viernes, 10 de enero de 2014

El desorden de sentir

Siento al deslizar mis yemas por tu piel que acaricio tu alma.
Debajo se esa suave delicadeza esta el latido feroz de tu pecho.
Ruge nervioso con mi proximidad.
Proximidad de comunión.
Roce que lacera y quema mi ser. 
En el desorden de sentir con mis manos tus divinas entrañas 

Errores que apestan

Errores que apestan. 
Compadreos con los delincuentes que saben igual de dolorosos que el tiro en la nuca. 
Cuando se da la mano a quien las tiene manchadas de sangre, la sangre pasa de mano.
Manchas que pasan de manos como pasa de mano el rédito del delinquir.
Rió revuelto y teñido de crimen que interesa a algunos para poder con el mismo estatus subsistir.
El hombre por grasa olvida fácilmente, pero Dios no olvida, como la victima tanta desvergüenza no perdona.

Rayas

Experto en reparar brechas. 
Sin que me tiemble la mano.
Sin sentir miedo a enfrentar cobardes.
Sin agachar la cabeza frente a los verduleros.
A los ruines que solo gestan y paren ruindades.
Reparo complicadas brechas, brechas de amor.
Me calmo porque no soy de arremetidas sino de serena andanza.
No me tiembla la mano, ni la memoria.
No me bailan las letras, ni los números.
Son los fieles mi meta.
Son los perjudicados por la ruindad.
Manchas que mantengo a raya, raya con la que marco a los que hacen manchas.

Con las leyes de hoy no existiriais

Bufonas enanas que en lenguas de barullo defienden leyes eugenésicas y abortos sin cautelas.
Sorprende la alienación de quien con las leyes de hoy no existiría.

Prohibido volar libre

Plateas compradas para aplaudir aquelarres.
En el miedo y las monedas se rinden todas las almas.
Si no te rindo en el aprecio a tu vida, te rindo en el cariño que tienes a tu sangre.
Amenazas personalizadas, cañonazos a las bandadas que vuelan libres.

Caramelos para comprar al pueblo

Bajo un estrato de humo.
Sepultado en la humareda.
Ciego como una abeja a la que se la atonta para robarle el panal.
Discursos de palabras huecas y infladas con promesas más huecas aun.
Tintas cargadas de bando.
Bosque de verticales lanzas y vendidos lanceros.
Familia de favores que cualquier delito tapa.
Comparaciones odiosas y lagunas históricas para construir el templo de la calumnia.
Farsa y más que farsa. 
Hoy importa A, porque conviene A.
Mañana importa B, porque conviene B.
Todo tiene argumento. 
Todo tiene nudo. 
Todo tiene el mismo desenlace. 
Llenar el bolsillo del embaucador líder. 
Jaleador de masas, versado incendiario.
Conocedor magnifico de los caramelos con los que se compra al pueblo.

jueves, 9 de enero de 2014

El atajo

Hemos hecho de la irregularidad una regularidad.
Hemos hecho del traspié algo demasiado presente.
Hemos hecho de la indecencia algo demasiado frecuente.
Hemos hecho del orden una extrañeza.
Faltar es un invitado incondicional.
Faltar a la decencia, a la lógica, al sentido común y a la mayoría bien pensante.
Hemos hecho del atajo el camino para justificar los delitos del delincuente.

Inoculando la peste

¿En que parte de la noche los sueños se convierten en pesadillas?
Suele ser en el punto más dichoso, cuando todo es almíbar.
Cuando uno airea su felicidad.
Cuando el envidioso no soporta ya nuestra labrada dicha.
Y toma cartas en el asunto y actúa, buscando la fisura e inoculando la peste.
No existen las burbujas eternas porque siempre a tu lado hay uno que las desinfla.

