Se pierde el abrazo de la mañana por la sangría que impone el reglado vinculo.
Ata a la rendida paloma es leonino contrato.
Sierva era ya solo por el amor.
Pero las técnicas palabras que todo lo socavan.
Hirieron en el pecho al entregado corazón.
Cautela que de todo desconfías.
Cautela que salvaguardas en la prevista obsolescencia.
Cautelas que en el interés contractual te mueves.
Como asesinas a la bella fiera que dócil lame la mano de su rendidor.
Yo soy paloma libre que amo sin atarme.
Y fiel permanezco al lado del lecho del que sin contrato a mi también me amo.
Viento de palabras, palabras de viento.
Palabras escritas que vuelan y se arremolinan, en el sucio rincón.
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