lunes, 12 de noviembre de 2012

De vino tinto y budas


Sé que no terminarás vistiendo santos.
Pero si Buda necesita ser vestido, te llamarán................
No es más rica la que más dinero tiene, si no la que menos acomplejada está.
Vino tinto abocado a servir para cocinar callos..................

En una mástaba



Las últimas voluntades nunca a todos complacen.
Con mi sangre litigaré, porque mi sangre me estafó.
Legado de expolios.
Legado expoliado.
La suerte de tus tesoros tu bien la sabes.
Hienas moteadas y heredipetas.
Idolatráis la carroña y el anhelado botín.
No dormís soñando que es vuestro, lo que al que todavía no a muerto continua perteneciendo.
Es artificiosa vuestra dicción.
Engolado gimiqueo, relato bucle con profundidad de charco.
Seres de ausente belleza, que ajáis postrimerías encerrando familiares en sórdidos cubiles.
La importancia de estar enterrados en una mástaba.
Damas bobas del séquito de una segundona cortesana.
Brillo de chacha, maquillada con los cosméticos robados a su señora.
Cantaros de barro con ansias de ser porcelánico jarrón.



Las urticantes camelias

Condenado, sepultare las urticantes camelias que un día en el pelo lució mama.
Lo haré en la tierra parda que abonan mis ancestros, los bellos seres que me dieron la vida.
Las lluvias ácidas lo asolaran todo con su torrente torrencialidad.
Almas negras vuelan en círculos sobre la catedral que mutilo el rayo.
Pende inestable, la araña herida, del dañado cimbórrio.
Tiempo de rosarios en la tormenta de hambres, que no sacian ni el cuerpo del hijo de Dios.
Mundo enconado de extremos, donde solo los seres extremófilos, tienen papeletas para el cada vez más azarístico futuro.
Torres de perdición, altares, aras de suicidios.
No quiero ser yo quien ponga fin a mis días, dejare que la inclemencia de lo incierto y postrimero me rinda.
El crismón que tatué en mi pecho ni siquiera es un freno para la voracidad del aberrante mal.
Mi escritura siempre ha desobedecido al pautado papel.
Letras torcidas y tumbadas que vaticinan el vulcano supurar, del ultrajado y ya nada azul planeta.
Alucinar para que la realidad supere a lo alucinado.
La carroña sera un exquisito manjar en nuestra dieta.

domingo, 11 de noviembre de 2012

La daga de la mano amiga

Si me ves solo es porque así yo lo he elegido.
Elijo con exquisita exquisitez mis pocos amigos.
Rindo pocas cuentas, porque poco pido.
A mi corazón difícilmente el dardo alcanza.
Solo me daña quien consiento que entre en mi casa.
Es la daga de la mano amiga la que si me ves llorar desgarro mis entrañas.

El cortafuegos

Han sido tres años, se que no erais conscientes de mi labor de desmonte.
Siempre estime como conveniente depender poco y si es posible nada.
Hoy pensáis que me habéis repudiado y no es así.
Soy yo el que entorno a mi bosque he creado un gran cortafuegos. 
Ansiáis, no hacer leña de mi árbol caído, sino hacer cenizas mi bosque que esta en pie. 
No os disteis cuenta que todos los martes se ausentaba de vuestra mesa el garbanzo negro.
Que poco reparáis en los pequeños y lentos pasos, que os digo son los que más alejan.
Enquistado estoy a vuestros daños, rodeado de este cíngulo vasto de cautelas, páramo ancho por el que puedo ver acercarse a la zorra.
No os atribuyáis merito alguno, ya nada de vosotros me sorprende y daña. 
Lejos de vuestras manos, ni siquiera acertaríais catapultando lanzas.
Duro fue el invierno, pero hoy en mi cálido y nuevo seno descanso tranquilo.
Mi ausencia fue comiéndose a mi presencia, y vosotros no presentisteis mi falta hasta que mi falta era tan completa que ya de nada os valían vuestras absurdas tretas.
Lejos estoy ya de vuestro dañino fuego amigo.




sábado, 10 de noviembre de 2012

Heredipeta

Ebria depravación de heredipeta.
Brusca es al ofensa, y lenta la cura.
Henchida y locuaz ponzoña de vieja acicalada.
Arpía curtida en malas mañas.
Odre, pellejo, fardo de cardos.
No espantas al tiempo, el tiempo te espanta.
Y los espejos del brillo de manteca de tus afeites se espantan.
Herida larga y sufrida.
Condena perpetua.
Hondo dolor.
Rémora.
Mala calaña.
Infértil estiércol.
¿Por donde vas?, para contigo no volver a tropezar.




Sangran mis plantas

Diseminados, dispersos, perdidos, desperdigados están los daños por mi salón
Mil cristales diminutos y punzantes sobre los que obligado camino descalzo.
Bella cristalería que un día cuide en le vitrina de mis afectos.
La habéis roto, y habéis esparcido con inquina los cortantes vidrios por mi morada. 
Zahorra de ofensas, de desaires, de desprecios, de criticas que han precipitado punzantes en el arabesco borracho del suelo de mi casa.
Nada me turba, nada me espanta, solo los finos cristales hieren y hacen sangrar mis plantas.

Lo que más desgasta

Vendaval de recorrido corto y dañino, que te alias al frió extremo para resfriar mi alma.
Nada ya me ciega, nada ya me frena, nada ya me impide cerrar la puerta y dejarte fuera.
Fuiste clave de soberbio arco triunfal.
En ti cimenté mi gloria.
E hice descansar sobre tu antaño regia dovela todos los empujes de mis afectos e irredentas furias.
No soportaste nunca bien la atmosférica meteorización, ni la metralla de las malintencionadas palabras, verbos de dolor, que azuzaba la envidia.
Ya no tengo clave, pero tengo arco, he diseñado un nuevo y equilibrador sistema de empujes y sigo en pie.
Nada es imposible, pero es cierto hay cosas que son insoportables.
Fina arena que destroza con la caricia de su arremetida, complicadas edificaciones.
Nada esta a salvo en el laberintos del desgaste, pero no creer y desconfiar es lo que más desgasta.

Mis salvíficos canes

En un océano de plata surcado de caballitos de hojalata, estuve descansando ayer.
En la finísima arena de brillantes diamantes.
Me lamían canes con soberbias cornamentas de ciervo, espectaculares ramificaciones de color coral.
Me sanaban de las llagas que me habían causados mis traidores amigos, los que en treta injusta creyeron que podían hacer leña de mi árbol caído.
Y ya bajo la expectante mirada de los gatos alados de cabeza corazón me recuperaba confortado por los mil besos de mis perros oníricos, que eran como Tirma, Heliogábalo, Claris, Pepe, Dámaso, Liberto, Bernarda, Budy, Kuki, Saritísima, Ludivico, Alarico, Tadeo, Bruto, y mil, mil más.
Medusas como complejas arañas de cristal de trece luces surcaban las alturas, cabalgando olas con los bellos peces mariposa de tonos opales, verdes malaquita, azules turquesa, y brillos cegadores de berilo.
Bellísimo el Salón de la rocalla del palacio del rey pez espada, que nada belicoso, me recibió enfundado en su plateada armadura.
En los arrullos del oleaje, en el encopetado salón, en un trono de perlas barroquísimas, en la presencia del complaciente rey pez espada, y sanado ya por los besos de mis fieles ángeles que me acompañan donde quiera que voy. Me dormí, y volví a despertar en la vida real, donde estaban también para quererme y adorarme mis canes salvíficos, mis incondicionales canes, presentes, ausentes y venideros, corte de cálidos afectos que me envolverá por eternidad de eternidades.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Malo soy mejor

Garbanzos negros.
Es la inteligencia la fuerza capaz de levantar las más altas cimas y las más hondas simas.
No te preocupes no hablo de ti.
En este barbecho de perdón.
Ni lo puedo pedir.

Ni lo puedo dar.
Si soy la Más pura iniquidad.
Si soy la más pura bondad.
En mi juventud mi cauce lo arrastraba todo.
Ahora los cantos lesivos los voy depositando en el lecho fangoso.
El sitio propicio para los dañinos personajes de miseria.
Extravagante taxidermista, el que te frunció el ceño.
No lo aplaudo, pero si te arreglo y ahora estas mal, imagino que antes estarías peor.
Cuando soy bueno soy muy bueno, pero cuando soy malo soy mejor.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Jarrones chinos

La complicada estética que nos imponía mama.
Eramos muñequitas en sus manos.
Los chillones colores, pero exquisitamente combinados.
La ambigüedad de nuestro estilo.
Pajes, reinas, príncipes de otro tiempo.
Personajes de los cuentos que ella de pequeña leyó.
Fuimos seres diferentes, atormentados por ser siempre el foco de todas las miradas.
Eramos bellas porcelanas de vitrina.
Raros y coloristas jarrones chinos.
Las muñequitas de porcelana de mama.
Ha pasado el tiempo y lo recuerdo con nostalgia.
Mama nos hacia brillar.
Perfecto, estanco y envidiado pasado que ya nunca volverá.




La fría caricia

Tan próximo que puede ya tocarme.
Esta ya aquí con su fría caricia.
El desestabilizador invierno.
La soledad de los días cortos.
Los húmedos charcos.
La llovizna gris.
Y la estremecedora sensación de abandono.
Si ya no estoy en tu vida.
Si ya no estas tu en al mía.
Vació que hoy es más grande.
Largo pasillo a oscuras.
Las lagrimas enfrían mi rostro en las primeras mañanas de la antesala del invierno.........................


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Fin de nada

Iniciando o finalizando.
No hay inicio sin fin, ni fin sin inicio.
Una cerveza sucede a otra.
Bucle sin fin.
Aturdido para no sentir la decepción.
El humano lamentablemente tarde o temprano te defrauda.
Ebrio lo llevo mejor.
Mi gran amiga la dipsomanía me ciega, para no ver la mugre de mi sobrepasado entorno.
Herido, dolido, pero no hundido, continuo en pie.
Ya sin fuerzas por hoy me dispongo a rendirme en el narcótico y reparador sueño.
Mañana sera otro día, quizás mas atroz que hoy.............................




El festín de las alimañas



Miserable sigilo.
En la más alta rama.
El amplio desierto.
El confín de tu reino.
Buitres planean en círculos.

El oportunismo del comerciante de cadáveres.
Esperar el último suspiro.
Evaporada el  alma.
Comienza el festín de las alimañas.
Nada han pagado por al sabrosa transacción.
Nada deben.
Solo la espera les debe.
Esclavos de gratuitos vicios.
No es la belleza la que os hace medrar.
Es la adaptación al fin.
Fin de otros, principio vuestro.
La vida frágil y efímera a vosotros os da la vida.
Lastima que no devoréis almas.
Nunca alcanzareis la perfección.
Planeareis sobre ella y esperareis que tropiece.
Vulgar, muy vulgar sino.






