"No deberíamos adorar al Santo por sus promesas, si no por sus hechos, pero la realidad constata que queremos y seguimos a quien promete aunque nada de lo prometido termine en hecho. Hay tanto salvador, cuyo salvamento termina en drama, que huyendo del drama, deberíamos sofocar las soflamas del tertuliano telepredicador."
Drevik Tro´men
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