Son las palabras que solo podemos decir en sueños, ellas son las devastadoras tormentas de nuestra alma, son aguacero lacrimógeno, dique que embalsa deseos, sin ningún aliviadero, mar de calmas, gigantescas raíces, que no nutren a la raquítica planta. Soy un iceberg, se que no me conoces, ni siquiera me atisbas, soy fosa abisal insondable, llena de monstruos que jamas vieron ni verán la luz. Solo el desahogo de los sueños, serena las fingidas muecas de mi cara.
viernes, 28 de septiembre de 2012
Ya nunca saldré de aquí
El ascenso helicoidal, me aturdirá sutilmente, el ritmo lumínico de tus angostas ventanas también contribuirá. Casa de apagadas y tildantes arañas. No es frió, es distancia. El suelo hidráulico, de arabescos cruzados e infinitos, también juega su papel. Soy presa de tu abigarrada atmósfera, de penumbra y nula sobriedad. Me resisto a tu indolencia y en el resistir rindo mi plaza. No necesitas ejer
cito en tu casa, son tus inmóviles panoplias, agazapadas en lo oscuro del salón las que me han atemorizado. Todo en ti me aturde, todo en ti me embriaga, reina de selvas de objetos extraños, de densos ambientes y plúmbea y cenicienta luz. Se que tras el ascenso, ya nunca saldré de aquí, en tus estancias me esclavizare y en los letánicos y babélicos ritos de tu culto me alienare.
jueves, 27 de septiembre de 2012
En mi regazo
Crepita la furia en mis entrañas.
Asqueado de tanta nuciente ordinariez.
Salvaré de la quema a mis bellas fieras.
Que indolentes en la protección de mi regazo, no atisban a colegir, tanta zafiedad.
Sin probanza
Croara, la verde rana de San Antonio, y se apagara el último cirio del tenebrario, estoy agazapado en el socoro, mientras los alaridos insufribles que orquesta el sochantre, me paralizan en el húmedo oficio de tinieblas. Se que no conseguiré la probanza, pero desde el peristilo dinamitare el culto de tu Dios.
Obsolescentes
Quien nos ha nombrado dueños de este mundo.
Quien nos ha dado la potestad de decidir los designios de especies, el curso de los ríos, poder para modelar y torturar el litoral, autoridad para descarnar las entrañas de la tierra y emponzoñarlas de dañinos residuos.
Quienes somos para asolar imponentes bosques cuajados de viva.
Vidas que no son nuestras y que nosotros en barbara prepotencia diezmamos con un albedrío, que produce vértigo y nos aboca a una buscada hecatombe.
Fruto de este desmedido afán roturador, de este afán acumulador, de este afán de viciado inconformismo, que nos llevará a convertir este bellísimo templo, que es el planeta tierra, en una escombrera de objetos obsolescentes.
Quien nos ha dado la potestad de decidir los designios de especies, el curso de los ríos, poder para modelar y torturar el litoral, autoridad para descarnar las entrañas de la tierra y emponzoñarlas de dañinos residuos.
Quienes somos para asolar imponentes bosques cuajados de viva.
Vidas que no son nuestras y que nosotros en barbara prepotencia diezmamos con un albedrío, que produce vértigo y nos aboca a una buscada hecatombe.
Fruto de este desmedido afán roturador, de este afán acumulador, de este afán de viciado inconformismo, que nos llevará a convertir este bellísimo templo, que es el planeta tierra, en una escombrera de objetos obsolescentes.
Las cenizas de tu casa
Dime quien te hereda y te diré cuanto tiempo se mantendrá en pie tu memoria.
Ellas, el tornado y la tormenta, llenaran el suelo victoriano de despojos, buscando el brillo del vil metal entre tus notas.
Yo llorare entre tus lineas, y me rendiré al desorden de tus expoliados cajones.
Nunca te quisieron, pero si, todo lo tuyo desearon. Y ahora en la rapiña, diezman con la urgencia tus tazas, tus cristales, la bella caligrafía de tus papeles.
Si volvieras las desheredarías y precipitarías tu olvido con una fastuosa pira. Que el viento, la tormenta y el tornado esparzan las cenizas de tu casa.