Injusta justicia de falsa élite

Saben los amantes bien entendidos que producen muchos intereses tres agravios seguidos.
No esperabas mi respuesta, pero tras tres demandas te respondo.
Y mira por donde tras tres ofensas seguidas, no te gusta de la mía ni el como, ni el cuando, ni el donde.
Mira de que modo colocando yo solo, la guinda de tu envenenado pastel de tres pisos, de improperios y gratuitas observaciones, te daño más yo a ti, que tu a mi con tu burda repostería.
Esto es el colmo, pierdo mi estar una vez y soy proscrito, tu lo pierdes previamente tres, y lideras la tropa de borregos.
Sorpresas te da la vida, y en el sorprenderte a la patulea retratas.
No es justa la justicia que para evitar el desequilibrio de al balanza con una mano sujeta y estabiliza el platillo cargado de ofensas, obviamente no es mi platillo.
Ver para creer y en el ver volver a etiquetar.
Viciado afecto que me profería la tropa de zamarros, que no era tal.
Se esperar, y en la espera se ve como todo se recoloca, eso si, ya sin mi.
No estáis conmigo, es obvio estáis contra mi.
Injusta justicia de falsa élite.

martes, 6 de noviembre de 2012

Ya nunca me tendras


Tres jarrones, un tambor, un lagarto y un Buen Varón.
Sobre la cómoda atestada hay de todo, menos espacio.
Soy el más.
Soy el pánico al vació.
soy la efervescencia.
Soy la capacidad para generar mil cosas en un segundo.
Siempre quiero más.
Siempre ansió el más.
Nunca es suficiente.
Nunca se lo suficiente.
Nunca esta saciada mi ambición de poseer.
Siempre me sorprende mi dislexía.
Un universo nuevo en el que inventar cosas que poseer.
Nunca es demasiada sombra azul.
Nunca uno es lo suficientemente perfecto.
Siempre tiene una fisura la impresión de perfección.
Nunca uno esta lo suficientemente preparado para perder.
Siempre es corta la distancia que interpongas entre tu y tus enemigos.
Soy lo finito.
Soy el infinito.
Soy la tierra que piso.
Soy la tierra que deseo pisar.
Soy necedad.
Soy ira.
Soy el que moriría por ti.
Soy que por ti también mataría.
Soy lo que has perdido.
Soy el que ya nunca volverás a encontrar.
soy el que aun estando a tu lado ya nunca tendrás.

Tatuaré un crismón en mi pecho

Tatuaré un crismón en mi pecho.
Sera la señal para el ángel exterminador.
Las gavetas repletas de toxicos, nadie las querrá heredar.
Nuciente saldo de nuciente vida.
Vuestros vástagos son odiosos.
Alimañas que han surgido de vuestras ponzoñosas entrañas.
Y traen de serie los mismos vicios.
Se reconfortan en el pecado.
Nazis del siglo XXI.
Chusma ordinaria que asesina a la élite, por el ansia de su brillo y estatus.
La curtida corteza del olivo me protegerá.
Vuestro reino no es de este mundo, sois seres del inframundo.
Os pierde la adicción a la corrobla y a lucir en las aceras vuestros burdos tipos.
Dejad de fregar umbrales y limpiad vuestra condenada alma.




Mañana os atacareis entre vosotras

No finjáis susto, vosotras sois las que asustáis.
Lluvia de cizañas.
Llanto de arpías.
Ahora os sorprendéis de la tormenta.
Cuando vosotras sois las que habéis evaporado todo el agua.
Sois el dolor de otros.
Sois famelizante cáncer.
Sois el malestar de los limpios.
Sois bestias corcovetas del averno.
Pellejas rubias de raíces muy, muy ,muy negras.
Negras como el insondable abismo de las malas acciones.
Sois corte de bufones de Belcebú.
Tacto de escamas y vahos de azufre.
Sois la maliciosa subjetividad de la portera.
Sois flaca moral y oronda inquina.
Las sarnosas pústulas de vuestra ética dicen mucho de vosotras.
Sois leproso código de conducta.
Hoy me atacáis a mi mañana os atacareis entre vosotras.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Envenenadora de Ángeles


Gracias Felinos Ángeles, que todas las mañanas maulláis a Dios.
Me reconforto en el castigo, pero para vuestra asesina pido más.
Ella encabeza la lista, pero mi Dios, espero que continúes con todos los que han firmado la calumnia.
Se ha reventado el hinchado odre de ponzoña, que la envidia y el odio hizo crecer en el bajo vientre de tus entrañas.
No debería Dios mio, pero me alegro, y como estoy 
en racha, pido más, que mil ratas le roan las entrañas,y no paren hasta que estas desgasten sus dientes.
Envenenadoras de ángeles y proclamadoras de falsías., os deseo lo peor que vuestras retorcidas mentes para otros han anhelado.
A todos los canes y felinos que estáis en el cielo os ruego que os suméis a mi suplica, quiero que se retuerzan todos los renglones torcidos de esa zafia lista.




