Delicada cometa que vuela muy alto.
Que cimbrea y eleva el recio viento.
No es un juego volar, es más bien un necesario sacrificio.
Riesgo y belleza se dan la mano en el vértigo que produce la cúspide.
Vuela el papel en el borrascoso firmamento.
Dejando claro que es la altura dominio del verso escrito.
Reino de frases que cambiarán las reglas del juego.
Es la rosa la que rinde al cardo.
Es el cielo etéreo el que gobierna lo plúmbeo y terreno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario