miércoles, 24 de octubre de 2012

Cómica impostura

Flotare sobre el sermón de vulgarismos.
No me encandilaras.
No anhelas de forma sincera la verdad.
La verdad inmutable, primera y subyacente.
Eres el adverso y narcótico bienestar.
Mil felicidades por querer arruinar mi corta existencia.
Es inútil, mentir es disimular y disimular es mentir.
Laberinto de cómica impostura.




Yo

El espacio soy yo.
El tiempo soy yo.
El baluarte soy yo.
Soy el fuego tórrido.
El claro saturado de oscuros.
El mirlo blanco.
La clave del éxito.
El viciado aire de las alcobas donde fornico.
Gema rara, embudo, marro silíceo.
Alcantarilla e hipócrita y encopetado salón.
Soy principio y fin de mi desorden.
Soy bucle de mi mismo.

La casa del Dean


Untare la rebanada de pan con melancolía y la mojaré en el frió café de la tristeza.
Tras la retícula de hierro del ventanal, en el corral muere el limonero de luna y la higuera se desnuda para que  la lave la llovizna.
La hierba luisa de Caridad, continua frondosa en el gran parterre.
Ya coloniza el suelo el verdín.
En la autarquía de la casa del Dean, reniego de mi fin.
Respiro hondo y me diluyo en la vida de los míos.
Soy parte de estas salas de pétreos dinteles y gruesos portones.
Desván de manzanas y baúles.
En el corral Bernarda aúlla al esquivo sol.
Frió solariego de recuerdos y fotografías sepias.
Bodegas de cruel velocidad.
Sois tantos los que sin estar, estáis.
Casa limbo, donde acumulo y atesoro, en al estanqueidad de los arcos férreos, que cierran a la luz el paso y ocultan el dolor al indiscreto pequeño mundo.
No tengo amistades permanentes, solo el interés permanente de la obsesión por mi llena de espíritus, casa.

martes, 23 de octubre de 2012

Tantos traidores


Tus soflamas incendiaran el monte para cazar al desangelado conejo.
Cuando yo duermo ¿quien me vela?
Diatribas espeluznantes, que vician los postrimeros aires.
Tras expurgar la cizaña, que claridad.
Las amistades obsolescentes.
Todo es caduco en la viña del señor.
Torres de envidia, que no envidiadas.
Expúreas traiciones, de raquíticos frutos.
Ya no tienes sombra, ¿brillas ahora?.
¿Quien vela mis sueños entre tantos traidores?


Narciso es mi mentor


La súbita sospecha me mece en torturadora pesadilla.
Amor que reverencias en misteriosos rituales el mito gozado entre símbolos falaces, nostalgias y melancolías.
Tras la profunda aventura regresare a casa, con la esperanza de ser reconocido.
Te antepuse a todo, y ahora todo esta ante ti interpuesto.
Hoy prodigo vuelvo insatisfecho, hambriento y defraudado.
Desconsiderado interés que castigas mis ruegos.
Imploro tu afecto en la tormenta de desdenes, trasfondo de la descomposición.
Me separo para librarme de tu entristecedora influencia.
Y veo tras retirarme un paso, tu ausente apego y lealtad.
Goce efímero que nublas el mundo, dilúyete.
Esfera imprevisible de reajustes, por compasión se propicia en los largos días de oscuridad otoñal.
Las tres cruces en el Gólgota no representan solamente el triunfo de la virtud sobre el vicio.
El blanco es mas blanco al lado de la tiznante mancha.
No soy dueño de mis actos, el desamor maneja mi mano y sin pulso hago borrones.
No creo en la casualidad de mi pecado, es culpa de Dios.
Me reconfortare en la impunidad de los antihéroes.
Los amedrentadores, me obligaran a ser un funambulista.
A la DIESTRA Y A LA SINIESTRA ESTA EL VÉRTIGO.
Espeluznante y favorito es mi pecado, Narciso es su mentor.

lunes, 22 de octubre de 2012

Tu voraz culto

En el fondo de la zanja contentare a mis Dioses.
Para ti es el obelisco de miserias.
La obra del hombre a el le supera, pero al tiempo nadie le ignora.
En el punto de embarque, hacia la isla de la gran duna, la voraz.
En el pequeño habitáculo, con la frente pegada al crismon.
Sentiré la delicada labor en la fría dorelita.
Dura orilla de llanto y sudor.
Se que no eres tu el que demanda esta ofrenda, es la alcurnia de tu sumo sacerdote y su celo en pasar a la historia.
Seré el moscóforo que acarree para tu loa, los sillares, las dovelas, los capiteles, los dinteles y las jambas.
Todo sera poco para ti , aunque se que mi entrega anónima en los años se diluirá, solo los tiempos futuros recordaran la vanidad de los jerarcas que ofician hoy tu culto.




