Toda la arrogancia se hunde, pero son hundimientos que se recuerdan.
Nadie recuerda un palo flotando a la deriva en un río.
Pero si recuerda el rumbo fatídico del gigante que colisionó.
Vivir de incógnito o vivir en la memoria tras haberse hundido.
El riesgo define la catástrofe pero también la estrepitosa victoria.
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