Pide y te lo daré.
Bajo el cielo camino de tejidas estrellas.
Donde titilan los sueños en un duerme vela.
En las oraciones de hilos de nácar.
En el arrecife que doma las olas.
En la alta rama donde el águila otea el futuro.
Pídeme porque así sabre con que sueña tu alma.
Te daré lo que alcancen mis fuerzas.
Pídeme y con todo mi esfuerzo te complaceré.
jueves, 19 de febrero de 2015
Inseguro pero en lo cierto, saciado que no lleno
Nos acompañan las dudas hasta en el camino de las certezas.
Nos acompañan las ganas hasta saciados de la más pura de las bellezas.
Nunca estamos lo suficientemente llenos.
Nunca estamos lo suficientemente seguros.
Para mi eres perfecto, pero pleno de perfección tengo hambre de lo imperfecto.
Nos acompañan las ganas hasta saciados de la más pura de las bellezas.
Nunca estamos lo suficientemente llenos.
Nunca estamos lo suficientemente seguros.
Para mi eres perfecto, pero pleno de perfección tengo hambre de lo imperfecto.
La mujer en Vicente Macias
Venus es tierra, es terrosa fertilidad, es surco fecundo.
Carne de tierra, que se dobla para recoger el fruto del duro campo, que se enjuga un sudor terroso, carne rendida por el cansancio que impone la dura faena de sol a sol.
Su mujer es gama cálida de anaranjados marrones, de calcinados rojos, de violentos golpes de pincel que definen la carne prieta, carne de virgen entre enjalbegadas tapias, carne para Adan, costilla recia que aventa el trigo en el calor sofocante de las extremeñas eras.
En Vicente Macias la mujer se hace carne y habita en los campos, habita en las huertas, habita en el fresco zaguán de las casas de pueblo.
La mujer que dibuja su trazo es rica en textura, en fuerza, con su pelo suelto al viento, suelto en el aire azul, en los cielos inmensos de nubes de violento algodón.
Nunca la mujer fruto de un pincel fue tan corpórea, en su terribilidad de matrona de curvas de música, en su grácil cintura de tierra compacta, de surco de lujuria, de carne abierta en canal en el pajar de la vida, en la inmediatez de un amor limpio y de lumbre, de un amor vergel tras las tapias altísimas del huerto.
La mujer de Vicente Macias acaricia el corazón con sus manos curtidas.
Carne de tierra, que se dobla para recoger el fruto del duro campo, que se enjuga un sudor terroso, carne rendida por el cansancio que impone la dura faena de sol a sol.
Su mujer es gama cálida de anaranjados marrones, de calcinados rojos, de violentos golpes de pincel que definen la carne prieta, carne de virgen entre enjalbegadas tapias, carne para Adan, costilla recia que aventa el trigo en el calor sofocante de las extremeñas eras.
En Vicente Macias la mujer se hace carne y habita en los campos, habita en las huertas, habita en el fresco zaguán de las casas de pueblo.
La mujer que dibuja su trazo es rica en textura, en fuerza, con su pelo suelto al viento, suelto en el aire azul, en los cielos inmensos de nubes de violento algodón.
Nunca la mujer fruto de un pincel fue tan corpórea, en su terribilidad de matrona de curvas de música, en su grácil cintura de tierra compacta, de surco de lujuria, de carne abierta en canal en el pajar de la vida, en la inmediatez de un amor limpio y de lumbre, de un amor vergel tras las tapias altísimas del huerto.
La mujer de Vicente Macias acaricia el corazón con sus manos curtidas.
Los manguteles de las taladoras
Hay tanta mamona aulladora que sofoca el silencio de la verdad.
Enterradoras en la sombra, que zahieren al limpio con puñaladas traperas.
Amparadas en el contubernio del poder que da la alcoba.
Amparadas tras la cascara de la llaneza.
Amparadas tras los arcos de la tibieza.
Escondidas tras los manguteles.
Manos en la sombra.
Manos que talan el erguido árbol que al poder hace sombra.
Enterradoras en la sombra, que zahieren al limpio con puñaladas traperas.
Amparadas en el contubernio del poder que da la alcoba.
Amparadas tras la cascara de la llaneza.
Amparadas tras los arcos de la tibieza.
Escondidas tras los manguteles.
Manos en la sombra.
Manos que talan el erguido árbol que al poder hace sombra.
miércoles, 18 de febrero de 2015
Dime a quien se la pelas.
Desopilante y dañino es el oficio de chupar.
Desopilante pero muy rentable.
La integridad nos dignifica.
Pero lamer da dignidades.
El trono del bufón.
El sin asiento del que planta cara a la injusticia con valentía y valor.
Dime de quien eres corte y te diré a quien se la pelas.
Dime con quien te peleas y sabre porque te repudia su corte.
Desopilante pero muy rentable.
La integridad nos dignifica.
Pero lamer da dignidades.
El trono del bufón.
El sin asiento del que planta cara a la injusticia con valentía y valor.