Pusilánime indolente

El arado temor, arara la duna y la regaras con mi sangre.
Mi arrastrado honor por la yerma arena dará frutos, frutos de hiel.
Sera la sugestión, mi autoengaño el que haga que te perdone.
Y lo mas grave, sin que tu me hayas pedido a mi perdón.
Virgen negra de pena negra, perdóname tu mi desatino.
Tropiezo de nuevo en el minimizar.
La asesina imposición de la sectaria razón, urde estrategias al amparo de mi complacencia.
Mis mejillas mil veces abofeteadas, se duelen en el esclavo bucle del soportar.
Libre albedrío de vanidades, que en quimeras ahogas tropeles de tontos y de pusilánimes indolentes.




Giras bien

Vivo por unos y para otros, y fuera del sentido de sus vidas mi vida no tiene sentido.
Un pesado saco de piedras que acarreo gustoso. Es mi bella rutina un ancora de salvación.
Que sencilla es la felicidad cuando nos damos cuenta que la felicidad esta en las cosas sencillas.
Si tu casa no es un magnifico castillo, ¿que es?.
No te pierdas en la jerarquía de los objetivos , el objetivo , la meta es caminar.
Te harán feliz, los ojos de un gato, el hocico húmedo de un can, el erizo de una castaña, un trozo de pan y la comunión con la naturaleza de donde vienes y a donde vas.
Dime entorno a que giras y te diré si giras bien.

sábado, 20 de octubre de 2012

La piedra dolor

Se mece la bignonia agitada por la suave brisa y avivado su verde por la suave llovizna. Dentro de mí también llueve, y por mis entrañas corre un gélido aire que también me agita. Será el otoño? Será mi otoño?Será el cúmulo de información desestabilizadora que al mundo occidental hace naufragar?
Me reconforta mi verde intenso pero aún así siento una piedra dolor que se aloja con frialdad supina en mi cada vez menos cálido pecho.

Hoja de bellísimo castaño

En la delicada pereza que me aturde estos días me reconforto, están menguadas mis fuerzas, y en la desidia del reposo me abandono, postergando hasta mis ingestas. Como es el otoño de postrante, como es la rendición ante la inminente calamidad. Siento, y en el sentir me desordeno. Desnortado y caduco como hoja de bellísimo castaño, ruedo por las tierras húmedas, fértiles y pardas, esperando la asimilación, la desaparición enriquecedora del ciclo inexorable de la vida.


Mi sed

En la pesadumbre de la oblonga estancia y ataviado para ser sacrificado en el circo, espero los estigmas de mi martirio, esas marcar que me redimirán en el agónico y último instante, ven a mi salvífica paloma que en tu pico portas la última gota, que colmara mi última sed.

Mis muecas


EN LA BELLA Y ALMIBARADA MUECA, TE ENGAÑO, COMO SIEMPRE HA SIDO, DOMINO TANTO Y TAMBIÉN EL GESTO DE MI AFEITADO Y TITIRITERO ROSTRO QUE SE APRIORI LO EXITOSA QUE ES LA TRETA DE MIS MUECAS.

La chacha manirrota


La política está entrando en un sin criterio tan atroz que la chacha nueva tiene que asumir que al abrir la despensa y descubrir que la cara vajilla de la señora estaba toda rota, añicos. 

Es acaso ella la culpable de ese desmán ? Si no la ha roto ella porque tiene que pagar como si la hubiese roto?? No sería lógico que la chacha saliente y despedida con clamor popular y abucheos varios fuese la culpable?? Y debiese reponer el ajuar escacharrado descriteriadamente??

Encontrar no es sinónimo de romper, no gastar porque no hay no es sinónimo del despilfarro anterior. 

A la cárcel con la chacha manirrota.

Troyano


EL MAL DE AMOR TE DESTROZA Y MINA DESDE DENTRO, COMO UN MALDITO TROYANO.

viernes, 19 de octubre de 2012

La yerma extensión

Otearé el sin fin del ausente confín.
Después de tu amargo café con sal, no me queda nada que vomitar.
Es una leyenda que algo se puede conseguir con un misero salario de sal.
Me llevaré la mano a la cabeza sintiendo el pesar.
Aleja mis rivales, desdentada portera, boca de buzón por la que desfilan calumnias.
Sabré esperar y cuando menos te lo esperes te daré la espalda, mi paciencia es infinita, y encontraré en tu inconveniencia la ocasión.
El mar nunca muere, y la venganza es el mar.
Será mi fervor el que consiga que no hagas pie.
Y los vientos repentinos que nadie vio venir, te asediarán.
Inclementes mis fieles espíritus que están en todas partes, se cobran la afrenta.
En la plaza de armas ante el ejercito de cactus, en la yerma extensión´, la tuerta estrategia pondré en pie.