Maldije a mi Dios en el silencioso apoyo que me brindan mis amigos.
En su animo emboscado para que no les tizne mi cercanía.
Par seguir faenando en la corriente imperante e ilícita.
Tizna el blanco níveo al negro zafio.
Y apenas tiznado, de la bandada de grajos se convierte en blanco.
En lo raso todo hace sombra.
Hasta hace sombra un triste chaparro.
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