Ya no persigo nada.
Porque todo lo que perseguí me fue negado.
Me alimento en los recodos.
Sacio mi hambre con lo que la corriente abandona.
Alivio mi necesidad con los cuerpos que como yo buscan la calma.
Aguas domadas de cerrado meandro.
Hoces someras donde descansando espero mi eterno descanso.
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