El futuro prospero no se improvisa de un día para otro.
Es la sensatez la que importuna a la arbitrariedad.
La inteligencia incomoda sobre manera al necio.
El ahorro conlleva esfuerzo, el derroche ninguno.
Somos humanos porque domamos el caos.
Porque nos erguimos sobre él, con la destreza de saber hacer las cuentas.
Vivir es aprender a predecir, aprender a prever quien nos va a arruinar.
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