Prolongo mi respiración.
Prolongo mi digestión.
Prolongo mis movimientos.
Los prolongo hasta la extenuación.
Pero el obtuso mundo no cede.
Nada cambia.
Crecen con más fuerza los cardos.
Vivir amontonando granos de arena.
De minúscula arena.
Tormenta eterna que no se conmueve.
Prolongo mis fuerzas buscando el calor.
Respiro para cambiar la vida de otros.
Porque la mía es inmóvil, es una suerte echada.
Empeñado en vivir.
Empeñado en no morir.
Sin que algo en el mundo haya cambiado.
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