domingo, 28 de julio de 2019
Su afilada uña roja
En el remostoso mostrador, su afilada uña roja, garabateaba tristezas.
El pesar sólo entiende de sorbos, de tragos largos.
Se hace infinita la noche, cuando a su lado duerme la fiera.
Único e irrepetible, como los instantes punzantes.
No es frío, lo que siente la ensortijada mano, que arrastra felina el vaso,
la mano que calma la cólera rozando el pringoso mármol.
Estelar compañía, que emborrona estrellas.
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