El que en la mano tiene una piedra cree tener en ella el mundo.
Y el que tiene el mundo en sus manos, cree tener los zapatos llenos de piedras.
Caminar ligero, caminar cargado.
Que osado es el ignorante que sin armas se cree armado.
Que inseguridad genera estar armado, que crees que todo el mundo confabula para quitarte las armas.
No siempre David derrota a Goliat.
La última mata, pero la última no fue la primera.
Al insignificante no se le tiran piedras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario