"Todo se acaba y lo primero en acabarse es la gloria. No existe el traje inexistente del emperador, pero si existe la gente inconsistente que aunque salgas a la calle desnudo, desnudo nunca te verán. No es lo mismo pulular entorno a una estrella, que ser una estrella entorno a la que pululan, síndrome de abordabilidad." Irsia Carolain Sprimbol
Es el blanco la diana perfecta para los verbos del dolor. Es el sensible el más permeable a las lagrimas y al igual que experimenta la supina felicidad, siente de forma supina la tristeza. Alégrate por ser mensajera de la paz, buscadora del ideal y paloma que se siente incomoda entre tanta enharinada graja negra. Se crece con el riego de las lagrimas, con el sudor de los días y tu estás traspasando el umbral al que pocos son llamados, el umbral de la mística. Es el desasosiego estigma del talento, del empático ser que solo pide ser entendido como él a los demás entiende. No temas desnudarte porque a ese banquete muy pocos son los invitados y menos aun los llamados a catar el manjar.
Soy trasparente y cortante cristal en el lecho de un río. Soy invisible a los ojos. Soy duro en la corriente que lame mis corte. Soy herida materia, materia que hiere. Soy paciente fragmento que cree en el milagro de volverse a recomponer.
La orografía de las alfombras. Lo que esconde el poder bajo las alfombras. Los muertos enterrados bajo las moquetas del poder. Alfeñique que jamás se hubieran visto en otra. Tontos que han llegado a la cumbre tras mentir. Más de medio siglo de sectarismo. Donde solo se ha favorecido por llevar entre los dientes el carnet. Temprano más que tarde saldrán a la luz las trampas de vuestro poder.
"Hay compañías tan poco recomendables que son peores que la peor de las penurias. Dime de quien te acompañas y te diré el tipo de hambre que tu interior asola." Irsia Carolain Sprimbol
Cumbres de ignorancias perpetuas. Cumbres de aislamiento, de desconocimiento. Neveros de ceguera por la altitud. Los despachos con las puertas cerradas no se ventilan. Los estancos cuarteles viven de espaldas al latir. A la corriente que clama las necesidades. A la corriente que encumbra a los sordos ignorantes. Al río de votos al que en campaña bajan a faenar.
"El dolor limita con el placer, el éxito con la decepción, territorios contiguos, terrenos que hunden sus raíces el uno en el otro, no hay sensaciones puras, no hay placeres limpios." Yoransel de Omatog
Abrirse en canal como una cabra enseñándonos la vulgaridad de las evidentes e imprescindibles vísceras, no es arte, es artero esperpento al que concurre mucho postureo de gloria ausente. Ni las témporas son el culo, ni el arte es lo artero. Hay episodios de luces descalabradas y fílmicas sandeces, que sabiendo del vulgar talante de las oficiantes, se sabe que pertenecen al ciclo litúrgico marrullero. Hay cuentos que nada tienen de santos, hay santos que tienen mucho y chisporroteante cuento, ruido de cornetas para que entren en el palacio de la isleta las dos perillanas paletas.
Que mal saben los besos de las urdidoras de intrigas, de las urracas que roban trigo, de las cacatúas exóticas de colores violentos, de olor a sapo y aleteo de murcielago. Que mal saben los besos de Judas almizclados con tufo de traidores santos, de manzanas reinetas molidas a golpes en el trajín de los años, porcelanas bolladas, rostros descarados, enharinadas y llenitos de cacarañas. Concurre la soldadesca en el islote palaciego, en el solar del festejo, donde se festeja con vinos a embaucados taberneros, convocados con el ruido del cacareado soy, del vendido tengo tanta importancia, del pregonado confluyen en mi talentos muy importantes. Reinas de la migraña, de la calentura y el golondrino, reinas hambrientas de besos, aunque solo para saciar la urgencia y falta las besan los gorrinos. Reinas que convocan patuleas de provincianos y que provocan la adulación y presencia de la alcaldesa y de su chismoso cronista, del fabulador del brillo de un gabinete que nada acomete y vende la pandereta, las carpas, las peinetas, las procesiones y los mantecados en la verbenas de las Candelas, San Blas y los Santos Mártires. Ciudad de ruido y arte de aficionadas crecidas y ruidosas que mariposean y fotonovelean un arte de alcantarilla, de chistorra, chiste y morcilla. Mohoso brillo de venidos a menos y venidos sin más que creen que brillarán en una sala sin programa serio, en una sala erial, sala sin criterio de la casa consistorial. En mayo bajará la patrona y ganaremos si la urna sona.
Las ideas nacen de la necesidad. Nacen en la calentura del hambre. Crecen embarbascando la penuria. Podemos afirmar que la necesidad es el río revueltos que algunos con mala idea necesitan para faenar. Tres tristes jinetes del apocalipsis hacían leña del árbol caído por la calamidad. No se mide el ingenio en la opulencia si no en la precariedad.
"Si sientas en tu mesa a un terrorista no te sorprendas de que traiga de postre una bomba. Etiquetar es una forma de prever, identificar de evitar, toda cautela es poca, siempre son pocas las cautelas." Irsia Carolain Sprimbol
Hay abanderados que dicen que ellos hondearán las blancas banderas del utópico futuro. Dicen, porque según van desdoblando la doblada bandera, vemos en cada deshecha doblez la escondida mierda que la doblez solapa, que la doble moral esconde, que el discurso cacareado y no seguido tapa.