La estela de la celebridad

Me vuelvo contra ti porque el sino así lo quiere.
Vendemos nuestras destrezas al mejor postor.
Y es la siniestra quien compra destrezas.
Trágica obra de arte en movimiento.
Pavesa de lo que un día fue refulgente llama.
Agonía y belleza van de la mano por el inhóspito jardín.
Nunca son suficientes facetas.
Siempre es insuficiente el brillo.
Nunca se esta lo suficientemente alto.
Nunca uno es lo suficientemente inalcanzable.
La soledad del brillo.
La soledad de la altura.
La tristeza de ser inalcanzable.
La maldición de la estela de la celebridad.
Todo esta enturbiado por el turbio deseo.




Flores champlevé

Será como la blanca paloma acercándose a los cuervos jamás podrá confundirse entre ellos.
El broche de esmalte champlevé que campea en tu pecho dice que eres mía. 
Sabes que bajo el arco solio te espero.
Los poetas encandilaran al vulgo y el vulgo se dejará encandilar.
Seré el ángel, lesionado en la caída.
Las heridas del alma son para toda la vida.
El duro precio del tropiezo, que desde el espíritu tortura el estío mortal.
Muero en el sarpullido de la floración de las flores del mal.




El indolente corzo

Bajo la indolente y vítrea mirada del corzo.
Saciados en el banquete y embriagados con el vino de regusto moscatel.
Ni divino, ni humano, conversaciones de mortales.
Torturadas por la voz de canalla.
Rendidos a la postre en el sofá.
Con la más gravitadora aun, obra de taxidermia.
Aguardiente para aguantar la desidia de la llovizna dominical.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Mater irrepetible

Me es imposible llorar, pero siento tu dolor tan dentro que nadie lo ve.
Quisiera sufrir por ti, sentir tu dolor para que quedaras libre.
Pero Dios no me lo concede, aunque se lo pido con tesón.
No te preocupes insistiré y esa puerta terminara abriéndose.
Verte feliz me hace feliz.
Pero cuando lloras, no puedo.
No pedo ver que el tiempo te haga daño.
Que el dolor te haga daño.
Que Dios no me escuche y te haga daño.
Te debo tanto, te lo debo todo.
Vivo por ti y a ti me debo.
Madre de madres.
Mater onírica, mater cálida, ecléctica y amarga.
Te consumes pero tu belleza se acrecienta.
Quisiera dártelo todo, porque todo te lo debo.
Aunque te mereces más que el todo.
Por eso me revelo contra Dios.
Si hay algo que no te mereces es el dolor y la infelicidad.
Madre de madres, madre única y perfecta.
No llores que tus transparentes ojos no han sido creados para llorar.
La profundidad de tu mirada esta hecha para la sonrisa.


Quisiera

Besar tus labios quisiera.
Y saciarme en el fresco silencio de tu boca.
Rozar con mis labios quisiera.
Tu perenne sonrisa.
Y darte con ternura ese hondo amor que late en mi.
Sentir tu gozosa fuerza quisiera.
Y perdido en el deseo ardo en la espera.
Titubeo, descubro en ti extrañezas.
Besar tus labios quisiera.
Y saborear el rocío de tu lengua.
Está en ti ya mi fuerza.
Besaré el fruto maduro.
Antes de que el tiempo lo pierda.
El amor bien lo sabe.
Que la vida consume belleza.

Las cenizas del desasosiego

Te quiero tanto y es mi querencia tan profunda.
Que tus raíces me hieren.
Hurgas con felinas caricias en lo más íntimo de mis entrañas.
Eres flamígera y caustica.
Tórrida hiel.
Te quiero tanto.
Prohibida furia.
Cismático destierro.
Te quiero tanto.
Lluvia de infinitos tonos.
Te quiero tanto y te llevo tan dentro.
Espina cuyo hollar anhelo.
Arrasame, clava tu hierro en mi tierra.
Borra mis miedos.
Esparce en mi páramo.
Las cenizas del desasosiego.




viernes, 2 de noviembre de 2012

Eco

Día de difuntos.
Día de tristezas.
Día de atmósfera gris.
Día plúmbeo.
Día erosionador.
Día de flores toxicas.
Día de ecos de llantos.
De llantos que producen eco.
De ecos que quieren dejar de ser eco.
Y diluirse en el aire y morir

El gran vacio

No tienes atalaya, pero tienes balcón.
Desde el pregonas sermones de ponzoña.
Bandos de deflagración.
Oronda arpía, con destreza para caminar con dos patas.
Buche de hiel.
El vulgo te soporta, mas yo no.
Pido hoy día de todos los santos, a toda la corte de santos, que desaparezcas.
Quiero sentir el gran vació que dejara tu ballenato ser.




Caracolas

Te torturaré con el brillo de las caracolas.
En la verde arena sintética.
Absorberé como un hermeneuta.
Lo que no dices en tus delicadas tormentas de mi.

Desde el amanecer

No me arrepiento, mas pido perdón.
En la escalera helicoidal que conduce a la gloria, otra vez he tropezado.
Soy mis tropiezos, soy mis defectos, soy mi ira, mi cólera, soy desaliento. 
Pero sobretodo soy esfuerzo.
Esputo sangre pura y roja.
Soy mortal y frágil.
Somatizo el gran dolor y mi alma atormentada hiere a mi cuerpo.
Quiero descansar, la altitud del ascenso me asfixia.
Bicho aniquilador que amarilleas los barnices, trasmutando el recuerdo.
Frágil es la vida, encerrada en los frágiles cuerpos.
Templos de cristal que al mínimo impacto se hacen añicos.
La devastadora lanzada.
La devastadora pedrada.
La devastadora saeta.
El devastador y certero hacha.
Eres turbiedad.
Eres oscuridad.
Eres supina maldad.
Eres mi tropiezo.
Obsesionado por congelar instantes, pierdo el disfrute instantáneo del momento que ya nunca volverá.
Antes la maldad me amenazaba a medianoche, a tu lado me acecha desde el amanecer.


miércoles, 31 de octubre de 2012

Ajados círculos concéntricos


El que no tiene nombre, el innombrable.
El que no muere al no ser nombrado.
El que existe aunque desees su no existencia.
El nombrado y renombrado por otros.
El del nombre que produce eco y retumba.
Aun vilipendiado y sin nombre soy, y soy tanto que sin nombrarme aturdo.
Silencioso daño que cae en saco roto.
Nada sorprendente, esa es vuestra cosecha.
Viciada esterilidad de ajados círculos concéntricos entorno al vacio.
Me maravillaré en el ramplón esfuerzo que hacéis no manchando mi nombre con vuestras manchadas bocas.

Muero sin morir

Si, me intentarás robar las palabras.
Te aturde el vulgar fornicio, y en los robos no sabes elegir.
Te ha llevado un racimo sin criterio, tengo mas, puedo conseguir mas, en mil idiomas, en mil lenguas, me haré entender.
No puedo ir a casa a descansar.
El proceso zaino de erosión no me tumba pero con el me resiento.
Con la velocidad de un rayo.
Con la lentitud de un rió saturado de meandros, que constantemente demoran, ralentizan mi cauce, hacia el deseado fin, porque en el fin esta el fundirme contigo, en la inmensidad oceana.
Transcurro entre la tormenta de daños y asediado por un ladrón de palabras.
Muy lento marcho, arrastrando un encaje de zarzas, abrazo de dolientes espinas, sobre el lecho de pétreas y cortantes lanzas.
Muero sin morir por el infinitamente postergado fin.




