domingo, 3 de septiembre de 2017
Asumirse es el 90% del éxito
Los caminos no son fruto de un pueril instante.
El cuerpo es un templo que la insensatez no debe profanar.
Jugamos a orientarnos.
Nacemos con oriente.
En un Occidente de bonanza.
En un Occidente insatisfecho que inocula insatisfacción.
En un aprisco que juega a confundir.
Que empuja a tomar decisiones irreversibles.
Con lo fácil que es jugar a pintar y luego borrar.
A poner y luego quitar.
Reasignados que no encuentran el placer, en la cárcel que es el nuevo cuerpo.
Niños forzados a asesinar su ingenuidad.
Tipificadores de trastornos que están trastornados.
Forzados por los nuevos corset, a sentirse algo que quizás no son y nunca serán.
Infantes a los que se les impide de forma sana madurar.
A los que se les trastoca el tierno cuerpo, que aún no ha decidido cómo crecer.
Trastornos de adultos, que la infancia quieren trastocar.
Asumirse es el 90% del éxito.
Niños a los que les robamos que desde la mayoría de edad se pueden retocar.
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