Vidas de baules
Bordaré a tientas, en la oscuridad de los encadenados lutos, con hilo rojo, la fecha de tu óbito, así tildaré tu crespón. Tu lo sabes, esta es nuestra condena, aparentar, hacer creer, fingir un gran dolor por la pedida y nuestro dolor real es perdernos en estas salas grises, en las que cubiertas por velos caminamos a tientas. Vidas en blanco, vidas a oscuras, vidas sin vida, vidas de letanías y pasos mil veces andados, vidas de crespones y puertas cerradas. Vidas de lloras a solas por estar postradas y de estar postradas por los llantos, por quedarnos cada vez mas solas. Vidas sin ruido, vidas de días iguales, ya vividos, vidas de lutos y duelos, vidas de cuentas de azabache, millones de veces manoseadas, contadas, rezadas. Desgraciadas en nuestros abalorios de luto, que nos hacen cada vez mas cuervos, mas grajos tristes. Vidas de baúles y arcas nupciales que se ajan como nosotras, en la cárcel de esta casona, de blasones que encadenan, a un ser, a un estar, a un padecer. Es el linaje de esta santa casa, la casa de los lutos y de los crespones.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
De acarreo
En el bosque de columnas de acarreo, me desnortaré, tu planta basilical, es el camino propicio hacia tu altar, iridiscente norte, que dos estípites de jaspe flanquean, tu saturnal y magnética aura es vicio que me arrastra febrilmente, es almibarada la luz que filtra la linterna de tu gallonada cúpula. Crepita mi cuerpo, ante tu nuciente fulgor y no puedo ni farfullar plegaria que me redima del pesado gravitar del tetramorfos de tus pechinas. Es el infortunio y la agria consecuencia de la damnatio magna, nada era tuyo, pero tras el retallado todo a ti pertenece. Restañaré las llagas en el usurpado iconostasio, parapetado entre los mórbidos mármoles reprimiré el llanto por el miedo a la reverberación, besaré la filacteria de mi brazo, palabras no borradas de mi Dios. Soberbia con la dalmática te pavoneas, con la mitra de mi predecesor, bello marco de plata corleada que has robado a mi Dios.
Tu erótica proximidad
Es tu piel cíngulo que estrangula mi raciocinio, cada uno de tus poros, cada una de tus comisuras, de tus pliegues, de tus frondosas cavernosidades, hacen que en tu presencia y con tu ausencia, me vacié de mi y me llene de ti.
Eres erguido faro en la noche, en la tempestad del deseo. Eres norte, baluarte, bastión, recinto improfanable, en el que solo quiero habitar yo.
Por la avidez que genera en mi tu proximidad mato y sin tu proximidad muero, morir de amor, matar por el.
Atávica y brutal pulsión que domina. Desnorte supino que tormentosamente me inflama.
Es un infinito vórtice tu erótica proximidad.
Eres erguido faro en la noche, en la tempestad del deseo. Eres norte, baluarte, bastión, recinto improfanable, en el que solo quiero habitar yo.
Por la avidez que genera en mi tu proximidad mato y sin tu proximidad muero, morir de amor, matar por el.
Atávica y brutal pulsión que domina. Desnorte supino que tormentosamente me inflama.
Es un infinito vórtice tu erótica proximidad.
Que desgracia
SI LAS ENVENENADAS PALABRAS MATARAN YO SERIA UN IMPONENTE ASESINO. EL DURO VERBO HACE ESTRAGOS, PERO SOLO ENTRE TUS IGUALES, Y A ESOS NO TE INTERESA ASESINARLOS, PUES SI ELLOS NO EXISTIERAN, CON QUIEN HABLARÍAS. Y LAS NUCIENTES ALIMAÑAS NO ENTIENDES, LA DURA CORAZA DE LA IGNORANCIA Y LA ORDINARIEZ LAS PROTEGE DE LOS DARDOS DE TU FINO Y ALAMBICADO VERBO. QUE DESGRACIA ES SER INTELIGENTE.
Inconstante amor
La sombra del escombro
El erosivo odio, alimento de los monstruosos monstruos, tormenta, maremoto del alma. Arrasar, destruir, socavar, dañar, empobrecer, herir, matar, asolar, envenenar, calumniar, que bello ejercito de apocalípticas acciones, cohorte de toxicas bacterias, que incapacitadas para medrar en la construcción, enrasan y allanan, en áridas altiplanicies donde no hay sombras, mas allá de la raquítica, que proyecta el escombro.
No puedo abrazarme a solas
Deseaba morir en la llovizna, nada pertinaz, para mi gusto, muy suave, y poco fértil, todo ha pasado, este día de borrasca y bochorno interior. Morir en agosto, en un caluroso duelo de lagrimas y sudor, todo hoy fue pesar, pero ya paso, devenir contante que me martirizas, con estos días de lagrimas de San Lorenzo, crueles y deslenguadas perseidas, cataclismo vociferado a los cuatro vientos. No me entiendo, ni abarco, ni siquiera puedo abrazarme a solas en este dique que embalsa torturas. Esperare el nuevo sol, y mañana al alba pensare, en mi camino de redención.
No malgastar
El escaso tiempo, elástico como chicle y sinsabor por haber sido estrujado con fruición el el primer estadio. Rápido, lento, acelerado, parsimonioso, es vicio, calma chicha, hastió, energético subidón, risa, dolor. Estoy agotado de las mil agujas, esperando la última, la que como dardo certero mata. Segundos atroces, segundos de risas, nerviosas. Dudar, pero porqué, sino hay tiempo que perder, est apunto de terminar mi batería y la celeridad de no malgastar segundos me mata, terminó................... ..........................
Rastrera patulea
Ya esta todo hecho, ya esta todo escrito.Fijado para que afloren las fisuras, del traidor, del parásito que procura su vida mas allá de su sudor, viviendo, en casas de otros, en vidas de otros, hollando el alma de otros, dañina caterva de vampiros, de termitas que devoran lo con trabajo construido por otros. Espero muy pronto deciros adiós y que la humanidad os vea como sois rastrera patulea de nucientes bichos.
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