La vulgaridad, es ese indeleble olor a fritanga, que con trazas de tocino envarbasca hasta el exquisito y carísino, número 5 de Chanel. Entra por tu puerta, el aire en tu casa, la recorre y sale diciendo de ti, que por mucho que pregones que eres señora, chacha te vas a morir." Irsia Carolain Sprimbol
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