Por el camino de los calcinados eucaliptos.
Que como esperpénticos gigantes ya no paran ninguna epidemia.
Sombras ahumadas que no termina de vencer el rayo.
Cuarteado y viejo asfalto flanqueado de zarzas.
Siento un profundo extrañamiento y estoy aquí sin estar.
Intento solapar mi recuerdo con lo que ahora veo y muy poco coincide.
Se ha evaporado tanta belleza.
Se ha instalado en el paisaje tanta desidia.
Que tengo ganas de marcharme otra vez.
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