domingo, 3 de septiembre de 2017
Gacelas Thomson
Los primeros en caer son los infantes.
Los que aún no han trazado su senda.
Los que animados por la mano pródiga, transitan el precipicio del éxtasis.
Mano pródiga en falsas bondades, en cumbres desde las que rodar.
Saltos mortales sin red, de los que muy pocos salen ilesos.
Coronados por los barbitúricos, caminan los Reyes.
Reyes del asfalto y el arrabal.
Gacelas thomson.
Reyes de las letrinas y las orillas del orin.
Príncipes de coronas de papier mâché.
Manos que acarician los bellos, los cadáveres del amanecer.
Cadáveres que el camión de la basura recogerá al despuntar el alba.
Todo es efímero, todo cansa y el placer se agota raudo.
Sobre todo se extingue en las fauces del voraz.
Del que engulle con ansia, polos de nata y fresa, precipitando su caducidad.
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