martes, 6 de noviembre de 2012

Tatuaré un crismón en mi pecho

Tatuaré un crismón en mi pecho.
Sera la señal para el ángel exterminador.
Las gavetas repletas de toxicos, nadie las querrá heredar.
Nuciente saldo de nuciente vida.
Vuestros vástagos son odiosos.
Alimañas que han surgido de vuestras ponzoñosas entrañas.
Y traen de serie los mismos vicios.
Se reconfortan en el pecado.
Nazis del siglo XXI.
Chusma ordinaria que asesina a la élite, por el ansia de su brillo y estatus.
La curtida corteza del olivo me protegerá.
Vuestro reino no es de este mundo, sois seres del inframundo.
Os pierde la adicción a la corrobla y a lucir en las aceras vuestros burdos tipos.
Dejad de fregar umbrales y limpiad vuestra condenada alma.




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