Todas las princesas son rubias.
Todas son rubias aunque sea por obra y gracia de la potasa.
El rubio hace que las mujeres parezcan ángeles.
El rubio convierte en ángeles a las arpías.
Son rubias todas las arpías.
Son rubias igual que las princesas.
Son rubias las ladronas de aire.
Ser rubia son tres pasos de delantera en la conquista.
Rinden los ángeles rubios hasta al más pintado de los reyes.
Por eso se tiñe de rubio hasta más de una necia alcaldesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario