Soy ya un adversario sin voluntad.
Que se rinde cansado en el lecho de las viboras.
Con las fuerzas menguadas.
Con los lazos rotos.
Con las manos desatadas.
Extenuado para seguir avanzando.
Cerraré los ojos entre los enemigos.
Saciaré mi sed entre las alimañas que me han hundido.
Sellaré mis llagas en el aire hostil.
Hoy no es mi día.
Mañana sé que tampoco.
Pero camuflado entre la maldad resurgiré.
Debo ser sombra, debo ser escombro, debo ser rendido rival.
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