Lía bello ángel eterno


Cuando los ángeles se hacen carne y deciden vivir con nosotros.
Nos someten a una espiral de caricias, de besos, de zalamerías, que es imposible a su lado no ser feliz.
Y nos LÍAN, en un amor altruista y puro, que es el único que ellos pueden dar.
Pero nada es para siempre y ellos que a nuestro lado han sido muy felices, sin rudo un día deciden partir.
Y en el adiós nada nos reprochan, nos dan un último lametón con su cálido hocico húmedo, y se abandonan de nuevo a la incorporeidad.
Y su fidelidad desde lo etéreo, continua inmutable y es cuidarnos y querernos como nosotros lo hemos hecho con ellos. Así pasan a ser nuestros intangibles ángeles custodios.
Cuando un ángel se hace carne y decide habitar entre nosotros, nos hace sus amigos para toda la eternidad.
LÍA, bello ángel eterno.

martes, 30 de octubre de 2012

Jabón de tocino

Haré jabón con tus mantecas.
Y tras la transustanciación.
Limpiaras la mugre que tu zorra y vulgar existencia dejo.
La suerte de tu orondo ser de tocino para algo útil valdrá.


Son solo siete

Son solo siete piedras, siete pitagóricas piedras. En el empinado valle en uve, cuatro puentes se hacen compañía y vencen el vado a distintas alturas.Las anaranjadas mandarinas ruedan inestables sobre el mármol blanco. En la propicia ara que los limos matificar y reclaman  como propia entono una letanía, con la fe de ser oído  en la hornacina aflorada que reclama un sacrificio, te pregunto si eres tu el santo mártir que derramara su sangre por el merino místico  El barroco me agobia, y los lodos que me opacan, acentúan el fulgor de la daga que se yergue, entre el murmullo de plegarias .Lloraran los cielos y devolverán a los peces el altar aflorado, será una inútil expiación. Donde están los fieles que en procesión cruzaban puentes para cumplir promesas. Polvo al polvo, limo al limo, muerte a la vida y recuerdos al olvido. Cobijado bajo la venera de la fertilidad esperaré el fecundo mañana. 

Siete traidores

Siete son las extrañas torres que jalonan tu muralla. 
Siete son las atalayas desde donde te avisan de lo que extramuros acontece.
Y así te percatas de quien a tus puertas llama. 
Mas no entiendo a tus vigías que al enemigo que te asedia, abren tus puertas y a quien te venera cierran tu alma.
Donde esta el recinto improfanable que era tu casa.
Donde quedo el lema que tu pendón proclama. 
Donde las cautelas de tus siete torres. 
Desde las que hoy siete traidores vigías, con embustes y patrañas abren y cierran las puerta, y así minan los férreos pilares que cimientan tu casa.

Morir al sol


Yo también quisiera morir al sol,en un bello parque sentado en un banco y sintiendo en mi rostro la calidez del sol. Ayer por la tarde vi morir a un señor al sol, sentado en un banco se durmió, su hijo lo intentó sacar de su modorra, pero el se abandonó y dijo adios, a todo, de tan bella y cálida forma, y yo viéndolo  deseé para mi abandonarme a su sopor , al sol, en un banco, con el bullicio del transito de la gente, sin la hostilidad de los hostiles hospitales, y sintiendo en las sienes el calor del sol de la tarde y como te invade el último y cálido suspiro. Esta mañana al despertar he subido a mi terraza y me he abandonado al sol y me he amodorrado en la calidez del astro rey y me he despedido de este señor deseándole que sea feliz en la larga existencia que empezó ayer.