Los males del narciso

Como desordena el narcisismos.
Como altera la percepción el ensimismamiento.
Uno no ve bien el todo de tanto mirarse el ombligo.
Males de impermeable autoestima que impiden la empatía y el beneficioso dialogo.
No es mi parcela el único mundo, no es mi mundo tan pequeña parcela.
Como desordena el miedo a ser anexionado por otro narciso.
Por otro que solo se mira asimismo.

Se abandona lo enorme

Colosos con pies de barro.
Enormidades que es complicado llenar.
Gigantes que caen por la lentitud de sus movimientos.
Es torpe el enorme.
Es torpe el grande.
Porque su enormidad depende de una base amplia.
De un cimiento solido.
De un caudal que riegue el cuerpo de dimensiones exageradas.
No cae el pequeño, solo cae estrepitosamente el gigante.

El tiempo engulle

El tiempo es más cruel que los escritores de régimen, no recompone, directamente engulle.

No se debe tolerar que queden los crímenes sin castigo

Para los delitos no hay contextos, un delito es un delito, independientemente de donde y quien lo realice, las manos manchadas de sangre, ya sea como autor, encubridor, cómplice, colaborador necesario, delator, señalador, blanqueador o justificador del crímenes; Deben tener castigo. Además deben ser expulsado del sistema, el que desde las cámaras de todos o envestidos de la representatividad de todos, se sirven de sus tribunas para JUSTIFICAR Y AMEDRENTAR, con la amenaza de dar pasos atrás, es decir al totalitarismo del terror, del crimen de la sangre.
O me dais lo que pido o vuelvo a matar, no existe la impunidad para los delincuentes en democracia...............

Su latir es para mi

Aun al sol me abrigan mis canes.
Cerca de mi, pegados a mi.
Haciéndome sentir su presencia, su aliento.
Su fiel animo.
Abrigo de piel, de piel amiga.
De piel en contacto con mi piel. 
Que me hace sentir que su latir es para mi.
Es por mi.

Instantáneas de tahures

Crédulos que no digieren.
Ingenuos que sin pestañear creen lo que ven.
La realidad es una gran fisura.
La realidad descaradamente miente.
Las instantáneas las hace un tahúr.
Y el pie de foto lo escribe un historiador del régimen.

Árboles sin hojas llenos de pájaros

Seca el sol la humedad de mi rostro.
En el desmantelado jardín de invierno.
Ni una nube interrumpe su calor.
Y los desnudos árboles como yo. 
Se llenan de trinos de verderón.

Un faro de luz

El sol rogado incendia hoy la espadaña.
Desdibujando en llamas la única alta edificación.
Antorcha que nos recuerda de quien es gentileza la nueva luz.
Nuevo día de placeres y obligaciones.
De renglones de cuentas, de tareas que avanzan.
Hoy el astro rey y el rey del astro me dan luz. 
Para que con el espejo de mi corazón la dirija hacia la verdad.
La verdad es tarea del hombre incendiarla y hacer de ella un faro de orientadora luz.

miércoles, 8 de enero de 2014

Demoledor presente para perpetuar estatus

Mentiras de demagogos. 
De creadores de morralla. 
De cuarteles de adeptos. 
De fieles y ciegos soldados.
Con salarios de migajas.
Adictos al circo.
Y cretinos aleccionados en dar vítores sin pensar.
Es demoledor el presente que habéis creado.
Ojala el inculcar el merito y el esfuerzo.
Pueda cambiar el futuro.

Renglones tuertos

Si las tertulias estan llenas de necios, es porque el publico demanda necedades.
Ignorantes que incendiáis al vulgo, con vulgares mentiras.
Tiembla los renglones derechos, ante tanto y zafio tuerto renglón.

La justicia mortalmente tropieza

Porque hacer infalible la justicia si es humana.
La justicia tropieza como cualquier mortal.
Alcanza lo que alcanza cualquier otro ojo.
Y se inclina por afectos o afinidad como se inclina cualquier humano mortal.

Criticas desde la penumbra.

Criticas sin rostro, descaradas, condenatorias, apedreadoras desde el velo del anonimato.
Muy valientes son los que no son ejemplo de nada, porque alguien ejemplar no se esconde o parapeta tras nada.
Ese es el error de las redes, de los anónimos pescadores de victimas, que desde la penumbra critican lo que en la penumbra ellos practican.

Perversión

Que seductora es la perversa belleza.
Ácido bombón.
Visión imborrable que ofusca mis días.
Candidez en la envoltura e infernales y retorcidas entrañas.
Ángeles caídos expertos en hacerte caer.
Caída de la que uno no se repone.
Y el ángel dominador no te permite salir de su pozo de seducción.
En su complacer y privar.
Monstruos bellísimos expertos en esclavitudes.


Fuente helada

Se escarchan mis manos en mi empeño por sentir la claridad del agua.
Agua helada de fuente entre robles y castaños.
Ya obscurece y regreso por el camino húmedo de tierra encharcada.
Senda de piedras, líquenes y  hojarasca descompuesta.
Ya nadie cuida los olivares que se pierden en los ingratos serpollos.
Malos hijos que no miman el legado de sus padres.

El huidizo sol

Holgazaneo en el huidizo sol.
Bajo la desnuda higuera.
Maraña de ligeras sombras.
Ovillo de luz que se esfumará en segundos.
Devorado por la plomiza nube que rápida avanza.
Intermedio donde se secan los calcetines de chapaletear en los charcos.

Elegido impasse

Besos contenidos de amante descontento.
Lagrimas reprimidas para no mostrar dolencias.
Limpio el almíbar de mis labios para no atraer moscones.

Flores añiles

Me curte la lluvia.
Me curte el sol.
Me curten los años.
Maduro entre penas, castaños y flores añiles.

Ladrones de lana

Divagando sobre futuribles para distraer y hacer malabares.
Si hacer ruido en calle, puedes robar en silencio en el interior de la casa.
Sorprende llorar por la oveja robada, cuando reías cuando tu y los tuyos robaban del rebaño toda su lana.

Islas de costas acantiladas

Se lamenta la ola al morir frenada por la áspera roca.
Es la suerte de la orografía de nuestra costa.
Envidia entre espumas, la muerte ligera de las compañeras que mueren en la suave arena.
El destino nos manda escoyos contra los que bravos fenecemos,y nos rompemos en bella y efímera espuma.
Espuma de corrientes y oleajes, de puertos cerrados y destinos forzados.
Islas acantiladas a las que su aspereza lamemos, con el fin de poseerlas en el fundente amor de la muerte en la arena.

Estrellas de una noche sin firmamento


Todas las furcias son iguales, cantaros seriados, operadas en la misma clínica taxidermista.
Obsesionadas por la vulgaridad, por el exceso de formas, por la voluptuosidad de la silicona, adherida a chasis esqueléticos, fruto de las desordenadas ingestas y el tabaquismo. 
Todas se remedan, en las inoculadas tendencias, vendidas por cirujanos carniceros y desaprensivos que llenándolas de costuras hacen su agosto.
Vulgar y previsible es su vida, del jergón a la temprana sepultura, sin haber sido amadas. Solo usadas como muñecas de plástico, de plástico vivo. 
Les ciega la euforia del piropo del hambre del camionero, el halago a media luz y los billetes que les posibilitan un nuevo retoque, un paso más hacia el esperpento, el ideal circense del lupanar, la atracción más buscada del momento, ansia de torturador star.
Un costurón más en sus recosidos cuerpos, carne de cañón de una moda que para nada, en la obscuridad del cubil sirve. Pero que contenta al proxeneta, que las explota y presume de mercancía en la barra de los tugurios de alterne, en los que las degrada por una protección que no necesitarían si no hubieran decidido ser estrellas de una noche sin firmamento.

