viernes, 27 de marzo de 2015

Invasoras

Hurga el desasosiego en la emotividad de mi ruina.
Es un viento ululante el que mece mis acacias.
Paisaje de invasoras que embriagan todo mi ser.
Lloro y mi llanto las alimenta, río y su fragor amarillento me empalaga.
No se pierde esa bella cizaña que todo lo enturbia 
Y sus raíces clavan y socavan los cimientos del descanso en mi neblinosa morada.

jueves, 26 de marzo de 2015

Autopsias psicológicas

La autopsia psicológica remonta el caudal vital.
Sus estiajes, sus diluvios, los cortantes marros del lecho.
Partir siempre tiene motivos.
Partir por voluntad propia siempre tiene unas miserables bambalinas.
Somos pesar, pero no a todos los tormentos nos pesan igual.

Adiós ni niñito

Es por pasión el dolor que siento.
Es ciega pasión la que rige mi vida.
Es devastador sentir, como me han amputado un dedo.
Un bello dedo pequeño y delicado.
Es la fatalidad, un duro azar que hoy no entiendo.
Que hoy siento plomizo en mi estomago.
Amargando el sol de primavera.
Tengo más dedos pero solo pienso en el que he perdido.
Se ha ido uno de mis bellos besadores.
Uno de mis bellos ángeles.
Se que tengo más, que podría tener muchos más.
Pero mi bello ángel blanco ya no volverá.
Adiós mi niñito de hocico negro y húmedo.

Besos lanzados


Son mis alhajas los besos que me has lanzado.
Las palabras que sobre mi has escrito.
Brillo con las facetas de tu amor.
Sufro de solo pensar que mañana al despertar, tú ya no seas mi sol.

Cárcel


Una cárcel de la que se puede salir, no es una cárcel.
Es un impuesto cautiverio con un perseguido fin.
Cercados por nuestras metas.
Muy cerca de la esclavitud por depender sin necesitar.

Yoransel de Omatog

Fabricadores de tontos muy útiles

Cuando no se tiene clase, todos los frutos salen desclasados. 
De malos mimbres peor urdimbre.
Domar lo torcido es ardua misión, misión ciclópea.
No pidas velocidad al tocino, ni tocino al magro que practica la velocidad.
Rápidos de pensamiento, pero de pensamiento envidioso.
Totalitarios redentores de rescoldos, después de haber generado la pira.
No te sana el que traperamente te apuñaló.
No vuelvas a acariciar al que tras la generosa caricia y entrega, tu mano mordió.
Tiene miedo el que ve que en cinco minutos de bien dichas verdades será desmontada su fachada de caridad.
Por amor a lo propio, a lo que se acarrea a casa, están en la casa consistorial algunos.
Alguaciles, alfeñiques, amantes complacidas y financiadas, lame culos muy bien pagados, rentistas Sanos a costa de todos y caciques que con el socialismo siguen haciendo sus cacicadas.
No hay peor doctrina que la que promete y no da trigo y de quina te da tres tragos.
Que complicado es matar tontos, cuando el adoctrinamiento de los explotadores de obreros se empeña desde sus tribunas en fabricarlos.

La palabra la mejor de las armas

Las palabras no matan.
Pero ayudan a morir.
Las palabras no matan.
Pero incitan a matar.
Teme a la palabra.
Porque en el bullicio de la plaza.
Nunca sabrás la boca que desencadeno.
El oleaje de vulgo que tu vida segó.
Escondido en la callejuela está el que mueve los hilos.
Son hilos las bellas palabras.
Hilos acicalados que venden traición.
Domina lo palabra y dominaras el mundo.
Lanza un bulo y será pólvora en el desinstruido.
Pide que una mano ejecutora y el vulgo te la dará.

Desordenaré

Desordenaré el cielo si tu me amas.
Desordenaré el mundo si sientes por mi lo que siento yo.
Temo el pecho descubierto que atrae los fulminantes rayo.
Temo la caricia que encadena sin intención de dar.

Sólo los VALIENTES procesan la verdad


Sólo los valientes procesan la verdad.
Digieren el cortante marro de la crudeza.
Afrontan enteros el dolor de verse.
Verse en los espejos que son las palabras.
Verse tal cual son, tal cual les ven.
La verdad ofende.
Crea enemigos.
Aleja a los amigos.
La verdad nos hace libre pero nos queda solos.
Hay que ser valiente para escuchar y decir verdad.

miércoles, 25 de marzo de 2015

La yesca de los justos

Como yesca en el cañaveral.
Así son las vidas de los justos.
Guías que no sueltan el timón tras la muerte.
Haré de tu pedregal un vergel, nos prometen.
Desde el humilde cada día un paso, una piedra.
Y en un mañana no muy lejano, estará limpio el valle.
Cuidaré donde cae mi grano.
Haré del lugar donde ya ha caído un recinto fértil.
La suerte es una cuestión de estrategia.
Con la ayuda del justo jugaré con destreza.
Hay un rey en mi espejo, porque me he trabajado para ser rey.

Los pobres lloran trabajando.

Los pobres lloran trabajando, no se pueden permitir el lujo de interrumpir su jornada, no se pueden permitir dejar de ganar el pan, tienen que sudar y llorar.
Está bien el luto, pero sin festejos y laborando, sin música pero labrando. 
Las instituciones del estado con facilidad todo lo suspenden, paralizando el devenir del reino, demorando la salida de la crisis, postergando las iniciativas, los proyectos.
No toman ejemplo del que el pan se gana con su sudor y se ve forzado a trabajar y llorar, para llevar a la mesa el pan nuestro de hoy, que estará regado de amargas lagrimas.

Sin alforjas

Descansen todos aquellos a los que el destino ha puesto fin a su jornada.
En el nuevo viaje ni hay alforjas, ni sudor, ni esfuerzo. 
No se compite en el más allá. 
En la vida eterna no nos medimos, nos miden.

Gestos

Cuando los gestos no se acompañan de acciones se convierten en estúpidos gestos.
No hay nada peor que lo preñado de vació.
Irsia Caroain Sprimbol

En segundos

Por qué nos embarga tanto el dolor y nos embriaga tan poco la dicha.
Hay estados que nos llevan al precipicio y nos dejan varados en él.
Mantener la salud es un diario, enfermar es cuestión de segundos.

martes, 24 de marzo de 2015

En que mano tienes la piedra

El que en la mano tiene una piedra cree tener en ella el mundo.
Y el que tiene el mundo en sus manos, cree tener los zapatos llenos de piedras.
Caminar ligero, caminar cargado.
Que osado es el ignorante que sin armas se cree armado.
Que inseguridad genera estar armado, que crees que todo el mundo confabula para quitarte las armas.
No siempre David derrota a Goliat.
La última mata, pero la última no fue la primera.
Al insignificante no se le tiran piedras.