Con el tiempo

Solo se sabe con el tiempo lo que la clarividencia en el primer instante no te aclara. 
Hay cosas intencionadamente turbias que permiten faenar en el primer instante.
Por qué desenredar engaños es arduo y el que miente sabe que en esa empresa tardaras. 
Rendido en el primer instante, liado para largo rato.

De magnitud

La magnitud no es magna.
Solo es magna la magnanimidad.
Enormes mentiras.
Magnamente envueltas.
Etiquetas enormes.
Para con falsa magnanimidad engañar.

Agriando

Nadie sale indemne de las contiendas.

Nadie sale ileso de las batallas.

Guerras de sucesión porque el que tiene que ceder nada cede.

Porque el que tiene que explicar nada explica.

Soltando para hacer que se suelten.

Enrareciendo los aires.

Agriando las claras aguas.

Bálsamo herido

Ya no son mis palabras cascabeleras.
Son sones de sangre de puñaladas traperas.
Son sinsentido violento mecido por el traidor viento.
Son son de condena.
Son ritmo herido por la mano del próximo amigo.
Son lo que los golpes de la vida marcan.
Son bálsamo para sanar lanzadas.
Son lanzados alaridos buscando calor amigo.

Petulante

No seré petulante, aunque sea irisadamente radiante.
Opaco mi brillo, para no matar.
Mueren demasiados tontos cegados por mi grácil chirriar.
A deshoras se reúne el rendido, el que teme la perdida y el honor a perdido.
A deshoras se reúne la mentira, se reúnen las fulanas de brillos violentos y patas gordas.
Se reúnen las arpías a deshoras para confabular, para urdir trampas.
Se reúnen porque han sentado a la mesa a los amigos traidores y temen ser traicionados con las mismas mañas de su traición. 
Demasiados comensales y muy pocos platos y muchas rencillas.
La mala gestión hace a la hacienda menguar y a la vez menguan las sillas.

De churros y chorras

"Hay cafés que comportan churro, hay tías chorras que no tienen churro que mojar en su café. Pasar hambre es una opción, querer comer lo que come tu amiga es simple y llanamente purita envidia."
Irsia Carolain Sprimbol

Nada hiede peor que un cobarde

Sardinas que se dan choques o achocadas sardinas.

Nada hiede peor que cuando uno por cobardía se caga.

Giran la cara en el tumulto las que se avergüenzan.

Las que sin retorno caminan al abismo.

Al abismo de penurias que hicieron ellas pasar a los honrados.

A los que fueron control y oposición.

A los que velaron por la fidelidad del fiel.

Cuando se esfuma para no volver

Perdidos y extraviados, sabiendo que irán a morir a distintos mares.
Sintiendo el fugaz calor de la palabra que repicará siempre tras perderse.
Fugaces estrellas que se distancian en el firmamento enorme apagándose la una para la otra.
Cruces sin cara, caras que se olvidan porque cada estela tiene el martirio de su cruz.
Promesas evanescentes que se diluyen en los distantes mares.
Solo se colisiona con amor puro una vez, pero solo se sabe su pureza cuando se esfuma para no volver.

Retratos tuiteados

Cinismos televisados, cinismos radiados y tuiteados.
Vendedores de frases de burdo electoralismo.
Puños de hierro de feroces alimañas enharinadas.
Que dicen que acarician cuando cruelmente con zarpazos infectamente arañan.

Con ellos dormís, como ellos sois

Algunos no solo suman cero, si no que dividen para vencer y amputan para ganar.
La osadía de la ignorancia, lo osado que es el lerdo.
Podemos afirmar que muchos logros no se deben a la valía, sino al descaro con el que se pregonan mentiras.
Avanza el cólera infestando los acuíferos y asolando con la labrada salubridad, conseguida en la tolerancia democrática.
Troyanos que desde los intestinos del sistema en el que se han colado, quieren hacer explosionar por los aires el caro primer mundo que no han sudado. 
Os reconoceré por el rastro de sangre del dinero que os amanta.
Amigos de asesinos, dictadores, totalitarios y lapidadores.
Con ellos dormís, como ellos sois.

Días de marzo y sol

Que mal se siembra la alegría, el regocijo y el estabilizador placer.
Que mal se siembra la calma.
Que mal enraíza el sosiego.
Días de sol que secan raíces.
Días de calor que agostan briznas.

Desfallecer no es posible en esta jungla

Siento la nula claridad.
Siento tumultos de conveniencia.
Enrededos para justificar la nula claridad de las cuentas.
Es el sino del hoyo, del paralizado mundo que en el habita.
Del paralizador narcótico que riega el bello valle.
Todo comprado, todo atado, todo en redes de favores anquilosado.
Cabezas de listas, listos que se ponen a la cabeza.
Futuro descabezado por el nuciente interés de una usurera y desinstruida parte.
Tarascones con moño, miserables que con calderilla hacen caridad.
Clara vulgaridad que choricea por cualquier parte.
No temo al pobre, temo al que siendo rico se vende travestido de miseria a los pobres.
Mercaderes del cuajo, de la cabra y la escalera, de la otra acera, barbilampiños que en la chocolatada se apiñan.
Todo es riña, todo es tiña, todo es mar de pirañas, todo es lucha entre rastreras y envalentonadas alimañas.

Alcaldes que nos han hundido en un HOYO

Parece que nada se ha movido, que los mismos caciques continúan en el mismo sitio.
Sorprende ver que el que se enjuaga la boca con la pobreza se acuesta con la riqueza.
Circo donde el necesitado se lleva la peor parte, porque los sociolistos de toda la vida, que solo quieren al pobre para con unas migajas comprarle el voto, solo se arriman al que tizna para la foto de campaña.
Triste y muy cierto que con descaro se mire a la cara al que se traiciona, al que durante treinta años se ha abandonado, al que se le ha robado el futuro, porque su futuro no interesa, porque el que piensa no vota al ladrón, y no tapa la estafa que es encumbrar a lo peor.

Ahora que estás pelona ya no te...........

De lontananza arriba mucho tarascón.
Mucha fea y mal encarada mujer.
Caprichos caros de allende los mares.
Sin éxito y sin gracia la calva fabrica ponzoñosos quesos.
Sino de acres leches y vientre estéril. 
Vale bien poco lo que no vale nada.
Rinde bien poco lo que no rinde nada.
Recluida fulana que pasa hambre atroz de fulano.
En los nuevos tiempo arrimándose a los nuevos caciques. 
Para vosotros el arte es una pedrera.
Y vosotros para el arte sois un pedregal.
De lejos llegó la arrendataria que de ningún cortijo fue señora.
Que nunca tuvo hacienda aunque cacareo ser una hacendada.
Rosas mustias que huelen a cuajo, que huelen a fermentado y a papo muy agrio.

La bella desgracia

No nos cambia la vida por abandonar un bello nombre.
No somos libres por deshacernos de un pasado que aun abandonado nos lastra y condiciona.
Atormenta sentir como no queremos sentir, sentirnos mecidos por las furias de los deseos.
Por los nublados del almas, por los días crueles que garabatearon en lo más íntimo de nuestra piel que somos carne de patíbulo para esta cainita sociedad.
No cambian nuestros sueños porque escondamos nuestras caricias.
Ni siquiera siendo anónimos seres dejamos de ser envidiados.
No es nada dorada la sarna que devora al inferior, al que en fanfarria falaz cacarea grandezas.
Nada se abandona, de nada uno se desata porque hasta en el más lejano confín siempre habrá alguien que nos espete nuestra bella desgracia.