"Dime con que fulanas alternas y te diré la genetica de tus bastardos. Herderos de nuestras fobias y de nuestras iras, mortales nacidos de la urgencia que impone la mortalidad, Sin clase nos desclasamos, con los lacayos en las calles de los corralones, en las calles traseras." Dervik Tro´men
La pataleta tiene mucho de soberbia, matizada con la fresca rebeldía. Tiene también mucho de desencanto, de malograda batalla por avatares ajenos. Sin pataleta que sería del visionario, que si en las corrientes imperantes no se adula asimismo, mientras discrepa y arrastra al exilio nada dorado a tan poca corte, moriría de inanición de afectos. Pataletas de soberanos, de altivos vituperados, de excelsos arrastrados y despellejados en el lodazal de la plaza publica. Es mi elegante pataleta queja de rendido, por un pueblo donde se ha esparcido odio, y con mucha fuerza y virulencia ha arraigado.
Roseado por las metáforas de platino iridio. Por los circunloquios que practico para perder al necio. Nada cursi, nada almibarado es mi camino por el pedregal. Lucho con los cantos aborregados, con la áspera morrena, deposito de frialdad. Vivo sin cortinajes, sin visillos de encaje de alambicada perversión. Siestas de monstruos, sueños bañados de luz en las alcobas de las corrientes. Sueños de colores violentos en las alcobas de las puertas rojas y secretas. Arcas sin paños, paños que el aire hace hondear violentos, en el arabesco de esfinges del enorme balcón.
"Hay lectores pasajeros, lectores censores, buscadores de faltas, que ante el barroco erial que son para ellos mis palabras, abandonan raudos el tren de mis reflexiones.Triste troupe de funambulistas del ardid." Yoransel de Omatog
Palabras de frescor e incendio. Palabras de consuelo y guerra. Palabras de ojala y nunca. Lo que no sé decir. Lo que nunca diría. Frenado por la ignorancia. Frenado por la brutal inteligencia. Frenado por no saber. Frenado para no herir.
¿Cómo se afronta con calma lo que nos desespera? El pecho abierto tras las puñaladas. El dedo señalador que adornado de sortijas de calumnia nos señala. Quiere ver el burdo en nosotros, su burdedad.
"No es un matrimonio el pacto de fulanas con el fin de desplumar a un cliente, tríos y cuartetos donde ningún avance prometo. Aritmética perfecta que esconde la sórdida treta." Irsia Carolain Sprimbol
El futuro prospero no se improvisa de un día para otro. Es la sensatez la que importuna a la arbitrariedad. La inteligencia incomoda sobre manera al necio. El ahorro conlleva esfuerzo, el derroche ninguno. Somos humanos porque domamos el caos. Porque nos erguimos sobre él, con la destreza de saber hacer las cuentas. Vivir es aprender a predecir, aprender a prever quien nos va a arruinar.
"Los pensamientos de barbaridad son popular corriente, son regatera de porquería que con borracho perfume atufa purísimos acuíferos de salvifica vida." Yoransel de Omatog
Un domador doma diez fieras. Con solo fuerza y perseverancia. Dime que estás comprando y sabre el miedo que tienes. Adarves sin soldados. Marionetas en los adarves.
"No son las rosas manjar para cerdos, si no agasajo de Altísimo, Virgen, Reina o Santo. No es estar en la primera fila, es estar en la fila más importante." Irsia Carolain Sprimbol
Mala es la sombra cuando hace frío. Cuando el frío nos hace lentos. Cuando el corazón bombea el calor muy corto. Mala es la sombra de los besos de Judas. Del que zancadillea al adelantado pensando que llegará el primero. Que corto es el mundo del torpe. Que corta es la cuerda con la que se ata el necio. Alrededor del tonto gira el sol. Cree el albernucio que para él existe el estrellado cielo.
No se alcanza la luna en los charcos. Aunque gentilmente la luna se refleja en ellos. Desgraciado el que persigue la gloria, criticando al afortunado. Todo son peros, para el que no alcanza las peras. Todo es desespero, para el que con plata no compra el cielo.
Sorbos de café amargo en la taza de porcelana lechosa. Amargura de pasos largos. Amargura de pasos cortos. Se alarga la sombra de la mano larga. Con tanta grasa se hacen los dedos gordos. Vasos comunicantes son la abundancia y la miseria. Comunicados pero no por justicia. Comunicados por el serpentín de los delitos. Diabólico serpentín que el robo enfría.
El que tiene miedo presiente la derrota, teme ser vencido en el campo de la ética, de la estética y de los comedidos modales. Croan las ranas en el estanque del desatino, en la charca de las miserias, en el arrabal de vicio. El ruido intenta tapar el calvario de la sangría de la jarca de garrapatas.