Al final siempre escampa


Todo al final escampa, al final siempre sale el sol, tras el cautiverio de nubes y barrotes finísimos de agua.
Sale el sol y aparcas a los necios y a sus necedades y olvidas la lluvia y solo te quedas con su vivificantes efectos, todo esta verde, todo esta fresco.
Sale el sol y vuelves a ser tras el forzado retiro la misma rutilante estrella, con más brillo aun, el brillo almacenado en los días de constructiva tristeza.

martes, 7 de enero de 2014

Con voz muy baja

Se tramitan con urgencia los quebrantos.
Pero con que lentitud se tramita el resarcimiento del daño.
Se oye la soflama de calumnias con mucha atención.
Se lee el libelo en grandes titulares.
Se piden disculpas en un rincón con letra minúscula.
Con la voz muy baja se pide perdón.

Manotazos al aire

Salen a los balcones a airear trapos de otros los que siempre esperaron la caída.
Se frotan las manos los que divulgan cacareos.
Anuncian rayos de esperanza los que corren pesados cortinajes en las pocilgas de sus casas.
Casas cuya prioridad es enseñar a ladrar a la prole.
Casas donde se esconden botines.
Casas de remiendos y parches,
Corren por el aire las maldades exageradas en los cañonazos de la ocasión.
Ruido de cacerolas, de aullidos y de manotazos al aire.
Espanta el circo, cuando se exhibe tan poco el circo de la propia casa.

Entre brumas ocho puntos de luz titilan

En la negrura de la prematura noche solo veo ocho puntos diminutos de luz, que me indican que en este rincón de lluvias no estoy solo.
Ya solo siento llover, es impenetrable la obscuridad, cerco de brumas en el que titilan las presencias de mis más cercanos vecinos.
Solo, frente a otra inmensa noche, en al que bullirá mi mente en este forzado y fértil aislamiento.

Puertas entreabiertas

Extraños que no pasan del inicial interés.
Extraños que uno presupone interesantes.
Es urgente la toma de contacto y se va con rapidez al desenlace.
No sabe uno bien si en esa prisa pierde baratijas o diamantes.
Sensaciones extrañas en esta desorientadora toma de contacto.
Fiesta y decepción duermen juntas y uno no sabe cual será el paladar al levantarse.
Agrio final de proceso nada dulce.

Tendencias de calle

La calle no sigue tendencias.
Son las tendencias las que siguen a la calle.
Reyes de anónimas pasarelas.
Visionarios que de los desvanes sacan el futuro.
Con humor y frescura rendís a los emperadores.
Pero vosotros no sacáis el rédito, ni la gloria merecida.
Son los furtivos caza tendencias que visten a las pijas sin gracia.

Sin ataduras

La tensión rompe ataduras, pero también sume en complicadas derivas.
Claro que para desorientarse hay que ser un pájaro o un navío.
Lamentablemente no se sume en derivas un vulgar peñasco.
Capacidad para perderse, capacidad para volver a encontrar e incluso para rodear y vadear.

La gotera

Vivo en un abuhardillado como los antiguos pintores, el techo es de madera y sobre la madera las tejas y como llueve tanto, que sobre mi escritorio cae una gotera................

Solo los cierra la muerte

Hay ciclos que no se cierran si no los cierra la muerte.
Es el temperamento de la bestia, joder hasta morir.
Ni ciegas las alimañas dejan de envidiar.

Remansos de paz en el infierno

Algunos hemos decidido dedicar nuestra vida a crear paraísos.
Burbujas donde se protege la vida, pequeños remansos de paz en los que descanse el perseguido.
Pero hay tantos infiernos, tanto diabólico personaje y tanto tibio que en el no hacer ruido benefician al malhechor.
Yo he logrado frenar el mal en las fronteras de mi mundo, pero fuera de el estan los desvalidos ángeles que lloran a mis puertas y no les puedo abrir.
Parches ante la inactividad y el placentero no querer ver, gente que pasa de puntillas por la vida, pero por inactividad destrozando con idénticas zarpas, si fuerais mendigos a las puertas de mi reino a pesar de vuestra zafiedad se que os abriría.

Nuestro calor es su muerte

Solo rompe el gorgoteo el insolente ruido de una motosierra que desploma bellísimos robles.
Sierra de vida y muerte, de raíces terrenas y de necesidades de monte, nuestro calor es su muerte.

Lluvia pertinaz

Rezuma todo agua, de empapado que esta todo, pero aun así la lluvia insiste en saciar la sed de lo empantanado.
Reclusión tras los cristales que lloran ríos.
Encierro en mi torre que se hace angosta.
Chapaletean mis perros en los charcos para que yo luego friegue.
Se desesperan ellos y me desespero yo en esta cárcel de hilos de lluvia.

lunes, 6 de enero de 2014

Ser galano

Ser galano es una debilidad, en el flanco delicado del corazón.
Bello salón con las cortinas noche y día corridas.
Miedo al cruel, al igual que es cruel, a los crueles que quieren ser iguales.
Galano de finos gestos, que roba besos a escondidas.
Es insípido pasar de puntillas por la vida, cuando se es tan sensible. 
Y aun pasando de puntillas te llega el terremoto del amor.

Disarmoía.

El alma no sigue el norte de los cuerpos.
El alma vaga desnortada encerrada en la cárcel de la materia.
Y cerril emprende la batalla de acondicionar la forzada morada a la etérea y libérrima idea de ser y belleza.
Solo quien ese tormento sufre, entiende el costoso camino de acomodar cuerpo y mente.

El amor en el ecuador

El tiempo hace a la belleza serena, pero también la llena de manías.
Tortura la ilusión el empeño en preservar estatus, sitio y comodidades.
No es fácil que el ciego amor arrastre a la madurez.
Es conveniencia y acomodo lo que persiguen los años.
No desea noches en vela, ni febril inapetencia.
Las serenas bellezas no se bañan si hay oleaje.

Gorgotea el agua

Se amotina mi animo en estos días tan cortos.
No puedo más con tanta humedad.
Con la pobre luz.
Con el gorgoteo del agua.
Con el vaho que cierra mi mundo.
No puedo más con este invierno de perenne lluvia.

Giro sobre mi gozne

Como no repetirse, si los días son iguales.
Si la matraca de mis días es idéntica.
Soy una puerta que solo se sabe abrir y cerrar.
Giro sobre un gozne evitando chirriar.

Brumas y helechos

Fatiga el camino de brumas, entre los húmedos helechos de la ascendente cuesta de sierra.
Si supiera retroceder, volvería para refundirme y desechar idioteces y cabezonerías.
El peso de la falsa moral, del rasero y la clase.
No ennoblece la farsa, sino el claro andar disipando las cansinas brumas, que ocultan traspiés.

Se oxida el corazón

Se oxida el corazón con la eterna lluvia.
Se entumecen las manos en la falta de caricias.
Se hace gris el mundo en el invierno del sin amor.

El deseo sin ser pedido aparece

La neblina trae a la clausura de la torre lo impensado.
A veces no es buscar, es el choque el cauce de encuentro.
Mil monedas en la fuente pidiendo deseos y el deseo sin ser pedido tras la colisión aparece.
Por las puertas cerradas se cuela la caridad.
Se cuela por las rendijas del encierro el regalo de la ilusión.

Los peligros del mundo

Augustos prisioneros, que tras bellos cristales ven la luz.
Para que algo no se manche hay que preservarlo de la mancha.
Encierros de protección.
Cárceles de oro para las codiciadas alhajas.
Son los peligros del mundo. 
Perderse y volverse vulgar por el contacto con él.

Debilidades humanas

Debilidades humanas que huyen del silencio.
Que escapan del tormento de la desnudez que es pensar.
Verse con los harapos que nadie ve.
Verse sin la careta del teatro, del agradar, del ansia de triunfar. 
Uno intenta engañarse en los halagos del ruido del ascenso social.
En la esfera de los elegidos.
En los salones y en las fiestas.
Envolviendo en sedas y mil alhajas el silencio de la miseria.