miércoles, 22 de abril de 2020

Al final del pasillo


Al final del pasillo, le dijo, y colgó.
Cuando la necesidad aprieta, uno busca cauces para aliviar la tragedia. Días iguales, entre las cuatro paredes de su alcoba. Días, solo, delante del ordenador, consultando el móvil. El ambiente en la casa era irrespirable, demasiada tensión, mucha necesidad, mucho brío embalsado. Tras aquellas redes, un torso sin rostro le invitaba a pecar, a romper el confinamiento. La cámara enfocó su entrepierna y tras los mugidos y los monosílabos, le pasó el teléfono y llamó. Avenida Cabrera Infante, nº 32, tercer piso, puerta A, al final del pasillo.

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