A ver quien se retrata en la plaza de la música a tope, que esperan que este de bote en bote. A ver quien les replica si te amordazan y silencian para que no pregones la mala gestión que hacen de nuestra hacienda. A ver quien cree en el devaluado credo de los que dicen y no hacen y sacuden el mantel con los huesos de la pitanza de las perdices. Cascarrollas de verano para el pueblo ciego, gobernado siete veces por el equipo de los mismos tuertos. Demasiados puntos y muy pocas comas, para un listado de promesas que desvela miedo, que de irreal da pena, que si no habéis cumplido en treinta años, es porque buscabais solo brasas para vuestras sardinas y sardinas para vuestras brasas. Tapáis con verbena vuestro poco grano, vuestro listado de paja y vuestro miedo a perder poltrona, poltrona en Bruselas, en el cantos de las coles, de las coles de vuestro interés.
Verbos envenenados. Cargados con el más letal de los venenos. Verbos contenedores de la más dolorosa de las armas. Verbos cargados de verdad. La verdad mata, porque es luz sobre la falsedad. Palabras certeras que descorren el telón de la farsa. Palabras acertadas para desarmar tanta mezquina maldad.
"La pobreza nos hace libres, nos hace libres la ausencia, nos libera no tener puertas, dormir a cielo abierto, y domar la molicie con el buscar perenne, con el hambre constante de medir nuestra autosuficiencia. Nos hace libres el valor y la fuerza que da estar rodeados del amor que de ti no depende, porque como tú, es igual de libre en la inhóspita intemperie." Yoransel de Omatog
"A veces cuando no podemos cambiar las cosas, es bueno cerrar los ojos, o mirar en otra dirección. Los golpes contra una pared de nada sirven, el primero tal vez, para ver la solidez del muro, pero visto el cerco inamovible de miseria, mejor caminar a tientas en otra dirección. La zafiedad es muy dada a lucir cruda en plaza publica, cruda y cagada de moscas, roída por la falta de decoro de las pupas del moscón. No todo lo tenemos que ver y no todo es digno de ser visto. Vírgenes, trozos de madera que gracias a Dios, la procesión de garrapatas de Jalisco, no ven." Irsia Carolain Sprimbol
"Aunque tuvieras olivares, el hombre bueno to te querría, porque el dinero solamente compra corrobla y nunca el beso sincero de primera hora del día." Yoransel de Omatog
La vulgaridad, es ese indeleble olor a fritanga, que con trazas de tocino envarbasca hasta el exquisito y carísino, número 5 de Chanel. Entra por tu puerta, el aire en tu casa, la recorre y sale diciendo de ti, que por mucho que pregones que eres señora, chacha te vas a morir." Irsia Carolain Sprimbol
La belleza rinde. La belleza vence. La belleza convence. La belleza es un arma. Es un arma que conquista, entrando triunfante por la puerta del amor, a muchos fieros imperios. Guerras de alcoba y del más bello sexo.
El ganador sabe perder. Pero el perdedor no sabe ganar. Al zafio las victorias le quedan grandes. Mientras que el valiente aun en la derrota crece. Es la derrota un renglón torcido. Camino por el que el vencido. Escribe la historia en la cumbre.
"Es un juego muy peligroso mentir, pues una vez pillado, todo el relato queda en entredicho. No juegues con la locura porque el que duerme contigo, si es que duerme, te inhabilitara por loca. No te tiene a su lado por amor, si no por no dividir fortuna, y con los bolsillos llenos es un rico desafortunado." Irsia Carolain Sprimbol
"No todo se compra con cerezas, aunque a las tartas las coronan las guindas. Hay manos llenas de oro que nunca llegarán a la cumbre. Por mucho que el penco camine por el centro de la calle, nunca será un pura sangre." Irsia Carolain Sprimbol
Nos piden la paz los que nos declararon la guerra. Los que emboscados nos asestaron puñaladas traperas. Los que cifraron su campaña en lanzar a las baladronas a correr las calles. El estanque infecto de aguas perennes y pútridas nos pide calma. Se atravesó el que no era blanco, entre el principio y el fin, para buscar ser proeza. Hay promesas que llegan tarde, porque hoy es otro ahora. Hoy es un ahora de otros, aunque con guerrillas os quedéis con la cumbre. Vosotros los difamadores no escribís futuro, solo emborronáis de tachones el prometedor presente. Ruido de cloacas que quieren tapar miserias, miserias de años. Caváis un hoyo para enterrar el cadáver de vuestra gestión de ineficiencia. Cuatro años no son nada, pero serán aireadas desde el balcón vuestras nulas destrezas. Gobernareis quizás el pueblo pero con nuestra perenne oposición y presencia. Estaremos para dar fe de todas vuestras torpezas.
Sin jerarquía rige el pesar. Oleaje de contrastes y de puñaladas de sal bermellón. Sin grave caída, porque todo lo grave ya ha caído. Ha caído zahiriendo como rotas estalactitas tras el oscuro terremoto en la gruta kárstica del alma atormentada.
Rabizas con más vidas que un gato. Izas que se lanzan a la velocidad para vengar su derrota. Su derrota por su vulgar valía. Lengüilargas al servicio del mal.
Como reconforta el verdor. La distancia multiplicada por la luna. La denuncia que crea un hito. Manzanas rojas de sensatez. Sin volvernos a ver. Los desequilibrados no aman. Solo trastornan estados. Solo hieren buscando el placer del llanto. Seguir vivo es impermeabilizarse. Acuartelarse en la panoplia de las armas. En la altivez de la sabia del frescor. En el verde de la primavera. En la corona de laurel del honor.
Es mezquindad la sombra que mueve a la mano que presta corre a regar las heridas con sal. Es mezquindad el tormento que incendia el aire de calenturas de envidia. Es mezquindad la quemazón del que ve como desfilan los días vacíos de su vida vacía. Manos de dedos gordos, estrangulados por sortijas de herrumbre, manos de infecta caridad. Manos que envenenan el jardín de mezquindad.
"Clarifico para algunos, que mis estados no son mis estados, son reinos aledaños con cuyo dolor empatico y cuyas tragedias retrato" Irsia Carolain Sprimbol
Fiestas de serrín y cabecitas huecas. De la refulgencia efímera de la bisutería. Del caballo grande ande o no ande. De los buches hinchados. De los odres saciados. De los papos que eructan vinazo y fritanga. Ser el que más, es fácil, cuando no se está en el cielo. Se baña en la multitud la alcahueta, porque no es ganar la cumbre su merito, si no complacer braguetas. Matiza la luz del encinar, manchando de sombras aun más a la gorrina enlodada. Para que hacer filas si esto es una cola.
Son más duraderos los logros del esfuerzo. Se valoran más los méritos del tesón. Lo que fácil llega, fácil se va. Que poco valor tiene la riqueza que nos ha caído encima como un rayo. Nuevos ricos sin clase, atormentados están por no tener clase los nuevos bo ricos.
Trayectorias de pegajoso calor. De indómito fuego que nadie apaga. De romerías de ruido que compran voluntades. De jaranas aturdidoras para rendir al reacio. Becerros dorados que tienen más predicamento que un humilde santo. Es el que es menos, el que consigue más. Es la pitanza la que convence al simple. Rendidos por paladar. Rendido por la panza llena. Con el cerdo gordo. Con el vinazo recio. Fiestas que dan rédito. Fiestas que son el cebo para faenar.
Es la mirada oblicua la que marca el pesar de la carga. El cargo sin merito, sin entusiasmo y fortaleza. Pájaros de oscuros aleteos y gorigoris de muerte. Todo termina cayendo, y precipitando por la saturación sin plegaria. Escabrosa es la maldad, con mil recodos donde se acantonan zafiedades.
Hablas de llegar, como si llegar fuera la verdad y la verdad no es llegar, es sólo la verdad, y un ejercito de mancos es sólo eso un ejercito de mancos y su victoria una victoria manca. No temo nada, porque no es mi camino el temor, sino descorrer el telón de la falsedad, para enseñar las bambalinas del manco miserable.
Maldije a mi Dios en el silencioso apoyo que me brindan mis amigos. En su animo emboscado para que no les tizne mi cercanía. Par seguir faenando en la corriente imperante e ilícita. Tizna el blanco níveo al negro zafio. Y apenas tiznado, de la bandada de grajos se convierte en blanco. En lo raso todo hace sombra. Hasta hace sombra un triste chaparro.
Toda la arrogancia se hunde, pero son hundimientos que se recuerdan. Nadie recuerda un palo flotando a la deriva en un río. Pero si recuerda el rumbo fatídico del gigante que colisionó. Vivir de incógnito o vivir en la memoria tras haberse hundido. El riesgo define la catástrofe pero también la estrepitosa victoria.
Vivir en la cortedad es como vivir en tinieblas. Tanteando volúmenes sin percibir colores. Abrazando la escasez de un manojo de leña. Abrazo poco cálido que no crea un rico hogar. Oscuridad de pueblo en un mayo de flores y sol. Horizonte mediocre en el que nuestra percepción fabrica calumnias.
Volubilidad de pringadas morcillas. De circenses garrapatas que saltan. Azuzadas por el escondido domador. No todo es claro, no todo es tuerto. Pero predominantemente en esa patulea todo lo es.
La victoria nunca sacia, solo empuja a un nuevo ataque. Empuja a una nueva anexión, a la formulación de pactos leoninos. A la supeditación del interés de la gran parte a la chantajista parte. Son los rastreros frutos de la división. Pero salvo utópico, posible no es caminar en grupo. No es posible para el líder renunciar a los intereses espurios. A legar fortuna a su prole de desafortunados.
La injusticia te hace activista. Pero el activismo no suele atraer el aplauso. Suele atraer la ira del sombrío. Del sombrío que con su silencio público. Y sus murmuraciones de trastienda. Te apuñala en las callejas de su maleza. Para sin parangón lucir en las laterales hornacinas. Lucir su brillo de chatarra.
"Es tal la osadía del inferior que piensa que autoconvenciéndose de que están verdes la uvas, está aplacada su hambre, y solo está aplazada la envidia, que surgirá al contemplar que quien las alcanza las estruja con fruición en su ágil paladar. No hay puertas cerradas, solo puertas que no están a nuestro alcance." Yoransel de Omatog
"Arrastrarse lleva a muchas partes, pero no nos lleva a la cima de la dignidad. La que se atreve a adornarse con pacotilla pone en entredicho la valía de todas sus alhajas autenticas." Irsia Carolain Sprimbol