domingo, 7 de julio de 2019

Teodora


Si de algo somos dueños, es de la resistencia que ponemos al oleaje. Somos lo que nos resistimos. Claro que no todo es resistirse, también hay que nadar hacia una corriente propicia y dejarse arrastrar.
Teodora, tuvo poco margen de resistencia cuando la llevaron a los burdeles de Puerta de Palma, cuando la forzaron las primeras veces, cuando se llevó los primeros sopapos por negarse, aunque para los viciosos que pagaban caro, muy caro desvirgar a las nuevas, esa resistencia daba valor a la mercancía, corroboraba que la niña era penetrada por primera vez, humillada por primera vez, primera y última vez, pues todo lo que venía detrás, era no resistirse y buscar la corriente propicia para sobrevivir y medrar. Y eso hizo La Sisi, buscar protector, buscar y complacer, hacerse necesaria, imprescindible, y resistirse a ser una más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario