Las palabras malvadas envueltas en miel son un faro turbulento.
Son estrategia para arriar la luz y llevar al rendido a los carceleros escollos.
En el atrio como malévola peonza se contonea la zafia.
Embutida en las estrechas tallas para marcar la ubicación exacta de la vulgar flor negra.
Muchos se pierden con la simple trampa de la que con oro no puede comprar ni cuna, ni estrella.
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