Dime de quien eres corte y te diré a quien se la pelas.
Dime con quien te peleas y sabre porque te repudia su corte.
De Virreyes
"Cuando uno justifica lo injustificable, uno se pierde en el laberinto de la ilógica. Y una vez perdidos el discurso se torna tiznado, grasoso, enlodado. Menos palabras, más acciones y más diligencia a la hora de atajar la gangrena en la mano ladrona. Demasiada complacencia con la marrullería, nos hace por proximidad marrulleros."
La verdad cursa sin ruido
"Por más que grites que eres honrado, hasta dejar sordo al de enfrente, terminarás desgañitado, pero nunca devendrás honrado. El ruido nunca acompaña a la verdad, porque la verdad es, sin hacer ruido."
Yoransel de Omatog
Yoransel de Omatog
Libres
"Lo que está mal ocupado no está libre, aunque más de uno crea que del zarzal del vinculo pasajero en cinco minutos se puede desenredar. No es así, solo el libre cuando pasa por su puerta el igual, con libertad lo puede abrazar. Exigentes y libres, libres que buscan las mismas exigencias porque saben que las van a colmar. El conformista con facilidad se ocupa y con facilidad se siente desocupado, cuando entra cualquiera en tus pastos es porque no los tienes cercados. El verdadero amor aveces llega tarde, pero hay que estar libre para cuando llegue."
Irsia Carolain Sprimbol
Y el mañana se fue
Como duelen las metas malogradas.
Las metas que nunca se acometieron.
Las metas que todos nuestros malditos amaneceres fuimos dejando para mañana.
Y el mañana se fue, y con él, el postergar la torturadora meta.
Inabordabilidad
"Todo se acaba y lo primero en acabarse es la gloria. No existe el traje inexistente del emperador, pero si existe la gente inconsistente que aunque salgas a la calle desnudo, desnudo nunca te verán. No es lo mismo pulular entorno a una estrella, que ser una estrella entorno a la que pululan, síndrome de abordabilidad."
Irsia Carolain Sprimbol
Irsia Carolain Sprimbol
No temas desnudarte
Es el blanco la diana perfecta para los verbos del dolor.
Es el sensible el más permeable a las lagrimas y al igual que experimenta la supina felicidad, siente de forma supina la tristeza.
Alégrate por ser mensajera de la paz, buscadora del ideal y paloma que se siente incomoda entre tanta enharinada graja negra.
Se crece con el riego de las lagrimas, con el sudor de los días y tu estás traspasando el umbral al que pocos son llamados, el umbral de la mística.
Es el desasosiego estigma del talento, del empático ser que solo pide ser entendido como él a los demás entiende.
No temas desnudarte porque a ese banquete muy pocos son los invitados y menos aun los llamados a catar el manjar.
Es el sensible el más permeable a las lagrimas y al igual que experimenta la supina felicidad, siente de forma supina la tristeza.
Alégrate por ser mensajera de la paz, buscadora del ideal y paloma que se siente incomoda entre tanta enharinada graja negra.
Se crece con el riego de las lagrimas, con el sudor de los días y tu estás traspasando el umbral al que pocos son llamados, el umbral de la mística.
Es el desasosiego estigma del talento, del empático ser que solo pide ser entendido como él a los demás entiende.
No temas desnudarte porque a ese banquete muy pocos son los invitados y menos aun los llamados a catar el manjar.
Trasparente
Soy trasparente y cortante cristal en el lecho de un río.
Soy invisible a los ojos.
Soy duro en la corriente que lame mis corte.
Soy herida materia, materia que hiere.
Soy paciente fragmento que cree en el milagro de volverse a recomponer.
Soy invisible a los ojos.
Soy duro en la corriente que lame mis corte.
Soy herida materia, materia que hiere.
Soy paciente fragmento que cree en el milagro de volverse a recomponer.
martes, 17 de febrero de 2015
Hay muertos que no están en los Hoyos
La orografía de las alfombras.
Lo que esconde el poder bajo las alfombras.
Los muertos enterrados bajo las moquetas del poder.
Alfeñique que jamás se hubieran visto en otra.
Tontos que han llegado a la cumbre tras mentir.
Más de medio siglo de sectarismo.
Donde solo se ha favorecido por llevar entre los dientes el carnet.
Temprano más que tarde saldrán a la luz las trampas de vuestro poder.
Lo que esconde el poder bajo las alfombras.
Los muertos enterrados bajo las moquetas del poder.
Alfeñique que jamás se hubieran visto en otra.
Tontos que han llegado a la cumbre tras mentir.
Más de medio siglo de sectarismo.
Donde solo se ha favorecido por llevar entre los dientes el carnet.
Temprano más que tarde saldrán a la luz las trampas de vuestro poder.
De penurias
"Hay compañías tan poco recomendables que son peores que la peor de las penurias. Dime de quien te acompañas y te diré el tipo de hambre que tu interior asola."
Irsia Carolain Sprimbol
Irsia Carolain Sprimbol
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