que sin haber florecido, ya están ajadas.
Lirios para los tiempos sordos.
Lirios de la velocidad y el burdo sexo.
Los nuevos manjares
Que de extraños manjares nos depararán los nuevos tiempos.
La crisis traerá nuevos vicios, nuevos viciosos.
Fornicadores de las nuevas horas.
Neones iridiscentes en los lupanares de los manjares de la urgencia.
Todo insoportablemente aderezado, hasta el punto de hacer perder la esencia.
Solo olerá a almizclado gas, gases de los futuribles proyectos.
Días sin sol en las angostas callejuelas, donde se harán las nuevas batidas.
Cotos de caza de los nuevos sustentos.
La crisis traerá nuevos vicios, nuevos viciosos.
Fornicadores de las nuevas horas.
Neones iridiscentes en los lupanares de los manjares de la urgencia.
Todo insoportablemente aderezado, hasta el punto de hacer perder la esencia.
Solo olerá a almizclado gas, gases de los futuribles proyectos.
Días sin sol en las angostas callejuelas, donde se harán las nuevas batidas.
Cotos de caza de los nuevos sustentos.
El engarce vacío
No te quiero por natura, te quiero por alambicada proeza.
Tiempo de cal viva para enterrar mi deseo.
La gironeada ira que ultrajaron las bayonetas del desdén.
Soy sin nada y ruedo solo por la mullida alfombra buscando el ayer.
Ir y volver sin nada, estrechar el aire y sentir muy próximo al pecho el engarce vacío.
Se volatilizo la gema que amo y amé.
Tiempo de cal viva para enterrar mi deseo.
La gironeada ira que ultrajaron las bayonetas del desdén.
Soy sin nada y ruedo solo por la mullida alfombra buscando el ayer.
Ir y volver sin nada, estrechar el aire y sentir muy próximo al pecho el engarce vacío.
Se volatilizo la gema que amo y amé.
viernes, 18 de septiembre de 2015
Carísimo tiempo
"Gastamos vida comprando sandeces, nos dejamos inocular la necesidad de sandeces y con ese erróneo norte, perdemos el carísimo tiempo."
Irsia Carolain Sprimbol
Irsia Carolain Sprimbol
Viaje herido
Verde erizado de horas pares.
Azul marino de sal impar.
Todo duele al pasarnos por encima.
Al herirnos con la marcha.
Con el viaje sin retorno.
Con el frío de los meses sin sol.
Siempre te quise con el dolor que otorga no existir.
Siempre he insistido para que sintieras mi existencia.
Soy solo suspiro pasajero.
Que sabe que olvidará.
Tras tanta sin respuesta, tu puerta golpear.
Azul marino de sal impar.
Todo duele al pasarnos por encima.
Al herirnos con la marcha.
Con el viaje sin retorno.
Con el frío de los meses sin sol.
Siempre te quise con el dolor que otorga no existir.
Siempre he insistido para que sintieras mi existencia.
Soy solo suspiro pasajero.
Que sabe que olvidará.
Tras tanta sin respuesta, tu puerta golpear.
jueves, 17 de septiembre de 2015
Nausea de ego fallecido
Es el fiasco el que nos hace cambiar de estrategia.
Es ver el reflejo de la locura, la alarma que dispara la enmienda.
Cavilar para cerrar en falso.
Granada mazmorra de vicios doblados.
Sombras tras los visillos de la casa lóbrega.
Seres perniciosos que enamoran en la mendicidad.
En la pedigüeña pobreza que abraza solemnemente la ilustre vagancia.
Cascarón vació, vaca muerta e hinchada en la putrefacción del último instante.
Solo soy sopor que con elegancia tropieza.
Asco frívolo, nausea de ego fallecido.
Es ver el reflejo de la locura, la alarma que dispara la enmienda.
Cavilar para cerrar en falso.
Granada mazmorra de vicios doblados.
Sombras tras los visillos de la casa lóbrega.
Seres perniciosos que enamoran en la mendicidad.
En la pedigüeña pobreza que abraza solemnemente la ilustre vagancia.
Cascarón vació, vaca muerta e hinchada en la putrefacción del último instante.
Solo soy sopor que con elegancia tropieza.
Asco frívolo, nausea de ego fallecido.
Menguo
Mengua la largueza.
Se aprieta la lazada.
Se entumece la caricia.
Se opaca la risa.
Mengua la prestancia.
Se dispersan las palabras.
Se evapora la lagrima de placer.
El llanto del orgasmo que sorprende al virgen.
Menguan los días.
Y sueño más horas.
Sueño el frío.
Sueño que revive el roble.
Sueño en mis sueños que corre negro el río.
Sueño que menguo y pequeñito troto por el campo de plata.
Vuelo con mi armadura de lata y mi espadita de palo.
Venzo fantasmas.
Libero cautivos.
Venzo y menguo.
Menguo y soy río.
Y soy sal.
Y soy polvo.
Polvo engreído.
Se aprieta la lazada.
Se entumece la caricia.
Se opaca la risa.
Mengua la prestancia.
Se dispersan las palabras.
Se evapora la lagrima de placer.
El llanto del orgasmo que sorprende al virgen.
Menguan los días.
Y sueño más horas.
Sueño el frío.
Sueño que revive el roble.
Sueño en mis sueños que corre negro el río.
Sueño que menguo y pequeñito troto por el campo de plata.
Vuelo con mi armadura de lata y mi espadita de palo.
Venzo fantasmas.
Libero cautivos.
Venzo y menguo.
Menguo y soy río.
Y soy sal.
Y soy polvo.
Polvo engreído.
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